Originarios
Renato Alvarado , Médico puertomontino
La prensa informa que haciendo efectiva la Ley Lafkenche, una agrupación de comunidades que se declaran indígenas, han hecho la solicitud de prácticamente la totalidad del golfo de Reloncaví. Al proyectar en la práctica las consecuencias de tal ley, y de la nueva realidad que se crearía si se hiciese efectiva, el resultado ha sido desastroso y las emanaciones de oportunismo y codicia se han hecho tóxicas. Yo creo que lo malo es la ley, no sólo porque de entrada vulnera uno de los principios conquistados por los pueblos a lo largo de duras luchas: la igualdad ante la ley, sino también porque incentiva a sacar a relucir lo peor de nosotros, nuestras leyes deberían propiciar la justicia social, no los privilegios de grupo. Esta ley es un buen ejemplo de la pésima calidad de nuestros políticos profesionales, de nuestros legisladores, para quienes el único principio rector parece ser "como salgo en la foto" y cuyo mayor terror es ser funado en las redes sociales; por esta razón hacen sus famosas "leyes con nombre", de acuerdo a lo que perciben como el estado emocional imperante en las redes.
La causa mapuche, la reivindicación de los peñis sobre su territorio en la Araucanía, está basada en una sólida verdad histórica, hay un registro fidedigno de abusos, crímenes y estafas a gran escala; es una causa justa y es lógico que una ley que se presenta como medida de justicia sea aprobada; lo que no es lógico es que sea aprobada a ciegas y sin precisar cual es su espíritu, y por lo tanto su alcance. Ocurre que un pueblo, una gente, no es una abstracción, no es un concepto que flota en el aire, es población de carne y hueso y con historia, con cambio y evolución, con distinto significado según el momento y lugar; la familia Guzmán puede ser originaria en Madrid, pero no acá, la familia Hoffmann puede ser originaria en Berlín, pero no acá, la familia Lincomán puede ser originaria en Cañete, pero no acá.
¿Será mucho pedir a nuestros legisladores que lean un par de páginas de historia? Tal vez así se enterarían de que aquí sí hubo un pueblo originario, pero que ya no existe. El pueblo chono se llamaba, eran nómades costeros que habitaron este archipiélago por miles de años; eran gente pacífica, que nunca tuvo guerras, nunca hizo armas, sólo herramientas. Ya bien entrada nuestra era llegó desde el norte un pueblo guerrero y los liquidó.
El modo de producción huilliche no necesitaba mano de obra servil, de modo que los chonos fueron simplemente exterminados; los huilliches hicieron con los chonos lo mismo que más tarde hicieron los blancos con los selknams. ¿Puede el conquistador apropiarse no sólo del territorio, sino también del título de "originario"? La aparición de "comunidades mapuches originarias" ¡en Aysén! no hace más que evidenciar lo grotesco del oportunismo desatado por la dichosa ley. Con un poco de seriedad y rigor científico nos ahorraríamos un conflicto social artificial.