Negligencia en el Daem
Sorprende que por años se haya aceptado tal nivel de manejo en un departamento tan vital como el de la educación municipal.
Por más que escandalosa pueda parecer la situación del Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) de Puerto Montt, da la impresión que hasta ahora sólo se ha logrado retirar apenas la primera de una serie de capas que testimonian el controversial manejo que por años hubo en una de las unidades más relevantes de la casa alcaldicia (está a cargo de la educación de miles de niños y jóvenes, cuyas familias depositan en los colegios sus esperanzas). Pese a que la Municipalidad de Puerto Montt cuenta con un financiamiento que ya se quisiera cualquier otra casa edilicia de menor tamaño, pese a comandar los destinos de una ciudad que exhibe indicadores de desarrollo económico por sobre la media nacional, el Daem ha ido de tumbo en tumbo durante años, arriesgando ahora cuestiones tan esenciales como la calefacción en las salas de clases, el transporte escolar en las zonas rurales, arreglos en infraestructura y hasta el pago de sueldos del personal.
El déficit del Daem es monstruoso (unos $10.000 millones sólo este año). Para estar al día con las remuneraciones, ha tenido que solicitar recurrentemente al Concejo Municipal el aporte de recursos adicionales, como los $1.000 millones aprobados el jueves pasado, el último de una serie que va en los últimos meses.
Es evidente que el sistema municipal de educación ha estado sometido a los mismos problemas de los Daem del resto del país, con una baja constante en la matrícula y menores tasas de asistencia de los escolares. No obstante, sería una ilusión creer que sus problemas se deben únicamente a estos fenómenos, comunes en todo el país. La actual directora de ese servicio, María Luisa Rivera, consciente de las dificultades financieras con que se encontró cuando asumió el cargo hace poco más de un año, confidenció esta semana el diagnóstico que muchos ya avizoraban: habló de actos negligentes en la administración de años atrás y cuestionó la labor de sus antecesores.
Uno de los aspectos que ha despertado muchas sospechas es la bolsa de empleo en que se convirtió el Daem. Baste mencionar que esta misma semana se conoció que un concejal de ¡Chonchi! está contratado por ese departamento.
Sin control, sin pudor, sin escrúpulos. Lo del Daem es un escándalo que recién se comienza a conocer.