Del cambio de ánimo al cambio de rumbo
El optimismo que se respira por estos días en Puerto Montt tiene que dar pronto paso a la época de las concreciones.
"Año duro y desconcertante". La definición que el arzobispo de Puerto Montt, Fernando Ramos, le dio a los últimos sucesos ocurridos en el municipio de la capital regional el año pasado, representan de modo bastante fidedigno la sensación que se fue apoderando de los habitantes de esta ciudad en el segundo semestre de 2024, y que se coronó cuando el ex jefe comunal fue enviado a prisión preventiva en una extensa indagatoria sobre hechos de corrupción. Tales sucesos, que se vinieron acumulando desde el año 2021, cuando se produjeron las primeras revelaciones de investigaciones del Ministerio Público tanto al ex alcalde como a funcionarios del municipio, fue horadando lentamente tanto la credibilidad de sus autoridades como su legitimidad, lo que tuvo su correlato en una gestión urbana deficiente que se tradujo, para muchísimos puertomontinos, en una suerte de pasmoso abandono.
La primera señal en torno a la erradicación del comercio ambulante, la apertura de la Casa Pauly (proyecto que, hay que decirlo, venía de la administración anterior) y la Semana Puertomontina, que ha convocado a miles de personas en la costanera, le ha permitido insuflar un nuevo aire a una ciudad que llevaba demasiados años de maltrato, porque maltrato fue, por ejemplo, asistir públicamente al deterioro del Daem, al zigzagueo de las obras de calle Antonio Varas y a la crisis de inseguridad en el centro. Por estos días hay esperanzas en torno a lo que puede esperar la ciudad si es que los planes desplegados por la nueva administración se cumplen. Algunos podrán ser quizás ambiciosos, pero ese camino dejará lecciones valiosas para el equipo municipal.
Cuando se apaguen los últimos focos de la Semana Puertomontina, cuando se vayan los turistas y cuando en marzo se retome la rutina escolar, académica y laboral, es cuando se podrá comenzar a medir con justa distancia y entusiasmo, el trabajo del nuevo equipo municipal. A esas alturas ya debiera haber suficientes luces del estado financiero de la municipalidad y de los programas a desarrollar, como de las maneras que se elegirán para que la gestión vaya íntimamente ligada a la capacidad de comunicación, pues en el mundo público, hay un plazo muy acotado para el tiempo de los anuncios y uno muy grande para el tiempo de las concreciones.