La semana de la improvisación
Al menos $3 millones le costó al municipio puertomontino el show de los vándalos que fueron a "ver" a los artistas de la Teletón.
Los puertomontinos que destruyeron la Plaza de Armas de la ciudad no estuvieron a la altura del evento al que asistieron la noche del viernes, cuando, como es tradición, la Teletón se hizo presente con su gira, la que busca sensibilizar a la comunidad y recordar la jornada solidaria de este 10 y 11 de noviembre, que tiene como fin recaudar los fondos necesarios para llevar adelante la hermosa misión de rehabilitar a niños y jóvenes con discapacidad en el país, incluidos aquellos usuarios del centro puertomontino, ubicado en la calle Egaña. Vamos por parte. Primero, tal como informo este Diario en su edición dominical, al menos en tres millones de pesos fueron avaluados los daños en el corazón de la ciudad puerto, como consecuencia de los vándalos que, con la excusa de ir a ver a los artistas de la Teletón, se dedicaron a esparcir su basura, destruir los espacios destinados a flores y dejar lleno de inmundicia uno de los sitios más importantes de la ciudad. Según una encargada de Siglo Verde consultada por El Llanquihue, empresa a cargo de mantener las áreas verdes de la ciudad, tal nivel de daño no se veía desde el estallido social. Está claro que no fue algo menor. Que quede claro.
En segundo, e inmediato lugar, aparece la siguiente pregunta: ¿A quién se le ocurrió que ese reducido espacio sería el ideal para recibir a las siete mil personas que llegaron al show? Según fuentes al tanto, la decisión pasó por la Municipalidad de Puerto Montt, quienes están a cargo de ceder el espacio. A todas luces una mala decisión, y no desde la perspectiva de opinar "con el diario del lunes", sino porque es evidente que Puerto Montt cuenta con otros espacios, tanto al aire libre como cerrados, ideales para tales fines. Ejemplos: el Parque La Paloma, la Costanera de Puerto Montt o el Arena Puerto Montt, todos espacios públicos, ideales para eventos de alta convocatoria. La improvisación no puede subyacer a aquellas cuestiones que interesan a todos.
Ejemplos frescos: la Roja chilena femenina jugó sin arquera titular la final por el oro en los Panamericanos de Santiago 2023. ¿El resultado? Se regaló una presea segura que habría significado igualar el desempeño del Team Chile en la última cita. Los errores cuestan caro y alguien tiene que pagar.