El presidente de Argentina, Alberto Fernández, no se presentará a la reelección en los comicios generales que se celebrarán en octubre próximo, según anunció él mismo en un video difundido ayer en sus redes sociales.
"El próximo 10 de diciembre de 2023 es el día exacto en que cumplamos 40 años de democracia. Ese día entregaré la banda presidencial a quien haya sido legítimamente elegido en las urnas por el voto popular. Trabajaré fervientemente para que sea un compañero o una compañera de nuestro espacio político", dijo el mandatario en un video de casi ocho minutos.
Pero la suya no fue una renuncia al vacío, pues aprovechó la oportunidad para defender la necesidad de concurrir a las primarias para elegir a un candidato oficialista para las elecciones de octubre próximo, en contraposición con lo que desea el kirchenrismo: "Las (elecciones) PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) son el vehículo para que la sociedad seleccione los mejores hombres y mujeres de nuestro Frente (de Todos) que mejor nos represente en las próximas elecciones generales".
Pese al enfrentamiento abierto que mantiene con la vicepresidenta Cristina Fernández y a la división en el seno del gabinete entre los partidarios de una u otro, el mandatario dijo en su mensaje grabado que "más allá de las críticas internas y del mayor o menor acompañamiento recibido", no tiene en el Frente de Todos "un solo adversario".
En la publicación, Fernández se refirió al "enorme privilegio" de llegar a la Casa Rosada por primera vez como jefe de Gabinete del ya fallecido Néstor Kirchner, quien asumió la Presidencia hace 20 años, en 2003.
También dirigió ataques a la herencia recibida del Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) y destacó el papel internacional que, bajo el mandato de Fernández, ha jugado Argentina: "Somos protagonistas del destino latinoamericano y tendimos puentes en un mundo en crisis".
"Tengo una certeza: no tomé una sola medida en contra de nuestro pueblo", aseguró.
"Un fracaso"
Mientras el oficialismo destacó la "responsabilidad" del presidente al tomar esta decisión, desde la oposición se sucedieron las críticas al "fracaso" de su gobierno.
Horacio Rodríguez Larreta, alcalde de Buenos Aires y precandidato presidencial por la coalición opositora de Juntos por el Cambio, afirmó que "este Gobierno fracasó. Fracasó el presidente, fracasó la vicepresidenta, Cristina (Fernández de) Kichner, todo su equipo".
El gobernador de la provincia norteña de Jujuy y presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo Morales, quien también lanzó su precandidatura presidencial dentro de la alianza conservadora Juntos por el Cambio, aseveró que la herencia del todavía presidente es "más atraso, más endeudamiento, más inflación, más pobreza".
Dentro de la oposición de izquierda, la diputada nacional y precandidata a presidenta por el Frente de Izquierda Myriam Bregman señaló que la renuncia del mandatario a la reelección tiene lugar "después de gobernar cuatro años con un Frente que hizo más ricos a los ricos y más pobres a los que trabajan.
El diputado nacional de esa misma colectividad Nicolás del Caño aseguró que "Alberto Fernández se baja de su candidatura, pero no podrá borrar el desastre que significó su gobierno para las mayorías trabajadoras. Con el Frente de Todos perdieron los de abajo y ganaron los mismos de siempre. Ajustaron al pueblo y reconocieron la estafa de la deuda".
Cristina Fernández
Al margen de los nombres que se abren camino en la elección (ver recuadro), en el Frente de Todos hacía varios meses que pedían un "gesto" de Alberto Fernández en favor de la vicepresidenta, a pesar de que dijo que no será "candidata a nada" cuando fue hallada culpable en diciembre pasado en el "Caso Vialidad".
Cristina Fernández no ha dicho si entrará a la carrera, pero tampoco tiene impedimento legal para ser candidata, pues aún no tiene sentencia firme, y de hecho han resurgido campañas en su favor en las últimas semanas con el eslogan #BastaDeProscripción como consigna de multitudinarias manifestaciones de apoyo en su favor.
Aunque su figura tiene gran rechazo, los analistas políticos de su país apuntan a que con su figura de caudillo podría conseguir muchos votos en el universo de indecisos, que llega al 20%.