Más allá de la "partícula de Dios": cern busca acercar la ciencia a los niños
PORTAL. Centro europeo creó plan para masificar su labor.
EFE
El Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) dio un gran paso para acercarse más al público al inaugurar un conjunto de instalaciones educativas -al estilo de un gran museo completamente interactivo- adaptadas para todos, a partir de los cinco años, y con las que quiere satisfacer la explosión en la demanda de visitas y que ahora podrán ser hasta medio millón al año.
El Science Gateaway (Portal de la Ciencia), como se le ha denominado, ofrece experiencias en las que el público puede participar directamente con la orientación de las personas asignadas a cada puesto, que en la jornada inaugural fueron estudiantes y los hijos de los científicos de la organización.
El Portal de la Ciencia abrió las puertas al público, quienes serán atendidos directamente por el personal del CERN que cumplirá esta tarea de forma voluntaria, lo que ofrecerá al público una oportunidad única en el mundo de interacción directa con los científicos.
"Compartir las investigaciones, así como la belleza y la utilidad de la ciencia ha sido siempre un objetivo del CERN y con este Portal de la Ciencia expandimos esta misión. Queremos mostrar la importancia de la investigación fundamental, su aplicación en la sociedad e inspirar a los jóvenes a optar por carreras científicas, como tecnología, ingeniería y matemáticas", dijo en la inauguración la directora de la organización, Fabiola Gianotti.
La "partícula de Dios"
En el CERN -concretamente a unos 100 metros de profundidad- funciona el Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más grande y poderoso del mundo, un anillo de 27 kilómetros en los que partículas de protones e iones colisionan a una velocidad casi igual a la de la luz con el objetivo de crear las condiciones que permitan dar respuesta a enigmas del Universo.
En 2012, el CERN provocó un remezón científico internacional cuando anunció el descubrimiento de una nueva partícula subatómica que confirmó, con más de un 99% de probabilidad, la existencia del bosón de Higgs, conocido como la "partícula de Dios". El hallazgo fue clave para explicar por qué existe la materia tal y como la conocemos.