El cine chileno
La industria cinematográfica es tan lucrativa y relevante que conforma parte de la Economía Naranja. Se estima que al 2022 la Economía Naranja representó el 3% del PIB mundial y empleó a más de 30 millones de personas.
Los premios Oscar son el máximo reconocimiento al talento cinematográfico. Estas obras son como abrir una puerta al mundo para conocer nuestra historia, cultura y de lo que somos capaces.
Tal como explica Tony Sarroca, director creativo de Simple, en el pasado Gabriela Mistral y Neruda abrieron las puertas. Hoy lo hace Pedro Pascal, que nunca deja de nombrar a su Chile querido. Ahora es Maite Alberdi, quien acaba de ganar el premio a Mejor película iberoamericana en los Premios Goya. Y por supuesto Pablo Larraín.
Nuevamente abren nuestras puertas a una industria que hace mucho ya no solo se le identifica como el séptimo arte, sino que pasó a ser una expresión audiovisual capaz de incidir en la cultura, en las sociedades y que, sin lugar a dudas, se convirtió en una industria muy lucrativa. Tan lucrativa y relevante que conforma parte de la Economía Naranja, motor de desarrollo social y económico para el mundo.
Se estima que al 2022, la Economía Naranja representó el 3% del PIB mundial y empleó a más de 30 millones de personas. Según Sarroca, si vemos el negocio de la TV y del streaming, estos necesitan ofrecer constantemente contenido de calidad por la fuerte demanda de las audiencias. Quienes generen este contenido como La Memoria Infinita o El Conde, serán parte de esas plataformas y de esa demanda que solo crece.
Si tratamos de cuantificar la cantidad de contenido que se genera y que es potencial candidato a una nominación, sabremos que son miles, lo que hace que el mérito sea aún mayor. Por lo mismo, estar nominados hace muy bien a la imagen país. Y ganar, aún más. El mejor de los éxitos para nuestro cine chileno.