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Agrega que los colegios e internados en las zonas rurales cumplen una labor de enlace y acercamiento entre las comunidades estudiantiles y el entorno de los habitantes del sector. "Somos como una gran familia, ya que acá los alumnos externos y los internados pasan gran parte de su día a día, se genera una relación de protección y educación muy importante, pero que es también muy desconocida por las personas que viven en las áreas urbanas. Es claro que la matrícula en los internados ha bajado, lo que incluso obliga a cerrar este tipo de sistemas en muchas comunas, pero es básico mantenerlos, porque son clave para entregar igualdad de acceso a la educación e igualdad de oportunidades a niños y jóvenes del campo y la ciudad", enfatiza el directivo.
Javiera Yáñez, alcaldesa de Curaco de Vélez, detalla que como municipio son sostenedores del Liceo Alfredo del Carmen Barría Oyarzún, que cuenta con cerca de 450 alumnos de pre kínder a cuarto medio, de los cuales más de 100 están internos.
"Es muy complejo mantener funcionando los internados, lo que se evidencia en que muchas comunas han tenido que cerrarlos por la falta de apoyo financiero del Estado. En Chiloé, un archipiélago con muchas islas interiores, la única posibilidad de estudiar para muchos niños y jóvenes es ir a un internado. Hablamos de zonas donde los estudiantes no tienen opción de llegar diariamente a los establecimientos, porque no hay acceso por tierra, sólo por mar. Pero el financiamiento del Estado es brutalmente mínimo", apunta la jefa comunal.
Agrega que se deben cubrir todos los gastos básicos, como calefacción, alimentación cuatro veces al día, útiles de aseo, personal adecuado, entre otros factores que permiten que los estudiantes encuentren un espacio seguro, confortable y acogedor para permanecer durante la época estudiantil.
"Los apoderados y estudiantes agradecen esta oportunidad. Le entregamos educación a niños y jóvenes que vienen de toda la provincia y sabemos que es la única opción que tienen para estudiar, por eso lo mantenemos abierto, por una mirada social y no económica. Igual en las últimas décadas se ha notado una merma en la cantidad de estudiantes internos, pero aunque fuera uno debemos darle esta opción. Cuando nos reunimos con el Presidente Gabriel Boric, entre los temas abordados estuvo justamente el de las subvenciones a los internados y se comprometió a revisar para mejorarla. Esperamos que esto ocurra, porque será clave para que podamos seguir acortando brechas educacionales entre niños y jóvenes de las zonas rurales y urbanas", enfatiza la alcaldesa.
Enio Maragaño (38 años) recuerda que desde 7° a 4° medio estudió internado en un liceo de la provincia de Llanquihue. "Al igual que mis hermanos tuve una época muy bonita, porque en esos años donde vivían mis padres no había un camino con acceso expedito, sobre todo en invierno. Lo que me llama la atención es que aún existan internados, porque la gente piensa que son una figura que ha desaparecido y es verdad, muchos se han cerrado, pero otros siguen dando cobijo a niños, tal como fue mi caso, que sin esa opción no tenía ninguna posibilidad de estudiar para llegar a ser un profesional como hoy puedo decir con orgullo. El internado puede ser una etapa maravillosa siempre y cuando los encargados entreguen amor y dedicación", dice el ex alumno internado en Puerto Montt.
Hogares y residencias
Otra línea de apoyo a los estudiantes de zonas rurales, aisladas y extremas, es la ejecución de la línea de Programa de Residencia Familiar Estudiantil de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), que en la Región de Los Lagos beneficia a 946 niños y jóvenes de educación básica y media distribuidos en la provincia de Chiloé (511 beneficiados), provincia de Osorno (64 beneficiados), provincia de Llanquihue (249 beneficiados) y la provincia de Palena (122 beneficiados).
El Programa Residencia Familiar Estudiantil consiste en residencias a través de familias tutoras que entregan servicio de alojamiento, alimentación, apoyo afectivo, apoyo pedagógico, apoyo sicosocial y actividades recreativas. Se reciben estudiantes desde 7º básico hasta enseñanza media y se permite la renovación del programa en educación superior.
Junaeb suscribe convenios de transferencia de recursos con entidades ejecutoras públicas o privadas para la ejecución del programa, siendo estas las responsables de evaluar la idoneidad para el trabajo con estudiantes, así como las características de la dinámica familiar bajo los lineamientos proporcionados por la entidad estatal.
Por otro lado, actualmente el número de familias tutoras en la región es de 543. La edad de los beneficiarios atendidos en Los Lagos se encuentra entre los 11 y 19 años para los niveles educacionales de básica y media, hasta los 28 años en educación superior, correspondiendo al 22%.
Camila Rubio, directora nacional de Junaeb, explica que "el Programa Residencia Familiar Estudiantil, bajo el respaldo y dirección de Junaeb, emerge como una alternativa fundamental en la estrategia del Estado para fortalecer la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo. Este programa, ejecutado mediante convenios de transferencia de recursos con entidades públicas y privadas, garantiza no sólo alojamiento y alimentación, sino un entorno seguro para el desarrollo integral de los niños y jóvenes en diversos lugares del territorio".
Agrega que "la colaboración entre familias tutoras y el apoyo de Junaeb representa un compromiso con los estudiantes, eliminando principalmente las barreras que las distancias geográficas generan. Este programa se transforma en una alternativa para acercar una mayor oferta educativa, principalmente a los que provienen de las zonas más aisladas del país. De esta forma se garantiza contar con alternativas para la continuidad del proceso educativo".
"Muchos se han cerrado, pero otros siguen dando cobijo a niños, tal como fue mi caso, que sin esa opción no tenía ninguna posibilidad de estudiar".
Enio Maragaño ex alumno interno