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Nagorno Karabaj anuncia su disolución y se vacía de armenios: denuncian una "limpieza étnica"

1 DE ENERO. Más de la mitad de sus 120 mil habitantes emprendieron el éxodo a Armenia. Enclave azerbaiyano se había autoproclamado república durante el año 1991.
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Agencias

La autoproclamada república de Nagorno Karabaj anunció ayer su disolución tras capitular el pasado día 20 ante la abrumadora superioridad militar Azerbaiyán, rendición que ha provocado el éxodo a Armenia de más de la mitad de sus 120.000 habitantes.

"Todos los órganos estatales y las organizaciones dependientes de ellos deben disolverse antes del 1 de enero de 2024, y la república de Nagorno Karabaj (Artsaj) deja de existir", señala el primero de los dos puntos del decreto firmado por su presidente, Samvel Shajramanián.

Bakú impone condiciones

El restablecimiento de la legislación azerbaiyana en Nagorno Karabaj, que implica la disolución de la república que se declaró independiente en 1991 y el desarme de la formaciones armadas armenias, fue la condición que impuso Bakú para frenar la ofensiva militar que en 24 horas acabó la semana pasada con la resistencia de los karabajíes.

Shajramanián llamó a los habitantes de Nagorno Karabaj, incluidos los que se encuentran fuera de su territorio, a tomar nota de las condiciones presentadas por Azerbaiyán para la reintegración del territorio separatista en su ordenamiento jurídico y administrativo y, luego, "decidir individualmente" sobre su permanencia o regreso a sus hogares.

Para Azerbaiyán, los armenios que deseen quedarse en el Karabaj deben aceptar la ciudadanía azerbaiyana y acatar la legislación del país.

Huida masiva

Pero el discurso de Bakú no cala entre los karabajíes que huyen con lo puesto y masivamente a Armenia de la nueva realidad en su territorio, reconocido como parte de Azerbaiyán por toda la comunidad internacional.

Más de 70.000 habitantes de Nagorno Karabaj han llegado a Armenia desde el domingo pasado, cuando Azerbaiyán abrió el corredor de Lachín para que pudieran salir del enclave quienes quisieran abandonarlo.

En Ereván, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, denunció hoy de nuevo que Azerbaiyán lleva a cabo una "limpieza étnica" y pronosticó que en los próximos días "no quedará ningún armenio" en Nagorno Karabaj.

"Es una acción directa de limpieza étnica de la que desde hace mucho tiempo veníamos advirtiendo a la comunidad internacional", insistió Pashinián, que demandó "medidas políticas y legales" de los actores internacionales para frenar a Azerbaiyán.

La comunidad internacional ha instado al presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, a respetar los derechos y la seguridad de los armenios y ha expresado su preocupación, pero ha evitado hablar de "limpieza étnica". El Kremlin expresó ayer su preocupación por la situación humanitaria de las decenas de miles armenios que abandonaron Nagorno Karabaj. "Lo más importante es que se proporcionen condiciones de vida dignas a quienes tomaron esa decisión (de marcharse). El aspecto humanitario del problema es lo que más nos preocupa", dijo el vocero de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

"Narrativa alarmista"

Las acusaciones armenias de limpieza étnica fueron rechazadas de plano por el Gobierno de Bakú, que replicó que la "narrativa alarmista" de Pashinián "socava las posibles perspectivas de paz entre Azerbaiyán y Armenia".

"El primer ministro Pashinián sabe bien que la actual partida de los residentes armenios de la región del Karabaj en Azerbaiyán es una decisión personal e individual y no tiene nada que ver con una reubicación forzosa", señaló la diplomacia azerbaiyana. Bakú subrayó que si algunos residentes armenios no quieren vivir en el país de acuerdo a las leyes de Azerbaiyán no se les puede obligar, pero instó a quienes quieren hacerlo a "no abandonar su lugar de residencia y formar parte de un Azerbaiyán multiétnico".

Salud mental en docentes

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Respecto de la salud mental de los docentes, durante la pandemia se produjo esta transición abrupta a la enseñanza en línea y la adaptación a nuevas tecnologías lo que generó altos niveles de estrés, ya que, hubo una sobrecarga de trabajo dada la necesidad de rediseñar cursos y enfrentar desafíos técnicos y logísticos para desarrollar el proceso de enseñanza aprendizaje.

En el caso de INACAP, contaba desde antes con un soporte informático que facilitó esta transición. Dicha necesidad de adoptar tecnologías educativas avanzadas y desarrollar nuevas habilidades digitales fue desafiante y pudo generar ansiedad, sobre todo en aquellos docentes menos familiarizados con estas herramientas. Asimismo, durante el periodo de pandemia la línea entre el trabajo y la vida personal se volvió difusa y muchos docentes experimentaron dificultades para desconectarse, lo que afectó su bienestar general.

En relación con las consecuencias post pandemia, los docentes continúan experimentando hasta hoy altos niveles de agotamiento y estrés, ello producto de la adaptación a los primeros lineamientos de la presencialidad; uso de mascarilla (afectación de la voz), distanciamiento físico (conexión social limitada), y actualmente por la adecuación al uso de nuevas tecnologías de enseñanza para atender a estudiantes que son nativos digitales y que, además, en su mayoría cursaron enseñanza media en pandemia "conectados a las pantallas".

Asimismo, existen desafíos asociados a las necesidades socioemocionales y de salud mental que presentan los estudiantes, ya que, postpandemia se ha evidenciado un aumento significativo de jóvenes que presentan crisis de pánico o de angustia, durante el periodo de evaluaciones, lo anterior, evidentemente afecta la salud mental de los docentes y les desafía a adquirir herramientas que le permitan contener dichas situaciones, lo cual resulta emocionalmente demandante para ellos.

Si bien la salud mental siempre ha sido de vital importancia, nunca ha tenido la relevancia que merece. En la docencia, es fundamental que las instituciones de educación sean proactivas y tomen medidas que permita buscar un equilibrio en ella, ya que, con ello, mejora su rendimiento, permite mayor efectividad en aula y se entrega una enseñanza de calidad y de apoyo emocional a los estudiantes. En el caso de INACAP, siempre ha relevado el rol docente, ya que es la base de la calidad de la educación que se imparte, lo que se ha visto reflejado en la reciente acreditación de excelencia, por 7 años del Instituto Profesional.