Donación de sangre en el país
En Puerto Montt se encuentra uno de los cuatro centros de sangre de Chile, elemento clave para salvar vidas.
Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos ayudan a salvar a millones de personas cada año y aumentan la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades que podrían ser mortales. También permiten la aplicación de procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.
Los componentes sanguíneos son requeridos en situaciones tan variadas como accidentes, operaciones, trasplante de órganos, tratamientos oncológicos, pacientes con quemaduras graves, enfermedades que producen anemia, etcétera. Es un recurso muy valioso, que representa un gesto invaluable, ya que el donante anónimo ayuda a salvar vidas.
De acuerdo con las normas del Ministerio de Salud, para ser donante hay que tener documento de identidad, edad de 18 hasta 65 años y pesar más de 50 kilos, entre otros requisitos. También hay una especial preocupación en las entrevistas con los potenciales donantes para prevenir que intervengan posibles contagiados con virus VIH o que sean consumidores habituales de alcohol y marihuana, entre otros casos.
El Ministerio de Salud es el responsable de gestionar el suministro de sangre, mediante establecimientos que desarrollan procesos de medicina transfusional, como los Centros de Sangre, de los cuales hay cuatro en el país: Valparaíso, Metropolitano de Santiago, Concepción y Puerto Montt, así como los bancos de sangre y unidades ubicadas en los hospitales. Existen 51 lugares fijos de donación de sangre en todo el país, dependientes de los 29 servicios de salud existentes. Los planes realizados por esos establecimientos tienen por objetivo mejorar la calidad de la atención a donantes y optimizar el tiempo de trabajo en los centros, aumentando paulatinamente el número de donaciones altruistas repetidas, en búsqueda de mejorar la calidad de los componentes sanguíneos que se transfunden a los pacientes.
Los centros de sangre en el país tratan de fidelizar a los donantes, de forma que haya un aportante habitual, pues a diferencia del donante familiar, que es aquel que dona una vez, el altruista incluso realiza esta actividad varias veces al año, porque tiene asumida la importancia de salvar vidas en los tratamientos y en las intervenciones urgentes en hospitales y clínicas.