Vicente Pereira

"La desinformación socava la democracia. Es una amenaza y pasa sobre todo en las plataformas digitales", reflexiona Nicole Cardoch, subsecretaria de la Secretaría General de Gobierno, respecto a los riesgos que existen cada vez que se difunden noticias falsas, conocidas como "fake news" y que -asegura- "viajan seis veces más rápido que las verdaderas". En su reciente visita a la región desplegó una agenda en las provincias de Llanquihue, Osorno y Chiloé. En esta última firmó un convenio con la Asociación Chilena de Municipalidades para promover la participación ciudadana en los municipios.

-El principal reclamo de las organizaciones es que su voz no es determinante.

-Queremos ir avanzando en que la voz de las personas tenga incidencia en la toma de determinaciones y para eso preparamos una modificación a un proyecto de ley sobre la participación ciudadana en la gestión pública, con el objetivo que conteste a esta demanda y se haga cargo de esta frustración.

Relación con medios

-¿Cómo evalúa la relación del Gobierno con los medios de comunicación?

-En nuestra cartera, la Secretaría General de Gobierno, en la relación con el ecosistema de medios en general y las vocerías de Gobierno, donde siempre está nuestra ministra Camila Vallejo presente, hemos avanzado mucho en la agenda de fortalecimiento de estos, porque no se trata sólo de abrir el abanico donde las autoridades políticas pueden conversar, sino que también en ver cómo potenciamos las iniciativas de medios de comunicación social, que son fundamentales para la democracia, ya que está comprobado que donde existen medios fuertes la democracia se vuelve más profunda y más fuerte.

-¿Hubo un giro en las comunicaciones del Gobierno luego del cambio en el equipo de comunicaciones del Presidente Gabriel Boric, tras el ingreso de Nicole Vergara como nueva jefa? Por ejemplo, antes llegaban ministros a Puerto Montt y los medios se enteraban después, hoy, en cambio, ofrecen entrevistas.

-Siempre hay espacio para mejorar y es lo que estamos tratando de realizar. Reconozco el valor que le ha puesto la ministra Vallejo, quien no sólo realiza vocerías desde La Moneda, sino que también en terreno, en regiones, hablando con radios comunitarias o diarios regionales, por ejemplo, y ello es una impronta que queremos fortalecer.

-Pero el Presidente Gabriel Boric, cuando ha visitado Puerto Montt, ha efectuado puntos de prensa sin la posibilidad de realizar preguntas...

-Vamos a verlo. Pero lo relevante es entender que quizás se debe a otras razones. Tenemos también una herramienta, Gobierno Informa, que es un punto de comunicaciones abierto, donde pueden llegar preguntas de todos los medios regionales y que se trata de responder en una pauta con ministros referidos a ciertas temáticas. Y todas las semanas hacemos este ejercicio. Acá hay autoridades regionales. Está la delegada presidencial (Giovanna Moreira), que es la visión del Presidente en la región y las autoridades regionales han sido mandatadas para estar en terreno y presentes en el debate en los medios de comunicación.

-El Presidente ha dicho incluso que no lee los diarios. ¿Usted los lee?

-Claro que sí. Soy periodista y estoy en la Secretaría General de Gobierno. Siempre trato de estar al tanto de todo, aunque siempre se puede pasar una noticia por ahí (...), porque usted sabe que ahora la contingencia cambia a cada segundo. Además, hay que estar promoviendo un debate con información certera.

-¿Cómo abordan la desinformación?

-La desinformación socava la democracia. Es una amenaza y pasa sobre todo en las plataformas digitales, donde las noticias falsas viajan seis veces más rápido que las verdaderas.

-Hoy es suficiente un celular y una cuenta de red social para crear un medio que sea validado por las autoridades, aunque no esté regido por la Ley de Prensa.

-Es una materia que venimos trabajando desde hace dos años en el Gobierno. Hicimos una mesa denominada "Más voces y más democracia", en la cual conversamos sobre los desafíos en las comunicaciones en el país con medios de todo tipo, digitales, de radio y el Colegio de Periodistas, entre otros. Nosotros queremos avanzar en que exista una conciencia y responsabilidad para entender que la comunicación o que ciertas opiniones tienen que ser responsables a la hora de entrar al debate público.

