Asignaciones parlamentarias
En medio de un Imacec de 0% y de recorte de presupuesto para Los Lagos, un diputado local ha pedido más recursos para su labor.
"Esto no ha sido ajustado a los valores actuales por demasiados años y se está transformando en un problema, y cuando estos problemas no se enfrentan, da pie para que algunos quieran saltarse las reglas y hacer las cosas de manera indebida". Esa fue parte de la exposición que esta semana dio en el Congreso el diputado Jaime Sáez (Frente Amplio), representante del distrito 26, para justificar su sentida necesidad de aumentar las asignaciones parlamentarias y así cumplir de mejor manera su sacrificada labor territorial, esto es, movilizarse entre Puerto Montt y las otras comunas que le toca representar: Calbuco, Maullín, las 11 de Chiloé y las 4 de Palena. Llamó a sincerar las cosas y advirtió que "la asignación parlamentaria no representa y no refleja el alza del costo de la vida y dificulta la acción parlamentaria".
Cuando se conocen las encuestas en que el Parlamento exhibe una muy baja aprobación ciudadana, es, entre varias razones, por este tipo de expresiones. Cuesta comprender que en el actual momento del país, con una inflación que da señales de no poder ser controlada, con un Imacec de 0% (que da cuenta de un crecimiento nulo, por más que los ministros intenten maquillarlo) y una escala salarial que al menos en Los Lagos está lejos del promedio nacional, los representantes elegidos por votación popular den tales muestras de desconexión.
El país no está creciendo y el Ministerio de Hacienda, apurado por una realidad que no admite poesías ni sueños, está comenzando a ajustar el cinturón para el próximo año. Una muestra de aquello es el recorte ordenado por la Dipres para el presupuesto de Los Lagos, con $10 mil millones menos y un 80% de recursos que quedarán amarrados porque no hay plata. Y aun así, con toda esta evidencia, el diputado Sáez, sólo tres años después de haber sido electo para convertirse en un joven diputado, pide más recursos para su labor territorial.
Lo inquietante no fue sólo su apremiante solicitud. También lo fue la argumentación de "saltarse las reglas y hacer las cosas de manera indebida", deslizando que con pocos recursos, los parlamentarios pueden cruzar el río hacia terrenos fangosos. Si no se entiende, la palabra corrupción está clarita entre líneas.
El país necesita volver a crecer y francamente no hay agua en la piscina de los recursos públicos. Ese debería ser el foco de los diputados en esta época de crisis, contribuir a que el país crezca, no decir que los recursos que hoy reciben no les alcanza para su rol.