El último adiós a Lorenzo Stuardo: "Cuando pinto siento que me arranco de la realidad"
El pasado jueves 23 de enero 2025, falleció el Hijo Ilustre 2015 de la comuna de Puerto Montt.
Los que conocimos a Lorenzo Stuardo más allá de las militancias políticas, o en su carrera como pintor y artista destacado de la comuna de Puerto Montt, podemos asegurar su gran calidad humana, su amabilidad y su amor por la ciudad.
En las páginas del libro «Puerto Montt, una Tierra de Pintores», de Jorge Torres Infante, se pone a disposición de los lectores locales este gran trabajo histórico, basado en el estudio y cruce de diferentes fuentes, testimonios y archivos. Estos abarcan desde la segunda mitad del siglo XIX hasta 1991, año en el que se fundó la Asociación de Artistas Plásticos de Puerto Montt. Fue esa asociación a la que perteneció Lorenzo Stuardo gran parte de su vida y la que dirigió en dos ocasiones.
Entrevista
El año 2015, como colaborador y en el marco de la elaboración del estudio realizado por Jorge Torres Infante, entrevisté a Lorenzo Stuardo. Parte de esta conversación es la que dejo para que los lectores de El Llanquihue y sus amigos más cercanos, puedan conocer algo más de su trayectoria en sus propias palabras.
Un sentido homenaje para este destacado pintor local, Hijo Ilustre 2015, fallecido el 23 de enero, a los 85 años.
Los inicios en Angelmó
"Mi inicio fue en la Casa de Botes, lugar al que iba antes del año 60. Nosotros vivíamos en Guillermo Gallardo con Luis Rose, antes población Municipal, hoy población Modelo. Íbamos a Angelmó a comprar mariscos, pero uno sabía el antecedente que en Angelmó llegaban los pintores a trabajar. Ellos me conocían, porque soy familiar con Manoly -somos primos-, y ellos me invitaron a exponer en la Casa de Botes. Mi primera muestra fue en el año 1959. Allí conocí al resto de los pintores, compartí con ellos, con Pacheco Altamirano, Manoly, Hardy Wistuba, pero también había otros pintores de Santiago. En ese grupo me llamó la atención la forma como convivían. Pasaban al frente, a Isla Tenglo a la quinta de los Hoffman. Manoly, Pacheco Altamirano y Gastón Gómez siempre pasaban ahí. Pero, la pintura siempre se desarrolló en la costa de la caleta de Angelmó. Lo más impresionante eran estas veleras, eran un bosque de velas inclinadas".
Casa de Arte Diego Rivera
"La otra función la ocupaba la Casa de Botes. Bueno, ahí guardaban los botes de carreras. Y a nosotros nos pasaron una sala que usamos para pintar y para exposiciones. El municipio facilitó el espacio. Después del terremoto de 1960, se demolió porque quedó en mal estado. Y de ahí con mayor fuerza el Grupo Plástico de Angelmó, con su directivo, inició una campaña para construir una sede para los pintores en Angelmó. Quedó puesta la primera piedra y el resultado de ese gran empuje fue el contacto con los embajadores de México. El resultado de eso fue la Casa del Arte Diego Rivera, que fue el esfuerzo de todos los pintores de aquella época, para lograr construir una sede para los pintores y esto marca esa etapa. El año 1964, cuando se inauguró el Diego Rivera, como que se dio un primer paso a la actividad cultural, pero con pantalones largos. Antes se exponía en el hotel Vicente Pérez Rosales y en el salón municipal. Fuera de eso, no había ningún lugar donde exponer".
Escuela de Bellas Artes
"Tuve la suerte de ingresar a la Escuela de Bellas Artes en el año 1971 hasta 1974. En ese periodo, yo tenía muy poco contacto con la asociación y la gestión que se hacían en ese entonces. Bueno, Hardy Wistuba estaba un poco al margen de la asociación o grupo plástico. Era más individualista. Creo que estaba radicado ya en Santiago, no así los otros. Yo estoy en duda si hay alguna diferencia entre un pintor que pisó una academia y los que no. Aún no lo sé, porque hay pintores que nunca han pisado una academia y están arriba. También las circunstancias, también cambian".
El último Adiós
En estas palabras finales dejo un saludo para todos aquellos que admiraron, quisieron y compartieron con Lorenzo Stuardo, en especial su compañera de vida Flor Oyarzo.
Ya vendrán juicios estéticos sobre la pintura de Lorenzo y el estudio de su obra. Lo que queda hoy, es dar el ultimo adiós a uno de los pintores más destacados de la ciudad capital, Puerto Montt, en estos días que conmemora sus 172 años de historia.