El aumento de gases de efecto invernadero y de la temperatura es una bomba de tiempo que amenaza con el derretimiento de los casquetes polares y con ello, un enorme riesgo sobre países y zonas costeras densamente pobladas.

Los expertos responsabilizan al ser humano por estas alteraciones y advierten que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, porque las consecuencias del cambio climático se están evidenciando en fuegos que han arrasado zonas de Estados Unidos, diluvios que inundan España, Alemania o China, o termómetros que rozan los 50º C en Canadá.

Por ello, estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono. Los investigadores dicen que el camino a seguir es conocido: impulsar la transición hacia una economía que ponga fin al uso del carbón y las energías fósiles antes que destruyan el planeta.

En nuestro país, se han dado pasos importantes con el fin de mitigar los daños que se producen a la naturaleza y al cambio climático y nuestra región cumple un rol prioritario en una transición que mitigue los peligrosos efectos.

Chile tiene un rol significativo en la lucha contra el cambio climático, no solo por su vulnerabilidad a eventos climáticos extremos, sino por su posición estratégica y su abundancia de recursos naturales. Al contar con vastos desiertos y extensas costas, Chile posee uno de los mayores potenciales mundiales para generar energía solar y eólica. Además, su plan de descarbonización, la protección de ecosistemas clave, como sus bosques nativos y áreas costeras, que actúan como importantes sumideros de carbono.

Es cierto que somos un país y una región pequeña, pero ejercemos un liderazgo en políticas climáticas en América Latina y para el mundo.

La hipertrofia de la opinión, una de las consecuencias más profundas de la transformación tecnológica de este siglo, muchas veces da para cuestionarse por qué y para qué emitir un juicio. La inmediatez y facilidad de acceso a la palestra vía internet, de un lado arrastró muchos códigos con los que antaño se manejaba la información y del poder. Enhorabuena aunque nos cueste una que otra transformación turbulenta en lo social. Pero también y como resumía el semiólogo Umberto Eco, "ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad".

Algo evidente cuando la intención es navegar por el océano de las redes sociales, ejercitando la crítica a la manera clásica y en particular cuando la temática es la gastronomía. Referirse a restaurantes (o platos, productos, tendencias, entre otros temas) sí que requiere de navegantes avezados, dueños de un necesario bagaje técnico y cultural que permita una conexión honesta, coherente y sensible con lo servido sobre la mesa.

Si conseguir esa categoría es complicado en términos de inversión de tiempo y recursos, mantenerse divulgando una opinión formada en favor del sabor, en medio del presente de la industria mediática es una tarea cuesta arriba. Más cuando las voces se pierden entre el griterío de las redes sociales, casi siempre una comunidad de opiniones frágiles en argumentos y demasiado abundantes en intereses comerciales. Se comprende en buena parte entonces que un destacado y veterano cronista hispano peruano -Ignacio Medina-, anunciara su retiro del periodismo gastronómico, en medio de lamentaciones fundadas en la precariedad económica, técnica y sobre todo espiritual, tanto a nivel de medios de comunicación como del ambiente gastronómico general.

Tiene razón, los tiempos han cambiado. Los diarios y revistas de antes, capaces de financiar cenas, pasajes, carreras profesionales, esperando recibir textos teñidos de veracidad profesional casi, casi no existen, sobre todo en Latinoamérica.

Pasó el tiempo de los castillos de papel (de diario) y se entiende el pase a retiro de los viejos tercios y sus desprecios para con la actualidad mediática. Sin embargo el ejercicio de la crítica aunque débil, persiste. Prosigue en un puñado de profesionales, quizá fondeados en caletas virtuales o redactando en algunas menguadas páginas de prensa, ofreciendo con el tino de su experiencia -larga en varios casos- su arsenal retórico. No con el interés y aclamación de antes, pero adaptándose con dignidad y atención a las circunstancias.

Hasta nuevo aviso, en la crítica gastronómica ya no hay generales sino guerrilleros. Aguantando medio agazapados en la selva medial y pensando -de manera utópica, por qué no- que algún día los tontos del pueblo ya no necesitarán decir tantas verdades.

80 años | 5 de noviembre de 1944

Vicepresidente inaugura planta Pilmaiquén

En una ceremonia que fue encabezada por el vicepresidente Alonso Quintana Burgos, fue inaugurada la Planta Hidroeléctrica Pilmaiquén, construida por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y que proporcionará energía eléctrica a una zona comprendida entre Valdivia y Puerto Montt. Con esta obra se termina la primera fase del plan de electrificación del país.

50 años | 5 de noviembre de 1974

Parte PAA en Puerto Montt y Puerto Varas

Hoy 5 de noviembre se inicia la rendición de la Prueba de Aptitud Académica (PAA) en Puerto Montt y Puerto Varas para los postulantes a las universidades chilenas. Los estudiantes inscritos ya retiraron sus tarjetas de identificación, documento indispensable para ingresar a los exámenes. Además, deben llevar su carnet de identidad, un lápiz grafito (Faber número 2) y otro de pasta azul.

10 años | 5 de noviembre de 2014

Serviu reparará 10 hoyos en Puerto Montt

El Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) confirmó que reparará unos 10 hoyos existentes en Puerto Montt, principalmente en Alerce, en el tramo comprendido entre la capital regional y la ciudad satélite. La mayoría de estos problemas parten en la avenida Gabriela Mistral y se extienden hasta antes de llegar a Avenida Austral y al acceso a La Vara, entre otros puntos.