Ministra de la Mujer es cuestionada por despido de directora que duró dos días
POLÉMICA. Isabel Amor fue contratada el 2 de agosto y desvinculada 48 horas después. Acusa que la medida se tomó porque su padre está condenado por derechos humanos y afirma que esta situación "debería costarle el puesto a alguien".
Isabel Amor fue contratada el 2 de agosto pasado como directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género en Los Ríos, cargo al que llegó a través de Alta Dirección Pública. Apenas dos días después se la sacó del cargo. La directora nacional de SernamEG, Priscilla Carrasco, acusó "pérdida de confianza", lo que está dentro de sus atribuciones, pero el caso se convirtió en un escándalo que ya ha subido de nivel con cuestionamientos a la ministra Antonia Orellana.
La controversia estalló luego de que el fin de semana, en el suplemento Sábado de El Mercurio, Amor expusiera su caso en detalle: contó de su trabajo como consejera y directora en la Fundación Iguales, sus años como directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) en Ñuble, su renuncia a dicho cargo para asumir en el SernamEG, el embarazo de su esposa y la condena confirmada por la Corte Suprema contra su padre, Manuel Amor, médico y militar en retiro, como encubridor de torturas en el Estadio Nacional en 1973.
También atribuyó a esto último su rápida desvinculación de un cargo que la había hecho cambiarse de ciudad con su familia, lo que la sorprende, porque dicha condena fue dejada a firme cuando se desempeñaba en el INDH y ante presiones por sacarla la directora en ese momento, Consuelo Contreras, lo descartó porque "despedir a alguien por su vinculación filial es discriminación". Dice que la misma postura tuvo la directora nacional de SernamEG cuando ella se lo enfatizó. Pero luego las cosas cambiaron. Y hoy acusa una "persecución política".
"Suena raro"
Como el conflicto escaló a nivel de discusión nacional, la ministra de la Mujer se vio obligada a intervenir. En una entrevista que concedió a radio Cooperativa, en la que expuso que "la confianza sí se puede perder en un par de días u horas si uno descubre que hubo activa omisión de información relevante o hay falta de criterio a la hora de abordar determinadas situaciones".
"Suena raro, pero no por raro deja de ser posible perder la confianza tan rápido. Yo no consideraba posible que alguien perdiera de la confianza de su jefatura en dos días, pero pasó. En nuestro servicio trabajamos con víctimas, por lo que factores como el tino y saber relacionarse son importantes", continuó.
"La confianza se pierde a partir de que ella señaló que, al enfrentar el caso de su padre, no relativizaría la gravedad, y eso es precisamente lo que se hace en esa primera versión" del texto periodístico, que -acusó- luego fue "editado muy convenientemente, pero los dichos están".
Advirtió que "si se decide ir por la vía judicial, vamos a exponerlo para mostrar que, en mi opinión y de nuestro servicio, los dichos ahí reflejados eran entendibles para una hija, pero no para una autoridad".
Amor dio ayer una serie de entrevistas para expresar su punto de vista y en radio Biobío dijo que las autoridades han actuado con "torpeza intelectual" (ver página seis).
En respuesta a la secretaria de Estado afirmó que "quien relativiza es ella, y yo creo que lo que está tratando de hacer la ministra Orellana es ensuciar la entrevista, porque la entrevista es esencialmente la misma. Yo soy una defensora de Derechos Humanos, pero no soy una persona que tenga realmente un poder sobre los medios para decir que ponen y que no ponen".
"Esto que dice la ministra Orellana de decir que la entrevista relativiza el compromiso con los Derechos Humanos, ¿dónde está la relativización? A mí me preguntan si yo le creo mi papá y yo le digo 'sí, yo le creo a mi papá', porque lo que dice la sentencia firme y ejecutoriada y lo que me dijo mi papá es lo mismo".
Al medio ExAnte dijo que "esto debería costarle el cargo a alguien", y ante la pregunta de si ese alguien era la ministra, contestó que "por lo menos a Priscilla Carrasco, la directora nacional de Sernameg, por el mal manejo comunicacional. Están haciendo un juego de manotazos para poder salir del agua, pero lo hacen cada vez peor. Lo que están haciendo, cada vez más, es ensuciar mi nombre".