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Conflicto en Medio Oriente
La mirada de la humanidad en el conflicto del Medio Oriente ha pasado del asombro al rechazo de la barbarie cometida por el Estado sionista de Israel sobre el pueblo palestino. El terror desatado por la aplastante superioridad del ejército israelí debido al equipamiento de última generación provisto por Estados Unidos tiene como objetivo recrudecer su política de ocupación y colonización y buscar el exterminio de un pueblo a través de la invasión en Gaza y la represión en Cisjordania, apuntando balas y bombas hacia una indefensa población civil, especialmente niños y mujeres; hacerlos padecer de hambre y sed; aniquilar su red de salud de emergencia destruyendo hospitales, ambulancias y dando muerte hasta varios médicos.
Esta es la guerra total, la que no tiene escrúpulos y que transgrede todo acuerdo internacional humanitario.
Pero esto es Israel, país que presenta una cara tecnologizada y moderna, un modelo de sociedad occidental, nacionalista y dominante, afín cultural, política y militarmente al dueño del mundo, Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea, país que exporta a Chile algunos fertilizantes, productos de farmacia y de belleza.
Israel es lo que es. Una potencia colonial que nunca respetó la menor resolución de la ONU desde que se creó en la partición de 1948. Pero, ¿alguien le ha dado licencia para matar?, ¿alguien le ha dado la facultad para bloquear el camino de la autodeterminación del pueblo palestino?
Espero que al menos en nuestro país las escuelas enseñen y dialoguen sobre estos temas para tener ciudadanos universales y no solo consumidores globalizados.
Como dirigente social solidarizo con el pueblo palestino, un Estado que ha sufrido demasiado ya, con 6 guerras en 17 años y ahora con casi 12.000 víctimas en poco más de un mes de guerra unilateral. Ya es hora que la comunidad internacional pare este genocidio y se abran las puertas del Tribunal de Penalidades Internacional, TPI, para Netanyahu y su cúpula militar. Que se caiga el doble estándar internacional.
Hernán Navarro, dirigente vecinal
Padre Gumucio
El poeta y escritor, Esteban Gumucio, nació el 03 de septiembre 1914; se ordenó sacerdote el 17-12-1938. De 1986 a 1990 ejerció en parroquia de La Unión, donde conmemoró 50 años de sacerdocio. Desde el golpe militar, él y sacerdotes de la población Joao Goulart en Santiago, defendieron los derechos humanos. El padre Esteban escribió canciones religiosas como "El peregrino de Emaús" y, de la dictadura: El cansancio de los pobres; El Cristo del patio 29; Villa Grimaldi y Canto desde el centro de la libertad. Su obra la "Cantata de los derechos humanos", se estrenó en la Catedral de Santiago (1978).
El padre Gumucio, estando mal de salud; por los 50 años de sacerdocio del padre Pablo Fontaine, escribió "Pasó una sonrisa madura por la humanidad, un cuerpo de arcilla leve con ojos de tierna paz, algo de león valiente y de paloma en palomar; verso y silencio de amigo en su espiga espiritual, hecha de humor de la vida su palabra de cristal, ancho corazón de hermano forjado en comunidad, yo sé de dónde te nace tu miel y tu pedernal, esta tarde cuando vuelvas de rodillas al altar se va posando en tu alma, de Jesús, el verbo amar".
El padre Esteban Gumucio, falleció el 06-05-2001 a los 86 años.
Sus restos están en el Memorial de la parroquia San Pedro y San Pablo en Santiago.
Derico Cofré Catril
Funa
El miércoles 07 de este mes el académico Sergio Micco fue cancelado mediante una funa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. ¿En qué momento la pasión ideológica -síntoma de la saludable vitalidad del quehacer intelectual- devino en intolerancia barbárica?
Sin duda alguna que hay causas externas e internas. Respecto de estas últimas habría que preguntarse si lo que dio pie a la intolerancia fue el hecho de que las autoridades académicas (que rara vez son autoridades en algo) convirtieran a los activistas -o sea a los agitadores partisanos- en referentes emblemáticos de la vida intelectual, otorgándoles galardones e invitándolos a dictar cátedra en las festividades universitarias.
También habría que preguntarse si los profetas de cátedra, y sus respectivos séquitos, tienen alguna responsabilidad en el clima de intolerancia que impera en algunos campus universitarios.
Luis R. Oro Tapia, académico escuela de Gobierno, U. Central
Parapanamericanos
Este mes se realizan los Juegos Parapanamericanos que congregarán a 2.000 atletas en Santiago. Y, adelantándose al evento, el Aeropuerto de Santiago, dio el ejemplo con la instalación de una rampa de accesibilidad universal.
Esta obra nos hace pensar que todas las ciudades deben estar preparadas para quienes tienen movilidad reducida y las personas de la tercera edad, cuya población va en alza.
La accesibilidad en nuestras urbes está al debe: se requieren áreas especiales para el deporte, veredas amplias para las sillas de ruedas y coches, ascensores más espaciosos en el comercio concurrido e incluso nuevos asientos en las estaciones de Metro (las nuevas líneas sólo tienen áreas de apoyo).
Una ciudad inclusiva también posee señalización en braille, sincronización de semáforos pensando en las personas que caminan lento, rampas y baños especiales en sus edificios y también fiscalizar que no se ocupen los estacionamientos especiales.
Algunas comunas no consideran estas medidas, pero el objetivo es generar conciencia entre las autoridades, los privados y las comunidades para impulsar esta infraestructura.
Uwe Rohwedder, director Arquitectura U. Central y miembro del Consejo de Política de Infraestructura