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Parrillar, teletrabajar, Espóiler o voto de castigo: las nuevas palabras que entraron al diccionario Rae

DLE. Última actualización suma más de 4.074 modificaciones, entre enmiendas y adiciones. Los próximos cambios podrían duplicar el léxico y serán en 2026.
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Efe

'Parrillar', 'dana', 'barista', 'espóiler', 'sérum' o 'teletrabajar' son algunos de los términos que se acaban de incorporar al Diccionario de la Lengua Española (DLE), cuya última actualización suma más de 4.074 modificaciones, tanto enmiendas como adiciones, incluidas en su edición digital.

También se agregan formas complejas como 'centro de salud', 'unidad móvil', 'zona de confort', 'voto de castigo' o 'zona cero'.

La última actualización del DLE fue presentada por el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado.

Según Muñoz Machado, ésta será la última actualización de la vigésimo tercera edición del diccionario, que en la actualidad consta de más de 94.000 entradas y 200.000 acepciones. La próxima edición, la vigésimo cuarta, se presentará previsiblemente en otoño de 2026.

"A partir de 2026 vamos a abrir las costuras del diccionario, las entradas se pueden multiplicar e incorporar léxico que no ha figurado nunca, quizá se llegue al doble de las que tenemos ahora", señaló el director. El objetivo, precisó, es "intentar aproximarnos a un diccionario completo que tenga términos que han faltado, en especial americanos".

Las temáticas que más novedades aportan a la nueva actualización del diccionario son la ciencia, el medioambiente, la tecnología, la gastronomía, la música y el deporte.

En el caso de 'dana' -fenómeno atmosférico que devastó España el mes pasado-, las discusiones empezaron hace dos años pero no se ha incorporado hasta ahora y lo hace en minúscula, pese a ser en origen un acrónimo, una evolución similar a la que tuvieron otros términos como 'covid' o 'sida'.

"La Academia no se deja llevar por las modas", insistió Muñoz Machado, que explicó que las novedades son fruto de un trabajo riguroso que parte de propuestas de académicos, usuarios o de cualquier otra institución y que, en el caso de 'dana', es una palabra que "por su importancia social y su uso tenía que estar en el diccionario".

En el ámbito de la ciencia se incorporan también 'aerotermia', 'micelar' o 'microbioma'; en el tecnológico, 'desarrollador', 'escalabilidad' o extranjerismos como 'driver'.

Del funk al wasabi

Algunas palabras que ingresan están muy presentes en el día a día, como 'teletrabajar' o una nueva acepción de 'temporada', referida al conjunto de episodios de una serie o programa.

Del ámbito gastronómico se suman 'barista', 'frapé', 'infusionar', 'tabulé', 'umami', 'varietal' o 'wasabi'. Y del musical, 'blusero' o 'rapear' y extranjerismos como 'funk', 'groupie' e 'indie' (usado también en el cine); mientras que en el campo deportivo se incorporan 'bicicross', 'capoeira', 'curling', 'fitness' o 'full contact'.

Fruto de la actividad humana descontrolada y la preocupación por el medioambiente y la vida sana, hay novedades como 'sobrepastoreo' o el adjetivo 'orgánico', entendido como sin productos químicos artificiales.

'Recapitalizar', 'chiringuito financiero', 'lobista', 'musealizar' y 'musealización' o 'dramaturgista' son otras novedades del diccionario académico, que además estrena nueva imagen en su versión en línea para hacer la consulta "más intuitiva" para las millones de personas que lo usan en todo el mundo.

Español, lengua mestiza

Sobre el uso de anglicismos, Muñoz Machado asegura que la RAE no tiene miedo a incorporarlos. "El español siempre ha sido una lengua mestiza", dijo.

En la actualización hay también novedades relacionadas con el léxico americano, entre las que se encuentran palabras como 'azotehuela', 'parrillar', 'posnet' o 'pósnet' y el extranjerismo 'sulky'.

"Estamos en una época de transformación y de trabajo intenso que se empezará a ver en la edición de 2026, vamos hacia a un diccionario integral panhispánico, tenemos la suerte de tener una lengua que hablan 600 millones de personas", concluyó.

No todos los tipos de árbol ayudan a refrescar las ciudades por la noche

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El calentamiento global está ahogando a las ciudades de todo el mundo, donde el estrés térmico urbano ya causa enfermedades, muertes, un elevado gasto energético, problemas de desigualdad social y problemas con las infraestructuras urbanas.

Por eso, muchas ciudades han empezado a aplicar estrategias de mitigación del calor, como plantar árboles. Pero no todo vale: plantar especies equivocadas o usarlas en ubicaciones poco óptimas, limita los beneficios, según un estudio de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) que publica Communications Earth & Environment.

El estudio constató que los árboles urbanos pueden reducir hasta 12°C la temperatura del aire a nivel de los peatones.

Además, comprobó que la presencia de árboles reducía las temperaturas máximas mensuales por debajo de 26°C en el 83% de las ciudades estudiadas, cumpliendo así el "umbral de confort térmico".

Pero el mismo estudio descubrió que esta capacidad de enfriamiento varía significativamente en todo el mundo, según las características de las especies arbóreas, el trazado urbano y las condiciones climáticas. "Nuestro trabajo echa por tierra el mito de que los árboles son la panacea definitiva contra el sobrecalentamiento de las ciudades de todo el mundo", advierte Ronita Bardhan, catedrática de Cambridge.

El estudio pretende ayudar a los urbanistas a elegir las mejores combinaciones de árboles y lugares de plantación para combatir el estrés térmico urbano: "Los árboles desempeñan un papel crucial en la refrigeración de las ciudades, pero debemos plantarlos de forma mucho más estratégica para maximizar los beneficios que pueden aportar", avisa.

Aunque los árboles pueden refrescar considerablemente algunas ciudades en el día, la investigación demuestra que las copas también pueden atrapar el calor y elevar las temperaturas por la noche.

Diversidad global

El equipo revisó resultados de 182 investigaciones previas -sobre 17 climas en 110 ciudades o regiones del mundo- publicadas entre 2010 y 2023 y observaron que los árboles urbanos suelen enfriar más las ciudades en climas cálidos y secos, y menos en climas cálidos y húmedos.

Según el estudio, los árboles funcionaron bien en climas áridos, enfriando las ciudades algo más de 9°C y calentándolas por la noche 0,4°C, mientras que en los climas de selva tropical, donde hay más humedad, el enfriamiento diurno se redujo a unos 2°C y el efecto de calentamiento nocturno fue de 0,8°C.

Además, en los climas templados, los árboles pueden enfriar las ciudades hasta 6°C y calentarlas 1,5°C, según el estudio.

El estudio señala que las ciudades con trazados urbanos más abiertos tienen más probabilidades de presentar una mezcla de árboles de hoja perenne y de hoja caduca de distintos tamaños, lo que ayuda a provocar un mayor enfriamiento en climas templados, continentales y tropicales.

El uso combinado de árboles en estos climas suele enfriar 0,5°C más que en las ciudades donde sólo hay árboles de hoja caduca o de hoja perenne. Esto se debe a que los árboles mixtos pueden equilibrar la sombra estacional y la luz solar, brindando un enfriamiento tridimensional a distintas alturas.

En climas áridos, sin embargo, descubrieron que las especies de hoja perenne dominan y refrescan mejor en el contexto específico de trazados urbanos compactos como El Cairo (Egipto) o Dubai (EAU).