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PaleontOLOGÍA

Identifican tres especies de canguros gigantes que habitaron Australia hace 40.000 años

TASMANIA. Los ejemplares de una de las especies pesaban 170 kilos.
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Agencias

Un grupo de investigadores identificó tres nuevas especies extintas de canguros gigantes prehistóricos que habitaron Australia, la isla de Tasmania y la isla de Nueva Guinea hace por lo menos más de 40.000 años.

Esta investigación reveló que estas tres especies del género extinto protemnodon se adaptaron a los diferentes hábitats prehistóricos en los que vivieron, según publica la Universidad Flinders en Australia.

"Por ejemplo, ahora se sabe que las diferentes especies de protemnodon habitaron una amplia gama de hábitats, desde la árida zona del centro de Australia hasta las montañas boscosas de Tasmania y Nueva Guinea, donde hay grandes precipitaciones", explicó Isaac Kerr, autor principal del estudio.

Estos canguros protemnodones, que habrían habitado el planeta hasta una antigüedad de cinco millones de años, también se desplazaban de distintas maneras, algo que contradice investigaciones previas que apuntaban a que eran cuadrúpedos.

"Nuestro estudio sugiere que esto es cierto sólo para tres o cuatro especies de protemnodon, que pueden haberse movido algo así como un quokka o un potoroo (animales endémicos de Australia), es decir, saltando sobre cuatro patas a veces, y saltando sobre dos patas otras", acotó Kerr.

La bestia

La especie más grande identificada por el equipo de Kerr es el 'Protemnodon viator' ('viajero' en latín), que tenía extremidades largas, musculatura fuerte y pesaba unos 170 kilogramos.

Esta bestia -que duplicaba en tamaño un canguro rojo macho, que actualmente es el más grande de los marsupiales modernos- se adaptó "muy bien" a los paisajes áridos del desierto australiano, de acuerdo al comunicado.

Otra de las especies extintas identificadas es el 'Protemnodon mamakurra', un canguro grande con contextura robusta y gruesa (aunque un poco más pequeño que el viator), que habitó la costa sur y sureste de Australia, así como las montañas de la isla de Tasmania.

El 'mamakurra' -que en una de las lenguas aborígenes significa 'gran canguro- probablemente era lento y poco eficiente, y "es posible que saltara en contadas ocasiones, quizá sólo cuando se sobresaltaba", precisó Kerr.

La tercera especie extinta identificada es el 'Protemnodon dawsonae' (en honor a la paleontóloga australiana Lyndall Dawson), que era un canguro saltarín de velocidad media cuyas características se conocen menos debido a que se disponen de menos datos sobre su pasado.

Pese a sus diferencias de tamaño, adaptaciones, hábitat y distribución geográfica, los protemnodones, junto a otros animales emparentados, se extinguieron hace unos 40.000 años en la zona continental de Australia, aunque sobrevivieron un poco más en Nueva Guinea y Tasmania.

"Entonces, la isla de Nueva Guinea y Australia continental estaban conectadas por vías terrestres dado que los niveles de las aguas eran mucho más bajos, permitiendo que varios animales gigantes se adentrasen a los bosques papús hasta el surgimiento de las Islas del Estrecho de Torres", dijo Gavin Prideaux, coautor del estudio, para el cual los científicos tomaron y realizaron escáneres tridimensionales de 800 ejemplares fósiles hallados en Australia y Nueva Guinea, un trabajo que duró cinco años.

Una niña descubre los restos que confirman una nueva especie de reptil marino, el más grande conocido hasta ahora

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En mayo de 2020 mientras buscaban fósiles en una playa de Devon, en el suroeste de Inglaterra, un padre y una hija de 11 años hallaron restos de una mandíbula de dos metros que resultaron ser similares a otros encontrados en 2016 y pertenecer a un nuevo tipo de reptil marino, el más grande conocido hasta ahora.

Ocho años de trabajo de investigadores de la Universidad de Bristol y de la Universidad de Manchester culminaron con la descripción una especie desconocida hasta ahora, a la que denominaron ictiosaurio gigante ('Ichthyotitan severnensis'), que significa "lagarto pez gigante" por su tamaño de más de 25 metros.

Aspecto

El hallazgo, publicado en la revista Plos One, habla de una especie de aspecto similar a los delfines actuales pero en versión gigante -el doble de tamaño que un autobús urbano normal- que vivió en el Triásico Superior, en una época conocida como el Rhaetiense.

El análisis de las estructuras internas de los huesos de la última mandíbula encontrada confirma que pertenecen a un ictiosaurio y revela que el animal aún estaba creciendo en el momento de su muerte.

Los huesos datan concretamente de hace 202 millones de años, a finales del periodo Triásico, cuando los gigantescos ictiosaurios nadaban por los mares mientras los dinosaurios caminaban por la Tierra.

Aunque otras especies de ictiosaurios siguieron habitando los océanos durante más años, los investigadores creen que su versión más gigante se extinguió durante el Triásico-Jurásico hace 200 millones de años, y este grupo único de reptiles marinos nunca volvió a alcanzar un tamaño tan grande, que es similar también al de una ballena azul.

Las rocas en las que se encontraron los fósiles indican "que un cataclismo habría provocado una extinción masiva global del Triásico Tardío, que habría acabado con estos reptiles marinos gigantes".

Estos dos huesos aparecen unos 13 millones de años después que sus parientes geológicos más recientes, el Shonisaurus sikanniensis de la Columbia Británica (Canadá) y el Himalayasaurus tibetensis del Tíbet (China).

Hallazgo

Los primeros restos de mandíbula de ictiosaurio gigante fueron hallados en 2016 cerca de la playa de Lilstock, Inglaterra, por el investigador Paul de la Salle, y descritos en 2018 en una investigación liderada por el paleontólogo experto en ictiosaurios, Dean Lomax, de la Universidad de Manchester, autor también del presente estudio.

En 2020, mientras visitaban el yacimiento, Justin Reynolds y su hija Rubi, de 11 años, descubrieron restos de una nueva mandíbula en la playa de Brauton, una localidad cercana de Lilstock, donde se halló la primera.

"En 2018 mi equipo había descrito la mandíbula gigante que halló Paul de La Salle en 2016, y esperábamos que algún día saliera a la luz otra. Este nuevo espécimen es más completo, está mejor conservado y demuestra que ahora tenemos dos de estos huesos gigantes -llamados surangulares- que tienen una forma y una estructura únicas", explica Lomax.

El paleontólogo reconoce que le sorprendió mucho que Justin y su hija Rubi "reconocieran que la mandíbula encontrada coincidiera con la hallada en 2016" y le contactaran.

La joven investigadora

"Les pregunté si les gustaría unirse a mi equipo para estudiar y describir este fósil, incluido ponerle nombre y no dejaron pasar la oportunidad".

Rubi, que ahora tiene 15 años, es una de las autoras del presente estudio: "Es una Mary Anning en potencia", dice Lomax en referencia a la paleontóloga británica del siglo XIX, autora de importantes hallazgos sobre los lechos marinos del período Jurásico.

"Estas mandíbulas son una prueba tentadora de que algún día podremos encontrar un cráneo o un esqueleto completo de uno de estos gigantes. Nunca se sabe", concluye Lomax.

Los restos fósiles del nuevo reptil marino gigante se expondrán próximamente en el Museo y Galería de Arte de Bristol.