Correo
Uso de armas
En este periódico el día de ayer sábado, el lector Adolfo Paul Latorre, lamenta que la ley no permita a las policías "usar sus armas letales en forma ofensiva" limitándose su uso a la legítima defensa. Es lamentable que el país se mueva entre el discurso octubrista embriagado de revolución, que santificó la violencia nihilista, y la actual verborrea conservadora, que instala la lógica del enemigo interno, propia del fascismo eterno, como lo definió Umberto Eco. Así como en octubre de 2019 era necesaria la prudencia y la centro izquierda no la tuvo, cayendo en discursos irresponsables, hoy es la centro derecha la que carece de la templanza necesaria.
Estamos en un país en que las leyes y límites al uso de la fuerza son los propios de una sociedad libre y democrática, y el Estado cuenta con todas las herramientas para cumplir su deber, sin que sea necesario declarar estados de excepción o dictar leyes que permitan disparar antes de preguntar.
El Estado es el más poderoso entre los poderosos, y por esa razón, en una democracia liberal, los ciudadanos debemos limitar el ejercicio de ese poder. De no hacerlo, corremos el riesgo de que ese Estado se transforme en nuestro opresor.
Lorenzo Miranda Morales
Ley Nain-Retamal
Sobre el proyecto de ley Nain-Retamal y el uso legítimo de la fuerza por los miembros de Carabineros, quienes por ley deben brindar seguridad a la población, resistida por ciertos grupos pero en definitiva siguiendo su curso sin modificaciones. Aquí observamos como la política en su triste juego, unos para defender tácitamente a los victimarios y los otros a las víctimas; unos en busca de perfeccionismos inconducentes y otros en busca de soluciones prácticas y reales para con ello lograr una mejor sociedad. Lamentablemente ahora en los hechos que hemos perdido a otra persona valiosa para la sociedad, otro carabinero en corto tiempo a manos de delincuentes; pero desconcertantemente algunos políticos fanáticos estarán prestos para defender ciegamente a estos individuos que hoy abundan y además colmados de derechos (los que nunca en la práctica alcanzan a la víctima de sus delitos) y además de ser considerados presuntos inocentes. Parece extraño pero algo no estaría bien.
José Caerols Silva
Intervención en comunas
Plan de intervención en las 30 comunas que presentan un índice delincuencial más alto ha sido muy bien recibido por la comunidad, lo mismo ocurre con la posibilidad de llamar al servicio activo a personal en situación de retiro, creo que esto último mejoraría el grave déficit de personal que afecta a ambas policías, y que en el caso de la PDI es de aproximadamente un 50%.
Otra medida importante es la formación de profesionales como policías, y creo que para ello se requiere profesionales con mallas curriculares más cercanas a las policiales, y que pudieran formarse en cuatro semestres académicos, es decir, la mitad de lo que demora la formación de un detective o de un oficial de Carabineros.
Por otra parte, intervenir las 30 comunas donde se presenta más inseguridad objetiva hará que la delincuencia opere en comunas sin intervención policial, es decir, el plan debe ir adecuándose a las necesidades, y ojalá otorgándole más facultades a las policías, y una muy esencial sería que en el caso de prófugos o requeridos no habidos, las policías cuenten con los decretos y facultades permanentes, si no es así, los resultados pueden diluirse rápidamente.
Alberto Contreras Silva
Cárceles para extranjeros
Así como existen Punta Peuco y el Penal Cordillera, ¿por qué no un recinto penal exclusivo para delincuentes extranjeros?
Al estar en un mismo recinto, delincuentes criollos y extranjeros las posibilidades de inserción a la sociedad son un poco más lejanas, pues los delincuentes extranjeros se transforman en "monitores" de los chilenos.
A los delitos ya conocidos hay que sumarles lo que se adquieren por intercambio de información y "mañas", lo que trae como consecuencia una mayor peligrosidad del delincuente y una menor seguridad para la ciudadanía.
Jorge Valenzuela Araya
Semana Santa
Ya con buena parte del trabajo constitucional de los expertos avanzado, es bueno recordar, y alegrarnos, de que Chile tiene una cultura y tradición que respeta la libertad de culto y religión como fuente de armonía para cuidar ese espacio abierto que da amplitud mental y que es la necesaria espiritualidad de la persona.
Semana Santa nos vuelve a reunir, nos vuelve a nuestras raíces espirituales. Siempre es bueno parar, hacer silencio y dejar la desesperanza.
Si cada uno de nosotros fuera 'levadura en la masa', aportara su mirada, talento y sonrisa, tratando de dar una solución al dolor ajeno, construiríamos un Chile más humano. Cada Semana Santa invita a empezar e ir al encuentro del otro con un amor renovado. En cada misa hay común-unión, Dios nos une, nos hace hermanos y configura las conciencias hacia el bien común de todos y cada uno, sin excluir a nadie y rompiendo el individualismo.
Esa, la conversión interna de cada uno de nosotros es la verdadera transubstanciación: pasar a ser un solo corazón. Muchas personas sienten que su vida es un vía crucis y necesitan ayuda para cargar su cruz.
Animémonos como país a buscar ese reencuentro, todos bienvenidos a celebrar Semana Santa para resucitar con Él.
María Loreto Cruz Opazo, vocera Voces Católicas. Teóloga PUC.