-¿Falta educación de la ciudadanía para diferenciar entre una información real y una falsa?

-El gran problema de la desinformación es que se aprovecha de grupos vulnerables, como niños y jóvenes que crecieron bajo otro ecosistema de medios, lo mismo que las personas mayores que caen en estafas a propósito de esta situación. Estamos trabajando en alfabetización digital, en cuanto a entender que en las plataformas digitales tiene existir responsabilidad, saber donde chequear la información y entender que las audiencias tienen derechos y que nuestros datos tienen que estar protegidos.

Denuncias

-El Colegio de Periodistas a nivel local ha expuesto situaciones de maltrato a periodistas en seremías y servicios. ¿Cómo analiza esta situación?

-La seremi de Gobierno, Danitza Ortiz, ha estado en conversaciones con el Colegio de Periodistas, entidad con la que tenemos una excelente relación. Esta agenda de fortalecimiento de medios la estamos trabajando con ellos. Las denuncias se tienen que ver en cada ministerio y con cada protocolo. Las instituciones públicas cuentan con protocolos que protegen tanto a quienes denuncian, como a quienes están referidos en ella, porque hay que asegurar el debido proceso.

Vivimos en un país de emergencias y desastres naturales. A nuestra impredecible geografía de terremotos, volcanes e inundaciones, en la última década se han venido sumando los incendios y megaincendios forestales / urbanos.

Sean debido a una improbable epidemia de piromanía nacional, una inmoral estrategia de especulación inmobiliaria, o un macabro test de esfuerzo para los gobiernos en temporada estival, los megaincendios se han ido convirtiendo en una brecha de seguridad pública que todavía lucha por colarse en la discusión de seguridad, politizada por temáticas como la infraestructura crítica y la decisión de militares en las calles.

Con cientos de víctimas de los fuegos, miles de hectáreas devastadas y varios días de duelo nacional, requerimos una legislación y programas más actualizados para estas crisis.

Por esto se debe revisar la legislación forestal y normativa de Conaf, que le permita no sólo el manejo boscoso, sino fiscalizar y mandatar acciones frente a los riesgos de incendio detectados en predios públicos o privados.

De más está decir que en alianza con bomberos, son estas las instituciones más capacitadas para manejar unidades de respuesta rápida que debiesen contar con dotación de voluntarios y transportes aéreos aljibe.

También necesitamos detener las posibles ganancias indirectas de estos siniestros, impidiendo el cambio del uso de suelo quemados para otras funciones que no sean la restauración.

Además, se debe crear una unidad policial especializada en la investigación de estos siniestros, persiguiendo no solo acciones de quemas agrícolas irresponsables o no autorizadas, sino incluso la posible existencia de intereses con horizontes y financiamientos más amplios.

Poco se ha hablado del tremendo daño a terrenos agrícolas familiares que han recibido año a año con estos incendios, sequía y pandemia.

Sería importante convocar una mesa intersectorial dirigida por la Seremi de Agricultura y/o Economía, donde estas familias de agricultores puedan ser escuchadas y se pueda analizar estrategias para reactivarlas productivamente, evitando el que caiga en el estancamiento esas economías locales.

Y finalmente, se debe capacitar a líderes y lideresas de la comunidad que puedan hacer acciones de identificación y control de riesgos frente a distintos siniestros y desastres naturales conocidos a nivel local, así como acciones iniciales de respuesta a la espera del despliegue de unidades centrales.

Esto se puede lograr creando un programa de entrenamiento civil para jóvenes y voluntarios, similar al servicio militar, pero liderado por una mesa intersectorial de Senapred y dirigido a seguridad ante emergencias, incluyendo desde primeros auxilios médicos y psicológicos, hasta la dirección de operativos de evacuación, pasando por el racionamiento y distribución de víveres, restablecimiento de líneas de comunicación, acciones iniciales de salvataje, entre otras.