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Reacción emocional al ver esta pintura original de Vermeer es 10 veces más fuerte que con una copia

LA HAYA. También se experimentó con obras de Rembrandt y Van Hontrorst, pero ninguna fue tan magnética con "La joven de la perla", que produce un "fenómeno neurológico particular".
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Efe

Observar en el museo la pintura original 'La joven de la perla', de Johannes Vermeer, sigue un patrón de bucle, produce una reacción emocional diez veces más fuerte que ver una reproducción de la misma, y activa fuertemente el precúneo o precuña, la parte del cerebro involucrada en la conciencia, la reflexión y los recuerdos personales.

Los resultados de una investigación neurocientífica presentados por el Mauritshuis de La Haya evidencian que el cerebro se activa de una forma distinta, más "poderosa y positiva", cuando se está ante una pintura real, frente a una copia. Un electroencefalograma (EEG) permitió ver que la reacción es hasta diez veces más fuerte cuando se observa una obra original.

El estudio incluyó Autorretrato (Rembrandt, 1669), Lección de anatomía (Rembrandt, 1632), Vista de Delft (Vermeer, 1660-61) y La violinista (Van Honthorst, 1626), pero se puso especial foco en 'La Joven de la perla' por la gran atención que logra.

"Claramente, algo sucede en nuestros cerebros con esta obra en particular que hace que gente del otro lado del mundo, Japón o Estados Unidos, venga a experimentarla, así que quisimos saber qué la hace tan especial en comparación con otras pinturas", asegura Martin de Munnik, cofundador de Neurensics, una agencia de investigación independiente especializada en neurociencia del consumidor.

En realidad, todas las pinturas "mostraron en su forma real una necesidad de ser apreciadas mucho mayor que las mismas en reproducción" y esto indica que la observación del arte provoca una reacción emocional "poderosa", algo en lo que también influyen factores como la ambientación que lo rodea, el marco de la pintura y la iluminación, dijo.

Atención sostenida

Pero en comparación con las otras pinturas, detrás de la atención que recibe 'La joven de la perla' "hay un fenómeno neurológico particular", y es que el espectador es "atrapado" por ella en un fenómeno único conocido como "bucle de atención sostenida", lo que hace que el espectador se quede más tiempo mirando esta pintura en comparación con cualquier otra investigada en este estudio.

Así, el encuentro entre espectador y la joven ocurre por pasos: el visitante primero observa los ojos y la boca, como suele ocurrir con las caras, y luego se dirige hacia la perla, llevando la atención de nuevo a los rasgos faciales, para luego volver a la perla, y así sucesivamente.

Además, al observar este cuadro de Vermeer, la parte del cerebro más estimulada, con diferencia, es la precuña, involucrada en la conciencia, la reflexión y los recuerdos de experiencias personales.

"Sabíamos que la joven era especial, pero el porqué fue una sorpresa para nosotros. El bucle de atención sostenida descubierto es la explicación detrás de todas las opiniones sobre la atención que la joven nos exige. Un impacto que se intensifica cuando la obra se admira en un museo", añade De Munnik.

Por su parte, Erik Scherder, profesor de neuropsicología en la Universidad Libre de Ámsterdam, subrayó que "observar el arte estimula el cerebro en diferentes niveles, provoca emoción, fomenta la fantasía y te hace reflexionar sobre lo que ves" y, como demuestra este estudio, "es una experiencia enriquecedora que activa el cerebro de manera óptima".

La investigación

Es cada vez más habitual encontrarse copias e interpretaciones de obras de arte en tazas, cuadernos, carpetas, objetos de decoración, entre otros, y "se podría pensar que las obras auténticas pierden relevancia, pero es todo lo contrario: lo auténtico se vuelve cada vez más importante", señaló Vera Carasso, directora de la Asociación de Museos.

Esta peculiar investigación se llevó a cabo en dos fases. La primera incluyó a diez personas, que usaron un rastreador ocular y un casco portátil de electroencefalograma, y recorrieron el museo observando las pinturas de la colección y luego vieron tres reproducciones de las pinturas en la biblioteca del Mauritshuis.

Después, otras diez personas realizaron la misma prueba, pero a la inversa, observando primero las copias y después visitando el museo para observar los originales. Los participantes tenían entre 21 y 65 años, y algunos habían visto la obra antes, mientras que para otros era su primera vez.

En la segunda fase, se realizaron escáneres cerebrales de resonancia magnética funcional (fMRI) en la Universidad de Ámsterdam a 20 personas mientras observaban reproducciones de las cinco pinturas del Mauritshuis. "Vemos reproducciones de pinturas famosas por todas partes, especialmente de 'La joven de la perla' de Vermeer. Este estudio demuestra definitivamente que una visita al Mauritshuis o a otros museos tiene un gran valor emocional añadido", concluyó Martine Gosselink, directora general del Mauritshuis.

Científicos descubren que los delfines se sonríen entre ellos mientras juegan

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Los delfines se sonríen entre ellos mientras juegan, según comprobó un equipo de investigadores que corroboró que la comunicación visual desempeñó un papel crucial en las interacciones sociales complejas en muchas especies.

Los delfines son extremadamente juguetones, pero se sabe poco sobre cómo ellos, y otros mamíferos marinos, se comunican durante el juego.

Una nueva investigación, cuyos resultados publica la revista iScience de Cell Press, comprobó que los delfines mulares utilizan la expresión facial "boca abierta" -análoga a una sonrisa- para comunicarse durante el juego social.

Los delfines utilizan casi siempre esta expresión facial cuando están en el campo de visión de sus compañeros de juego, y cuando estos perciben una "sonrisa", responden del mismo modo en el 33%de las ocasiones, según el extracto facilitado por la revista.

El juego de los delfines puede incluir acrobacias, surfear, jugar con objetos, perseguir y jugar a pelear, y es importante que estas actividades no se malinterpreten como agresión, observaron los científicos, coordinados por investigadores de la Universidad de Pisa.

Otros mamíferos utilizan expresiones faciales para comunicar su carácter juguetón, pero hasta ahora no se había estudiado si los mamíferos marinos también utilizaban expresiones faciales para indicar que estaban jugando.

La boca abierta y relajada, que se ve en muchos carnívoros sociales, en las caras de juego de los monos e incluso en la risa humana, es un signo universal de jugueteo, que ayuda a los animales, y a los humanos, a señalar que se trata de diversión y evitar así conflictos.

Para investigar si comunican visualmente su carácter juguetón, los investigadores grabaron a delfines mulares en cautiverio mientras jugaban en parejas y mientras jugaban libremente con sus entrenadores humanos.