Correo
Tren de Aragua
¿De qué se jactan y qué celebran en el gobierno? Claro, ahora todos son generales después de la guerra y se suben al tren de la victoria. Los grandes héroes han sido las policías de Chile y Colombia, que gracias a su metodología, astucia, dedicación, fueron los artífices en la captura del líder del Tren de Aragua, el cual andaba como "Pedro por su casa" secuestrando, asesinando personas a destajo y sin piedad. Los gobiernos de Chile y Colombia nada han hecho para disminuir la delincuencia o aumentar la seguridad. El primero: ¿qué ha realizado para mitigar el crimen organizado, los homicidios, los portonazos, etcétera? El segundo, ¿qué ha hecho para combatir las plantaciones de coca, el tráfico y grupos paramilitares? Como dije antes, en este caso las policías sólo realizaron su trabajo, respetando la constitución y las leyes, por el cual reciben una remuneración.
Así que poder ejecutivo de Colombia y Chile nada tienen que celebrar, sobre todo en este país, que poco y nada hacen respecto a leyes que ataquen estas malas prácticas de inseguridad. Sólo mencionan una frase odiosa, patética y que ya está pasando de moda: "Nos querellaremos contra todos los que resulten responsables".
Albert Gallegos
Bullying
El reciente caso de un niño de diez años que sufrió una grave lesión en un colegio de la Región Metropolitana nos pone frente a una realidad dolorosa: el bullying sigue siendo una herida abierta en nuestras instituciones educativas. Las cifras no mienten y reflejan una situación alarmante. En 2023, la Superintendencia de Educación recibió 4.502 denuncias por maltrato entre estudiantes, un leve descenso del 12% respecto a 2022, pero aún el segundo registro más alto de la última década. Este problema no se limita al aula física.
El impacto del bullying trasciende el aula: afecta el rendimiento académico, desestabiliza la salud mental y, en los casos más extremos, cobra vidas. Según un estudio de la Universidad de Chile, uno de cada cinco estudiantes en el país ha sido víctima de hostigamiento. La exposición al acoso genera ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas. Esto no es un dato más, es una urgencia social.
A pesar de los esfuerzos institucionales y las campañas de sensibilización, el bullying persiste. ¿Por qué? Porque no basta con buenas intenciones. Las escuelas necesitan programas de prevención efectivos, que incluyan educación emocional y promuevan el respeto mutuo. Los padres deben asumir un rol activo, inculcando valores de empatía y tolerancia, y estando atentos a señales de alerta. La indiferencia nunca puede ser una opción. Cada caso de bullying que conocemos debe impulsarnos a actuar con más fuerza. Es hora de asumir este desafío con seriedad. Porque ninguna campaña está de más, y ningún esfuerzo es pequeño cuando se trata de proteger la vida y el bienestar de nuestros jóvenes.
Juan Pablo Venegas, gerente de Incidencia Pública World Vision Chile
Soñar el país
Imaginemos, por un momento, un Chile donde las cosas realmente funcionan. Un país donde la justicia no está reservada para unos pocos, donde los hospitales no colapsan por falta de recursos y apoyo, y donde la cultura se potencia con el presupuesto asignado.
Un Chile donde Carabineros recibe el respaldo tanto de la ciudadanía como del gobierno, donde se prioriza la promoción de la salud mental y se protege a los niños, niñas y adolescentes, educándolos con responsabilidad sobre salud sexual. Un país donde el Estado no enfoca sus esfuerzos en engordar sus bolsillos ni en crear ministerios innecesarios, sino en cumplir su verdadero propósito: velar por el bienestar de todos y cada uno de los chilenos.
Soñemos con un país en el que la ciudadanía exija cuentas al gobierno, recordándole su responsabilidad principal: trabajar por el bien común. Ese Chile es posible, pero, lamentablemente, parece que seguiremos lejos de esa realidad. Hoy, ese ideal no es más que un sueño distante, alejado de las verdaderas prioridades que enfrentamos como sociedad.
Rodrigo Salinas
Pirómanos sueltos
La reciente crítica de los diputados al proceso de ingreso en Conaf y Bomberos expone una falencia que no podemos permitirnos ignorar: los incendios en Valparaíso dejaron al descubierto la vulnerabilidad de nuestros sistemas de protección. ¿Cómo es posible que los procesos de selección en estas instituciones clave sigan siendo opacos y deficientes, poniendo en riesgo la seguridad de miles de ciudadanos?
La falta de rigurosidad en los filtros de ingreso y la formación de los profesionales encargados de combatir los incendios nos deja con una amarga pregunta: ¿estamos realmente preparados para enfrentar futuras tragedias o estamos condenados a vivir en la constante incertidumbre? Es urgente reformar estos procesos y garantizar que quienes estén al mando de nuestra seguridad sean los más capacitados. ¿Qué estamos esperando para actuar?
Gabriela Velásquez Figueroa
Reo decapitado
La muerte de un recluso en una cárcel de la Región del Biobío abre una vez más el debate respecto a la condición penitenciaria de nuestro país. El hecho que una persona purgue una condena no puede ser sinónimo de una pena de muerte. En estos contextos también se manifiesta el abandono del Estado, con presos a su suerte, gendarmes sobrepasados y una autoridad que prefiere usar sus redes sociales para condenar o aplaudir a la velocidad de la luz, mas sin tomar medidas que apunten a cambios de verdad. Así como vamos, será tarea de un próximo gobierno.
Enrique Cortés