Erwin Schnaidt

Las dificultades que enfrentan las familias para optar a una vivienda propia han motivado a muchas de ellas a buscar en el arriendo una alternativa temporal, a la espera de que existan mejores ofertas en el mercado y que sean accesibles a sus respectivos presupuestos.

Pero, las variaciones de precios de esos cánones no han ido de la mano con sus ingresos. En 13 años, en la Región de Los Lagos hubo un incremento de un 86,3% en esos valores promedio, según reveló la plataforma "Trayectoria de la Vivienda en Chile", desarrollada por Déficit Cero junto a Unholster, en base a datos obtenidos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen).

De esta forma, mientras en 2009 la mediana del precio de arriendo era de $134.196, para el año 2022 esto llegó aproximadamente a $250.000.

Variaciones

Los datos reportados por ese informe definen que la mediana de los precios de arriendo se mantenían estables durante la década del 2000, con $135.083 en 2003; $ 134.176 en 2006; así como los $134.196, en el año 2009. Pero, esos valores constantes hasta 2009, comienzan a aumentar progresivamente desde el año 2011, cuando se produjo el primer salto, con un valor de $141.769 (+5,6%); y siguió esa tendencia al año 2013, con $150.656 (+12,3%); en 2015 fue de $164.930 (+23%); y de $196.216 (+46,2%) en 2017.

En cuanto a los precios de arriendo a nivel nacional, la plataforma determinó que han crecido un 95,6% entre desde el año 2006 al 2022, casi doblando su precio.

Así, mientras en 2006 la mediana del precio de arriendo era de $153.344, para 2022 llegó aproximadamente a los $300 mil.

Sebastián Bowen, director ejecutivo de Déficit Cero, comentó sobre estos hallazgos: "Este incremento sostenido en los precios de arriendo refleja una desconexión entre la oferta de viviendas y la capacidad de los hogares para acceder a ellas. Es urgente que se tomen medidas para regular y aumentar la disponibilidad de viviendas accesibles en todo el país, especialmente en las regiones más afectadas".

"El desafío que enfrentamos no es sólo el incremento de los precios, sino también la capacidad de las familias para mantener sus hogares sin ver comprometidos otros aspectos esenciales de su calidad de vida. Necesitamos una respuesta coordinada que permita equilibrar la oferta de arriendo con la demanda actual", añadió.

MÚLTIPLES variables

Al consultar por esos resultados, la socióloga Marioly Torres, analista del área de Estudio de Políticas Públicas de Déficit Cero, precisó que esa variación "puede estar asociada a más de una situación en concreto. También hemos visto que en ese periodo hubo un aumento del crecimiento de la población en algunos sectores de la región, como en Puerto Montt y Puerto Varas, y eso también puede asociarse".

A ello sumó el incremento del precio de las viviendas, tanto a nivel local como nacional, alza que "ha sido superior al del ingreso de los hogares, que ha hecho que el acceder a una vivienda a través de un crédito hipotecario sea muy, muy complejo".

Torres aseguró que ello ha tenido especial manifestación "desde la pandemia en adelante, cuando las condiciones se volvieron mucho más restrictivas, como las tasas de interés o los años a los que se podía optar a ese crédito, lo que hace volver al interés en arrendar, ante la imposibilidad de comprar una vivienda. Entonces, eso fluctúa y hace generar una presión sobre los precios de los arriendos, que podría estar explicando este aumento".

Además han advertido que "los hogares necesitan más ingresos para poder acceder a un crédito hipotecario, y eso genera una restricción. Si bien se genera un stock de vivienda, porque las personas no pueden acceder a ellas, en las condiciones actuales, o en las que nosotros tomamos los datos, es un