El campeón de Chile está cesante: la falta de apoyo "golpea" al boxeo local
DRAMA. El púgil Claudio "Azteca" Laviñanza ganó el título nacional categoría peso Súper Gallo, pero debió renunciar a su trabajo para lograrlo. Una dura realidad que enfrentan a diario los púgiles que buscan el éxito en el cuadrilátero.
Con mucho esfuerzo y tesón, Claudio "Azteca" Laviñanza logró alzarse la noche del viernes como campeón nacional de boxeo en la categoría peso Súper Gallo. Una hazaña que muchos aplauden y destacan, pero desconocen la dura realidad que deben enfrentar quienes practican esta disciplina sin ningún apoyo del Estado y casi nulo del mundo privado.
Esta falta de ayuda, que "golpea" al boxeo local, se evidencia con que el campeón de Chile está cesante, debió renunciar a su trabajo para participar en la pelea realizada en La Unión la noche del viernes, donde obtuvo el preciado cinturón sin recibir el apoyo de su empleador.
El osornino de 26 años practica el boxeo desde los 10 años, siguiendo los pasos de su hermano Robinson "Ray" Laviñanza, que fue campeón nacional y latinoamericano en la misma categoría. Este deporte requiere de mucha disciplina y entrenamiento, pero lamentablemente quienes se dedican a practicarlo profesionalmente no cuentan con apoyo del Estado para dedicarse al 100%, ni tampoco de los privados mediante las facilidades en los trabajos para los deportistas.
Trabajar para boxear
"Azteca" Laviñanza estudió en el Liceo Industrial de Osorno la especialidad de Instalaciones Sanitarias y Tuberías, además de tener algunos cursos en electricidad.
"Desde que salí del liceo trabajo y también me dedico al boxeo, primero de forma amateur, pero siempre pensando en prepararme para ser profesional. Lamentablemente es muy complicado, porque en los trabajos no existe apoyo y, no es que uno pida permisos siempre, porque yo entreno antes y después de mis jornadas laborales. El problema es cuando vienen las peleas, no te dan permiso para ir un par de horas al pesaje o salir un poco antes del día de la pelea si es en la ciudad o comunas vecinas. No importa si ganas o no, ponen trabas igual", explicó el campeón osornino.
Detalló que más de dos veces ha debido elegir entre dedicarse de lleno a su entrenamiento para las peleas de competencia y su fuente laboral, "yo necesito trabajar, porque es mi sustento y espero encontrar un trabajo pronto. Cuando estaba ganando el título nacional pensaba 'ojalá me lleguen oportunidades laborales'. Por eso fue tan importante para mi ganar, porque además de abrir camino a muchos jóvenes que están en formación, puedo evidenciar que en Chile y Osorno el apoyo al boxeo, y en general al deporte, es muy escaso", comentó el "Azteca".
Esta realidad que hoy afecta a un campeón de Chile, es la de miles de boxeadores que por años han visto cómo a medida que sus golpes en el ring mejoran, las puertas laborales se les cierran.
"Es un orgullo representar a mi ciudad y agradezco infinitamente a la gente que me apoya y me sigue, porque es un público fiel. Por eso mismo espero poder realizar una velada acá en la comuna, para mostrar a mi gente el cinturón y que tenemos un campeón osornino. El boxeo es bonito y mueve mucha gente, pero cada vez está más postergado por las autoridades y las empresas que pueden ser auspiciadores. Algunos lo hacen, pero a veces. Tengo esperanzas de encontrar trabajo y que las cosas cambien para bien", dijo el joven púgil. Quienes deseen tomar contacto con el campeón, lo pueden hacer al correo electrónico claudio.laviñanza_@gmail.com.
Una realidad de muchos
Laviñanza forma parte de la Escuela de Carlos "Látigo" Uribe, quien fue un reconocido boxeador osornino en los ochenta y noventa, con varios títulos nacionales e internacionales.
"He sido testigo cómo cada vez es más escaso el aporte al boxeo en Osorno, lo que es una lástima, porque somos una ciudad cuna de grandes púgiles que han puesto el nombre de la comuna en lo alto del deporte nacional e internacional. Eso parece que no importa a las autoridades al momento de dar su apoyo o a las empresas privadas que pueden ser auspiciadores, patrocinadores y lo más importante: dar trabajo con las facilidades que merecen los deportistas del boxeo", argumentó.
Recordó que en los años setenta, ochenta y noventa el apoyo al boxeo local era masivo, muchas empresas eran auspiciadores de quienes se dedicaban al boxeo, deporte que hasta el día de hoy en sus veladas llena gimnasios. De hecho, Robinson Laviñanza, que también fue campeón nacional e internacional, enfrentó los mismos problemas laborales, lo que resulta incomprensible.
"Pocos deportes pueden decir que llenan en cada una de sus actividades los recintos donde se hacen, entonces resulta incomprensible que exista tan poco apoyo desde la misma municipalidad o de las autoridades, hasta la empresas privadas. También se generó un problema entre quienes practican, siendo que en realidad deberíamos apoyarnos todos y no tener rivalidades. Claudio Laviñanza es una muestra que cuando tienes talento, constancia y esfuerzo, puedes llegar a ser campeón de Chile y mucho más, pero requiere apoyo, al igual que los que vienen atrás de él", dijo el destacado deportista.
"Necesito trabajar porque es mi sustento y espero poder encontrar un trabajo pronto. Cuando estaba ganando el título nacional pensaba 'ojalá me lleguen oportunidades laborales'".
Claudio Laviñanza, campeón nacional Súper Gallo