Vicente Pereira

Desde que fue vandalizada a mediados de noviembre de 2019, en el marco del estallido social, la Catedral de Puerto Montt mantiene su fachada cubierta con tapas de latas que fueron instaladas tras los hechos de violencia que se produjeron en este templo religioso. Sin embargo, luego de tres años y cinco meses, el actual aspecto de este recinto patrimonial inicia un camino de cambio, de manera de permita que en los próximos meses vuelva a presentar su aspecto histórico.

Así lo confirma el arzobispo de Puerto Montt, monseñor Fernando Ramos, quien si bien espera que antes de que concluya este año los trabajos estén finalizados, reconoce que la labor no será fácil producto de los daños que presenta el inmueble en su parte exterior, ya que la destrucción del interior fue reparada. Y es que para monseñor, la idea es "recuperar el valor patrimonial que tiene la Catedral", dada la relevancia que ello presenta para comunidad.

Proceso de destape

-¿Cómo marcha el proceso para sacar las tapas de la Catedral?

-El año pasado formamos una comisión técnica para que elaborara los plazos y los caminos para restaurar la fachada de la Catedral, porque cuando fue vandalizada quedó muy dañada en el interior y en la fachada. Adentro ya fue arreglada, ya que se repusieron las bancas, se arregló el altar y varias imágenes religiosas, como la Virgen del Carmen que fue reparada totalmente.

Mientras que en la parte de afuera quedó elaborar el proyecto de restauración, porque es un trabajo delicado el que se tiene que efectuar al tener un valor patrimonial, entonces se tiene que usar, por ejemplo, maderas de bosque nativo. En esos momentos sostuvimos reuniones con la Municipalidad de Puerto Montt, que ofreció ayuda y le presentamos un proyecto que fue aprobado (asignación de $6 millones) para elaborar la iniciativa de reparación de la fachada.

-Tras la aprobación de estos recursos, ¿cuál es el paso siguiente?

-Un organismo integrado por arquitectos elaborará el proyecto para precisar cuáles serán las intervenciones que se tienen que efectuar para recuperar la Catedral.

-¿Hoy no se podrían sacar las latas?

-No, porque hubo madera que fue sacada. Por ejemplo, son cuatro los pilares de madera revestidos en Alerce y en dos de ellos parte de su revestimiento fue sacado y quemado. Se perdió. Ahora, la parte del entramado con vidrios de colores está roto y se tiene que reponer. En el caso de las puertas, que son de madera, son dos hojas, y una de ellas está semiquemada, entonces hay que ver cuánto es recuperable y cuándo se tiene que reponer.

-¿Hay alguna fecha estimada para el inicio de los trabajos?

-Primero este organismo tiene que elaborar el proyecto. Decir qué tipo de madera tenemos que colocar, así como sus dimensiones, para luego ver su implementación y el tiempo y el costo que tendrán estas labores.

-¿Las tapas, entonces, cumplen una tarea de protección del inmueble para que su deterioro no sea mayor?

-Hay material que fue sustraído, madera que se sacó y que se quedó. Esta iglesia fue construida en el Siglo XIX, es neoclásica, pero en madera, y por eso no se puede colocar cualquier madera en la restauración, ya que la idea es recuperar el valor patrimonial que tiene, lo que es muy relevante para la comunidad de Puerto Montt al ser uno de los templos más antiguos.

Con el objetivo de concientizar a las autoridades y empleadores, los trabajadores del comercio se reunieron en el mall Costanera de Puerto Montt para socializar las razones que motivan la campaña por el cierre del gran comercio a las 19 horas, una iniciativa que aún se debate en el Congreso, traducido en un proyecto de ley que promueve la protección de la vida e integridad mental de los trabajadores.

En Puerto Montt, por ejemplo, deben trasladarse largas distancias, incluso a territorio insular, y no cuentan con horarios adecuados que les permitan llegar a casa sin riesgo y a tiempo para compartir con las familias.

La dirigenta del sindicato número 2 de Unimarc de Puerto Montt, Patricia Montecinos, aseguró que hoy "a las 8 de la noche prácticamente ya no hay locomoción colectiva por miedo a la delincuencia desbordada; nosotros cerramos a las 9 y media y a veces a las 10 de la noche. Hay terror al salir del trabajo".

La trabajadora comentó que "a esto se agrega la permanente amenaza del empleador, de que retirará los vehículos que trasladan desde hace un tiempo, a los funcionarios hasta sus domicilios, por el alto nivel de gasto que significa".

Los dirigentes de los sindicatos de varias multitiendas, al igual que todas las organizaciones agrupadas en la Alianza de Trabajadores del Comercio (Atcomer) y la Confederación de Trabajadores del Comercio y Servicios, (Conatracops) reiteran su llamado a los parlamentarios para la rápida gestión legislativa del proyecto de ley que promueve el cierre del comercio a las siete de la tarde.