Carlos Ilabaca

Con emotivas palabras, Bernarda Vera, fiscal mayor de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Maullín, grafica la preocupación de toda una comuna por la que es quizás su patrimonio histórico y cultural más reconocible. "Es el tesoro más hermoso que tenemos y en la comunidad estamos muy preocupados por la situación de nuestra iglesia, porque no queremos que caiga".

La construcción del templo comenzó en 1895, sin embargo transcurridos 129 años de la colocación de su primera piedra esta heredera de la tradición de la Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera ha soportado estoica terremotos (su última prueba fue en 2010) y el inclemente clima del sur, lo que se suma al paso del tiempo, el deterioro de los elementos constructivos y diversas plagas. Todo lo cual ha hecho mella en la edificación que el año 2017 debió ser cerrada definitivamente al público.

Los esfuerzos por recuperar la estructura, ícono de la religiosidad y de una tradición asociada a las Misiones Circulares, se extienden ya por cerca de 25 años. Según comenta su párroco, Mirson Cayupel Levicán, quien cumplió 16 años a cargo del templo, estas acciones fueron iniciadas por su antecesor, Marcelo Torres.

"En el año 2000 se formó un grupo de restauración de laicos con el párroco de aquel entonces y ellos pudieron mitigar algunas cosas, pero no todo tampoco. Cuando llegué yo el año 2007 retomamos la idea del grupo de restauración y con el Consejo Pastoral Parroquial y el Consejo Económico comenzamos a ver cómo se podía hacer alguna reparación", recordó. Ese año contaron con el apoyo de la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé, cuyo director Hernán Pressa, colaboró con la elaboración y ejecución de un proyecto para cambiar toda la antigua instalación eléctrica, trabajos que culminaron en 2009.

El párroco añadió que en 2010 se produjo el gran terremoto en la zona centro sur del país y todo el apoyo económico del Gobierno Regional y Nacional quedó congelado para priorizar la reconstrucción post catástrofe.

Fondos de emergencia

En la última década no han escatimado los esfuerzos para proteger la estructura religiosa, no obstante el trágico incendio que destruyó el pasado 16 de enero a la iglesia de Carelmapu no hizo más que revivir los peores miedos de la comunidad maullinense.

"Es una iglesia que tiene muchos años, tiene un gran valor, donde han pasado generación tras generación; ha habido bautizos, primeras comuniones, matrimonios, tantas cosas, y uno no quiere que nuestra iglesia caiga. Queremos que se haga algo", enfatiza Bernarda Vera.

Pero tal como lo reconocen todos los actores, hay proyectos en curso que están siendo desarrollados por la Municipalidad de Maullín, que lidera el alcalde Nabíh Soza.

Luego que el 19 de marzo de este año la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Maullín fuera declarada como Monumento Nacional, en la categoría de monumento histórico, el municipio comenzó a gestionar ante el Consejo de Monumentos Nacionales una solicitud de fondos de emergencia que permitan realizar arreglos necesarios para proteger al edificio.

Esta solicitud fue realizada durante el mes de agosto por el consejero Rodrigo Arismendi y recibió el respaldo en pleno del Consejo Regional, que en su última sesión en Puerto Octay aprobó enviar un oficio como institución para apoyar la petición de recursos.

Según Bernarda Vera, el templo tiene muchos problemas visibles y todos son graves, dice. La iglesia como que está cayendo, hay problemas de latas, las ventanas también se están cayendo e igual es un peligro para la gente que transita por ahí", sostiene.

Gloria Chávez, directora de Secpla de la Municipalidad de Maullín, ya en marzo de este año se inició un trabajo en conjunto con la oficina técnica regional del Consejo de Monumentos Nacionales para la solicitud de recursos de emergencia, ya que preliminarmente