Prevención de los incendios forestales
A la identificación de los 27 sectores de riesgo que ya hizo el municipio debe venir ahora el compromiso de la comunidad para aumentar la precaución.
De los tantos efectos del cambio climático que ya dejaron de ser una amenaza para el país, no tanto porque se diluyeron, sino porque se convirtieron en una realidad, uno de los de mayor peligro es el de la proliferación de incendios forestales, cada vez, por lo demás, más inquietantemente cercanos a los sectores urbanos. Los veranos más secos, las praderas con menor humedad, los fuertes vientos que aceleran la combustión y el crecimiento inmobiliario con una planificación que asume escasamente los riesgos urbanos, han derivado ya en numerosas oportunidades en mega siniestros que se llevan vidas humanas, destrucción de viviendas y pérdida del patrimonio silvestre, provocando un círculo vicioso que sigue alimentando el fuego destructor.
Aunque los incendios forestales de gran magnitud han afectado principalmente a regiones del centro y centro sur del país, de todas maneras constituyen una espada que pende cíclicamente sobre Puerto Montt y el resto de las comunas de Los Lagos. Sin ir muy lejos, hace poco años un monumental siniestro destruyó decenas de viviendas en Castro, mientras que un par de incendios en Puerto Montt en los veranos recientes se han acercado de manera muy preocupante a los sectores urbanos de Alerce.
Frente a esta realidad, la prevención es prácticamente un deber, incluso en esta parte del país. La especial condición geográfica de la capital regional ofrece reales variables para la propagación de incendios, pues aparte de los vientos conocidos que irrumpen en el verano, las laderas plenas de chacay y la construcción irregular en muchas de esas zonas producen un cóctel explosivo ante el cual hay que anticiparse.
El municipio ya identificó 27 lugares de la comuna con elevado nivel de peligro para los siniestros forestales, a partir de lo cual corresponde ahora una planificación adecuada que implica no sólo la sectorización, sino que la limpieza de terrenos y la preparación del capital humano y de los equipamientos para que llegado el momento, se actúe con la mayor premura posible.
Las comunidades aledañas a los sitios de "interés" tienen un rol muy activo aquí, principalmente para reportar oportunamente los peligros de combustión.