Cultura preventiva
El 27F es un mal recuerdo y sólo cabe expresar el pesar a quienes perdieron a algún ser querido. La historia de Chile está marcada por los terremotos. Cada cierto tiempo sufre con fuerza los embates de la naturaleza. El hombre es un lobo para el hombre o contextualizándolo a un mejor lenguaje, los seres humanos son lobos para los seres humanos.
El pasado martes se cumplieron 14 años desde que el terremoto de magnitud 8.8 Richter golpeó la zona comprendida entre Valparaíso hasta Los Lagos. El terremoto del 27 de febrero de 2010, de los más fuertes ocurridos en el mundo desde que existen registros, fue seguido de un tsunami que arrasó varias localidades costeras e islas. Dejó escenarios inimaginables y rostros inconsolables, con 525 muertos (126 por el tsunami), 800 mil damnificados y daños que se calcularon en más de 30.000 millones de dólares.
En el recuerdo quedó el comprensible dolor de quienes perdieron a sus seres queridos o sufrieron la destrucción de sus viviendas y bienes. Pero la mayoría de las familias soportaron en forma estoica las miles de réplicas que registraron los sismógrafos, se pusieron de pie y dejaron atrás la tragedia. Hubo un gran dinamismo inmobiliario impulsado por el proceso de reconstrucción. Hoy la ciudadanía puede apreciar la cantidad de edificios, conjuntos habitacionales y centros comerciales nacidos posterremoto. El país se levantó rápido, reordenó su aparato productivo, mientras las autoridades adoptaron las políticas económicas que favorecieran el crecimiento y la inversión, y construyeron las casas para damnificados. Tras catorce años, la tragedia es un mal recuerdo y sólo cabe expresar el pesar a quienes perdieron a algún ser querido o sufrieron daños.
Luego de muchos simulacros, hoy las familias tienen mayor cultura preventiva y la mayoría sabe hacia dónde debe dirigirse tras la activación de las alarmas de tsunami, lo que permite estar mejor preparados ante estas emergencias. Esa planificación preventiva debe adoptarse también respecto de los recurrentes incendios forestales.