Cámara: intervención de la UDI genera incidentes durante homenaje a Allende
50 AÑOS. El diputado gremialista Gustavo Benavente criticó al expresidente en su discurso y la mesa le retiró la palabra por no ajustarse al reglamento. Luego acusó que "a la izquierda le molesta la historia". Líder de la DC hizo un mea culpa.
En el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, la Cámara de Diputados anunció que ayer se rendiría un homenaje al expresidente Salvador Allende, actividad que terminó en medio de incidentes a causa de la intervención de la UDI, representada por Gustavo Benavente, que se habría alejado del objetivo de la sesión con críticas al derrocado mandatario.
La mayoría de los partidos detractores del Gobierno actual (y de la Unidad Popular) decidieron no ser parte del homenaje, ya fuera ausentándose o simplemente declinando tomar la palabra. Fue lo que hicieron Renovación Nacional, Evópoli y Republicanos. Sin embargo, la UDI decidió tomar la palabra, como lo anunció la semana pasada el diputado Jorge Alessandri.
Luego de que hablaran algunos legisladores del oficialismo, Benavente se instaló en el estrado y expuso que "Allende se comprometió a respetar siete garantías constitucionales, aprobadas por el Congreso en lo que se llamó el Estatuto de Garantías Democráticas, que tenían como objetivo evitar la violación a las normas democráticas en que incurrían los regímenes marxistas. A poco de asumir, Allende diría en una entrevista con el francés Régis Debray que lo firmó solo por una razón táctica, ya que lo importante era alcanzar el poder para su objetivo".
"Al comienzo de su Gobierno, se notó la tolerancia de la Unidad Popular respecto al actuar impune frente a los grupos armados, cuyas actuaciones eran incentivadas por el propio Gobierno, lo que fue aumentando cada vez más. En julio de 1973, la grave situación nacional llevó a los obispos a promover una carta pastoral que llamaba a evitar una lucha armada entre los chilenos", continuó el diputado.
Retiro de la palabra
Entonces ya se escuchaban gritos de sus colegas del oficialismo y público en las tribunas de la sala: "¡No sea violento, diputado!" o "¡Allende está presente!". Entonces el presidente de la corporación, Ricardo Cifuentes (DC), decidió suspender su uso de la palabra y aplicarle una censura por contravenir el reglamento para estos actos, que no permiten el debate político, sino solo rendir tributo.
Se produjeron intensas discusiones entre la mesa, especialmente la vicepresidenta Carmen Hertz (PC), viuda del ejecutado político Carlos Berger, y varios parlamentarios gremialistas que fueron a respaldar a Benavente.
Una vez que le quitaron la palabra, toda la bancada de la UDI salió de la sala y felicitó al autor de la alocución. Luego Benavente afirmó que "refrescarles hechos históricos, hechos verdaderos, parece que eso les molesta. A la izquierda le molesta la historia y aquí lo manifestó. No nos dejaron terminar un discurso que ni siquiera ellos sabían cómo terminaba. En ningún momento se insultó (a Allende)".
Los tributos
Quienes sí rindieron homenaje al expresidente fueron diputados oficialistas y de centro. A nombre del Partido Socialista, Daniel Manouchehri dijo que "el sacrificio de Allende no fue en vano. Hoy es un potente mensaje moral para las nuevas generaciones".
El jefe de bancada del Partido Comunista, Luis Cuello, subrayó que para Allende "su propósito vital se inspiró en la búsqueda de una vida mejor para los menos favorecidos".
Finalmente, el presidente de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, reconoció que "la actitud oficial de la DC fue complaciente en el golpe y en los primeros meses siguientes. Es esta DC con luces y sombras la que hoy hace un homenaje al Presidente Allende, un hombre que marca una época porque le dice a Chile y al mundo que sus ideas, las ideas socialistas podían gobernar en democracia".