El mayor número de vehículos en las calles de las ciudades de Los Lagos durante los primeros días de marzo, tras el paulatino retorno a clases, generará mayor estrés en la red vial, lo que obliga a extremar las precauciones al volante y, a la vez , adoptar medidas tendientes a proteger a los más pequeños que viajan al interior de los vehículos.

Un dato a tener presente es que en el país, los accidentes de tránsito constituyen la primera causa externa de muerte en niños de 1 a 14 años. Por eso, en marzo de 2017 entró en vigencia la reforma a la Ley de Tránsito, donde se establecieron medidas de seguridad para el traslado de niños en vehículos particulares. A partir de entonces, los menores de 9 años deben viajar con un sistema de retención infantil y sólo pueden ir en el asiento del copiloto los mayores de 12 años.

Al disponerse el traslado de los menores a los asientos traseros y el uso de una silla de seguridad cuando corresponda, las autoridades consideraron que los airbags no están diseñados para niños, sino que para adultos. Por ende, estos no los protegerían en caso de accidente, por lo que llevarlos en la parte posterior reduce la posibilidad de un desenlace fatal.

De hecho, desde que está vigente esta legislación se han reducido un 51% los menores fallecidos en siniestros de tránsito. Ha sido sin duda un avance en un campo tan complejo como la seguridad vial.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, el uso de sillas para niños y niñas puede reducir entre un 50% y un 80% las lesiones mortales y graves de bebés y niños ante un accidente vial. Por ello, este sistema de retención se convierte en algo indispensable para la seguridad de los menores, sobre todo ahora, en la previa del masivo retorno a clases de los estudiantes de establecimientos educacionales.

Es necesario que los conductores respeten la normativa y quienes deban desplazarse con niños comprendan que deben instalar en sus vehículos los correspondientes sistemas de retención infantil. Ello, más una considerable cuota de responsabilidad y conciencia al volante, ayudarán a evitar o al menos disminuir el número de accidentes. No habrá mejor retorno a clases durante este mes que evitando accidentes viales que expongan la seguridad de los menores.

"Las mujeres hacían magia en una olla negra de dos patas", constatación que aparece en un poema del libro "Raigambre", 2002, y que hoy me regala la posibilidad de recordar, valorar y validar una actividad que estuvo presente en nuestros espacios hasta hace unos decenios atrás, cuando la lana de oveja fue reemplazada por lana o fibra acrílica. Y conjuntamente, retrotraer la figura de la abuela y su rica presencia en el armado de la cosmovisión de un tiempo único y distinto.

Por los años sesenta y tantos, fui testigo consciente de una hermosa manera de hacer magia. No conocía magos, teatreros, hechiceros, adivinos, ocultistas ni brujos y como niña campesina, usaba sin medida la imaginación para dar orden y verdad al universo que habitábamos. Mi abuela Jertrudis, aldeana holandesa, me convidó a la aventura de hacer magia. Ella tejía, desde sus cojines de cocina, hasta las pieceras, choapinos, chalecos, chombas, calzones, refajos, gorros, medias y frazadas con lana de oveja.

Cada familia poseía un piño de ovejas, de las que se obtenía la carne y la lana. Las mujeres de esos tiempos tenían acuerdos tácitos con el reloj. Se levantaban apenas el atisbo de un día más, hacían cientos de cosas desde atender el aseo, lavado, aplanchado, alimentar aves, cerdos y perros y aún las había muchas que lechaban dos veces por día. Amamantaban, cocían las ropas de la prole, cultivaban la huerta, aporcaban las papas, hacían mermelada y jarabes, conservaban frutas, orejones e iban a misa.

Mi memoria selectiva y emocional me señala que con mi abuela partimos alguna tarde de otoño para recolectar barba de palo, el pelaje de los cercos y cáscaras de algunos árboles. Desde el monte arrancamos pangues y nalcas, algunos líquenes de cuerpos hermosos, segamos ramas de romero, eucaliptus, boldo y menta alemana.

La tintura de lana de oveja es una técnica de origen ancestral que permite que la fibra animal adquiera colores únicos y aunque en los días presentes casi sea una actividad determinada al turismo, antes la vida se desarrollaba en total armonía con la naturaleza y lo que ella nos prodigaba. Para llevar a cabo la tinción de lana se usaba raíces, hojas y tallos de plantas y árboles, cáscaras de troncos, líquenes, musgos, frutos, verduras hasta hierbas medicinales. El proceso contemplaba el lavado prolijo de la lana a fin de quitarle la grasa animal, la que podía ser teñida incluso ya hilada y ordenada en madejas por una pequeña y artesanal rueca.

Seguidamente, en agua recogida de la lluvia se llevaba a cabo el hervido, junto con el mordiente, que podía ser vinagre de manzana, alumbre o sal. Al cabo de cierto tiempo, las hebras blancas adquirían como de milagro un color, muy especial y distinto. Para mí, eso era magia y por años pensé que mi abuela era una nigromante, una hechicera.

Habitamos un tiempo agotado de realidad. De realidad extrema. Ni muchos niños perderían tiempo con un show de magia. Pero, hay que traer de vuelta a nuestras vidas, aquello que nos hizo felices. La niñez es la patria verdadera de la vida y nuestra memoria guarda de ella pequeños o grandes trazos existenciales. Hay que ir por ellos porque la memoria es magia.

80 años | 3 de marzo de 1945

Escuela de Artesanos inicia el 6 sus actividades

El 6 de este mes iniciará sus actividades la Escuela de Artesanos de Puerto Montt. Por lo mismo, se informa que el período de matrícula, que parte este 5 de marzo, se extenderá hasta el 10 de este mes para los interesados y en un horario que irá desde las 09:00 horas y hasta las 12:00 horas y de las 14:30 a las 16:30 horas. Este trámite deben efectuarlo los alumnos nuevos y antiguos.

50 años | 3 de marzo de 1975

Carabineros detiene a peligrosa banda

Personal de Carabineros detuvo a una peligrosa banda que operaba en los distintos barrios de Puerto Montt y que había, además, perpetrado una serie de robos en Angelmó y en un servicentro ubicado en la Panamericana. Para cometer los ilícitos utilizaban barretillas, mientras que para el traslado de las cosas que robaban ocupaban caballos sueltos que circulan por la periferia.

10 años | 3 de marzo de 2015

Más de 14.800 estudiantes iniciaron año escolar

Más de 60 establecimientos de la provincia de Llanquihue comenzaron las clases ayer, con la asistencia de más de 14.800 estudiantes. Ahora, una de las preocupaciones de las autoridades radicó en el efecto en el tránsito del humo de los incendios forestales que están activos en Puerto Montt. Sin embargo, las condiciones fueron favorables y no hubo problemas para el desplazamiento.