Monte Verde: desafíos y nuevas perspectivas
Monte Verde (MV) ha sido durante más de 45 años un referente en la arqueología americana, transformando nuestra comprensión sobre el poblamiento humano en este continente. Su relevancia trasciende la simple antigüedad del sitio: representa una oportunidad única para profundizar en nuestra historia compartida, gracias a su excepcional conservación y al enfoque interdisciplinario que lo caracteriza.
Desde finales de los años 70' hasta bien entrada la década de los 2010, este lugar fue reconocido a nivel mundial como el sitio arqueológico más temprano en América, con evidencia de ocupación humana hace al menos 14.500 años. Este hallazgo fue el principal para derrotar el modelo predominante de Clovis, que sostenía que los primeros humanos llegaron a América hace 13.000 años como cazadores que cruzaron el estrecho de Bering desde Asia.
Clave
Monte Verde demostró que había presencia humana en el sur de Chile, por lo menos 1.500 años antes, lo que implica que estas poblaciones debieron haber transitado por América del Norte mucho antes. Este hallazgo no sólo cambiaba paradigmas establecidas, sino que también sugirió que era posible encontrar otros sitios pre-Clovis tanto en América del Norte como en el hemisferio sur.
Y Monte Verde fue clave para abrir la puerta a estas exploraciones y replantear el entendimiento del poblamiento humano en el continente. Como resultado, aunque ya no se considera el sitio más temprano en América, sigue siendo uno de los más antiguos y significativos, destacándose por su aporte excepcional al estudio del pasado humano.
Lo que hace único a Monte Verde no es sólo su antigüedad, sino la calidad de su conservación. Este sitio, ensellado por una turbera, permitió preservar artefactos y restos orgánicos de manera excepcional, ofreciendo una ventana clara al pasado. Las investigaciones han revelado una dieta diversa que incluía plantas, animales, algas marinas, tubérculos y el uso de plantas medicinales. Desde herramientas de madera y piedra hasta alimentos, Monte Verde nos muestra un pasado tangible y humano, como pocas veces se ha logrado en otros sitios arqueológicos tempranos.
Investigación interdisciplinaria
Un aspecto esencial del trabajo en Monte Verde ha sido su enfoque interdisciplinario. Más de cincuenta disciplinas han contribuido a la investigación, combinando arqueología, biología, genética, geología y otras ciencias.
Este enfoque no sólo ha enriquecido nuestra comprensión del pasado, sino que ha sido reconocido a nivel mundial como un modelo de investigación colaborativa e innovadora. Los materiales recuperados hace décadas siguen siendo analizados con tecnologías modernas, lo que ha permitido nuevos descubrimientos, como la genética de la papa más antigua conocida y estudios sobre las algas marinas consumidas por los habitantes del sitio.
Este año el trabajo en Monte Verde continúa con nuevas excavaciones planificadas en áreas identificadas mediante georradar, lo que promete más hallazgos y avances en nuestra comprensión del sitio. Este esfuerzo constante refleja el compromiso del equipo con la investigación científica rigurosa y la difusión responsable de los conocimientos.
A pesar de su importancia, a lo largo de los años han surgido malentendidos y errores en cómo algunos medios y otros actores han comunicado los hallazgos de Monte Verde. Se ha presentado información incorrecta o descontextualizada, lo que ha generado confusiones sobre el valor y el significado del sitio. Por esta razón, hacemos un llamado a los periodistas, investigadores y cualquier interesado a consultarme directamente o la Fundación Monte Verde.
La precisión y el respeto por las evidencias son fundamentales para honrar su legado y asegurar que su relevancia continúe siendo valorada correctamente.
Monte Verde no es sólo un sitio arqueológico, es un legado para la humanidad y una inspiración para las nuevas generaciones. Nos recuerda la importancia de la ciencia en la construcción del conocimiento y en la comprensión de nuestra historia común. Cada nuevo descubrimiento en Monte Verde refuerza la necesidad de explorar, aprender y preservar con rigor y responsabilidad.
"Monte Verde demostró que había presencia humana en el sur de Chile, por lo menos 1.500 años antes, lo que implica que estas poblaciones debieron haber transitado por América del Norte mucho antes" "Las investigaciones han revelado una dieta diversa que incluía plantas, animales, algas marinas, tubérculos y el uso de plantas medicinales. Desde herramientas de madera y piedra hasta alimentos"