Con el fin de hacer frente al problema de los perros abandonados en las calles, los gobiernos han desarrollado y los municipios llevado adelante, desde el año 2014, el Plan Nacional de Esterilización, como parte del cual se realizan cirugías a perros y gatos que permiten ir acotando el número de animales callejeros. Es imperativo evitar su proliferación mediante estos programas y la habilitación de caniles para los casos más urgentes.

Pero sobre todo, resulta fundamental que la ciudadanía comprenda que debe hacerse responsable de sus mascotas. La proliferación de perros callejeros no existiría si sus dueños fueran más conscientes, manteniéndolos bajo su custodia y alimentándolos debidamente, según la idea original que les inspiró de tener un animal de compañía.

Cuando en julio de 2017 se promulgó la Ley N° 21.020 sobre tenencia responsable de mascotas y animales de compañía, conocida como "Ley Cholito", se pensó que finalmente sería la solución al problema de los animales abandonados. La iniciativa estipula que el dueño está obligado a su adecuada identificación e inscripción a través de una plataforma informática a cargo del Ministerio del Interior, determinándose, además, que el propietario es responsable de su alimentación, manejo sanitario y cumplimiento de la norma, a la vez que responderá civilmente por los daños que pueda causar su mascota.

El subdirector de la Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario, Rodrigo Morales, ha señalado que las sanciones de la "Ley Cholito" no son suficientemente altas. Según ese gremio, entre el 80 y el 90% de los animales que deambulan por las calles tiene dueño y los abandonaron. "Pero no hay sanciones efectivas por maltrato de abandono. Sabemos de gran cantidad de denuncias debido al abandono de animales, pero pocas veces se puede identificar estos animales y hacer un seguimiento, porque sólo uno de cada cuatro animales están registrados y además la fiscalización es baja", ha señalado.

Aunque se trate de endosar su solución exclusivamente a los municipios, el abandono revela lamentablemente la falta de compromiso y de humanidad de parte de algunos tenedores de mascotas, situación que se repite prácticamente en todas las ciudades.

Una de las certezas sobre Puerto Montt es que la identidad se ha construido a pulso y esfuerzo, tanto de chilenos como extranjeros, siendo posible ubicar a diversas comunidades, nacionales e internacionales que con su forma de ser y prácticas sociales han sabido levantar a esta inhóspita localidad, alojada al sur del mundo.

Dentro de las nuevas comunidades que han aparecido en nuestro Puerto Montt, se hace presente poco a poco la cubana, que con su energía, calidez y por diversos motivos, a veces no muy felices, han cambiado el Caribe por estas lluviosas tierras.

Dentro de este grupo se encontraba hasta hace muy poco entre nosotros el profesor Juan Martín Ojeda, quien luego de un largo camino político y personal, recaló en la ciudad-puerto hace más de 11 años.

La historia reciente y la actualidad de Puerto Montt, ciertamente que se pueden explicar por procesos sociales, estructuras, coyunturas y sinfín de cuestiones propias de la historiografía, pero es imposible negar el valor de las personas, y en este caso, de Juan Martín, quien fue un actor protagónico en la formación de más de 1.500 estudiantes en las instituciones de educación superior Santo Tomás, a quienes no sólo enseñó matemática o ciencias básicas, sino formó el carácter, la templanza y el buen vivir en cada uno de sus alumnos.

Juan Martín, como educador, supo transmitir su experiencia, pasión y sabiduría a quienes les correspondió enseñar, de modo amable y vivaz en su disciplina, haciendo esfuerzos, aun estando en la edad de júbilo. De la misma manera, tuvo la acogida para tantas personas que acudieron a él, ya sea de familiares, amigos y, especialmente, sus alumnos.

El legado de Juan Martín se puede cuantificar numéricamente, debido a que formó más de 1.500 profesionales, pero cualitativamente sobresalían, en su persona, valores como la honestidad, la lealtad, la camaradería, la escucha y la paciencia, entre otras cualidades tan necesaria para la formación de personas.

La ciudad-puerto ya no sólo contará con los atávicos migrantes, podrá considerar a un cubano como un agente de cambio que marcó el devenir de muchos jóvenes y adultos, podrá contar la historia de cómo un extranjero se hizo parte viva de la memoria puertomontina entregando su experiencia, el anhelo de la Cuba libre y dejando hasta el último día su legado en las salas de clases, porque el profesor Martín, quien nos dejó el viernes 6 de octubre, había trabajado hasta el día anterior, demostrando que los años no son un impedimento para aportar y dejar una huella en la vida de tantas personas que pasaron por sus aulas.

80 años | 21 de octubre de 1943

Sólo mayores de 18 pueden formar sindicatos

La Dirección General del Trabajo informó que los menores de 18 años no podrán intervenir en la formación de sindicatos en las empresas. Se informó que sólo se reconoce el derecho a esta asociación a quienes sean mayores de 18 años y que trabajen en una misma empresa o faena o que ejerzan la misma profesión u oficio. Y siempre que se desempeñen en labores que no están prohibidas.

50 años | 21 de octubre de 1973

Bomberos brinda una once a adultos mayores

Voluntarios y damas de la Sexta Compañía de Bomberos de Puerto Montt visitaron a los moradores del Hogar de Ancianos, Paul Harris, con la finalidad de ofrecerles una once, la que fue preparada por los integrantes de la entidad, en lo que constituyó un gesto de comprensión hacia las personas que se encuentran en dicho establecimiento. Esta atención la realizan todos los años.

10 años | 21 de octubre de 2013

Denuncian ola de robo de perros de raza

La Coalición Animalista de Puerto Montt denunció un incremento en el robo de perros en sectores residenciales de la capital regional. El fin sería comercializar estos animales de raza en el mercado negro. Desde la PDI llaman a los dueños a tomar precauciones con los perros, como por ejemplo, identificarlos con placas, mantenerlos alejados del alcance de ladrones y fotos actuales.