Los orígenes del Colegio Arriarán Barros: a 100 años de su fundación
Durante este año, el colegio católico ubicado en Puerto Montt conmemoró su primer siglo de vida, siendo administrado desde 1951 por la religiosas franciscanas Misioneras del Sagrado Corazón, de origen italiano.
En 1920 se aprobó la Ley de Instrucción Primaria por lo que, por primera vez, el Estado asumía la obligación de que todos los niños de entre 6 y 16 años debían cursar al menos cuatro años de enseñanza básica.
Hasta ese año se había impuesto la idea en la élite chilena de que entregar educación a los menores significaría menores ingresos ya que se distraerían del apoyo a la economía familiar, pues en esos años se comenzaban a trabajar a muy temprana edad.
El Censo de 1907 estableció que sólo el 17% de los niños entre 5 y 15 años asistía a clases. Ello fue un punto de inflexión en la discusión parlamentaria para aprobar esa ley, lo que dio en medio de la llamada Cuestión Social, que fue cuando los trabajadores comienzan a organizarse para superar una pobreza tan extendida: Chile ostentó el triste récord mundial de ser el país con la mayor tasa de mortalidad infantil en la primera mitad del siglo XX.
Población
En Puerto Montt, el Censo de 1920 estableció que en su área urbana y como capital de la provincia de Llanquihue, vivían 9.258 habitantes. La población de Chile en ese entonces era de 3.753.799 habitantes, viviendo aún el 53% de ellos en los campos, lo que en nuestra provincia era superior al 80%, muchos de ellos como inquilinos, es decir, familias completas vivían y trabajaban al interior de grandes latifundios de descendientes de alemanes.
Gracias a esta nueva Ley de Instrucción Primaria se crearon muchas nuevas escuelas para cumplir con la ley, especialmente en los fundos y zonas rurales. Justamente ese es el origen del centenario Colegio Arriarán Barros de Puerto Montt, ya que desde el 13 de marzo de 1924 comenzó sus funciones como Escuela Parroquial de hombres lo que quedó plasmado con un primer aviso en el diario El Llanquihue del 29 de febrero de ese año.
Desde los tiempos de la colonización germana del lago Llanquihue, la Iglesia Católica recibió del Estado una cuadra completa frente a la plaza de Armas donde fue inaugurada la Catedral en 1896. En esos años sólo este sagrado inmueble y la escuela parroquial en la esquina noreste ocupaban un espacio de esa manzana.
Las escuelas parroquiales eran atendidas por sacerdotes o religiosas a lo largo de todo Chile y entregaban los conocimientos básicos en religión, castellano y aritmética. Eran clases gratuitas y atendían principalmente a las familias de quienes no contaban con recursos económicos y que querían una formación católica para sus hijos.
Homenaje
Como lo indicaba en 1943 el Libro de la Provincia: "Mucho tiempo antes funcionaba la escuela parroquial, en el edificio ubicado en calle Benavente esquina San Martín. Esta escuela llevó después el nombre de San Juan Evangelista y finalmente el de Arriarán Barros, en homenaje a la señorita Carmela Arriarán Barros, generosa donante del magnífico edificio, construido también por don José Pérez, donde actualmente funciona con más de 300 alumnos". Desde 1920 y hasta 1926 el Párroco de Puerto Montt fue el sacerdote diocesano Juan Lorenzo Elgueta, nacido en 1893 en Ancud quien venía estuvo a cargo de la parroquia de Maullín donde dirigió la construcción de sus 2 templos que son hoy Monumento Nacional. Este personaje poco reconocido, fue quien impulsó la fundación del Colegio Arriarán Barros para lo que, de acuerdo a la primera invitación a matricularse en la Escuela Parroquial de 1924, él contrató como primer director al joven Lorenzo Labraña, profesor titulado en la Escuela Normal del Arzobispado.
El profesor Labraña en 1933 se trasladó a Santiago donde fue también el primer director del Colegio católico Domingo Matte Masías.
Desde 1924, la matrícula del Colegio Episcopal Arriarán Barros fue creciendo rápidamente gracias a la construcción del primer establecimiento educacional de hormigón de dos pisos en Puerto Montt, el que reemplazó a la pequeña casa de madera y que fue posible gracias a la donación de la joven aristócrata santiaguina mencionada anteriormente.
En ese espacio importante funcionaron también oficinas de la curia, talleres del diario El Llanquihue e incluso el policlínico para niños Santa Bernardita que organizó el médico Carlos Maldonado con el apoyo del Obispo Ramón Munita y de laicos de la Acción Católica.
Autoridades
Para el aniversario N°20 el diario El Llanquihue consignaba en su edición del 17 de marzo que el director era Diguer Andrade. La primera directiva de su Centro de Padres se conformó el 18 de marzo de ese mismo año y lo conformaron como su presidente su director, como vicepresidente Maximiliano Sánchez, secretario Juan Soto, prosecretario Jorge Bustamante, tesorera Blanca de Contreras, protesorera Raquel Ulloa y como directores Pedro Montes y Víctor Barrientos. Su objetivo declarado fue: "ir al fomento de la cultura y deportes de los alumnos y al mismo tiempo ir en ayuda de este plantel educacional".
El director actual del Colegio Arriarán Barros es el profesor Mauro Figueroa Calderón, cuenta con 1.240 estudiantes mixtos al máximo de su capacidad ya que sigue entregando un servicio de calidad educativa y de formación católica a un bajo costo ($600.000.- anuales).
Esta primera aproximación a su historia es sólo un esbozo necesario para confirmar hechos, pero resulta necesario seguir investigando en profundidad para reconocer a todos quienes han contribuido a fortalecer una de las Comunidades Educativas Religiosas más fuertes y vivas que nunca en la región de Los Lagos.