El incremento de gases de efecto invernadero es una bomba de tiempo que amenaza con el derretimiento de los casquetes polares, arriesgando a países y sectores costeros densamente poblados. Los informes insisten en los efectos que ya comienzan a sentirse: aumentos inusuales de temperatura y tormentas en zonas donde usualmente no las había, son algunos de los signos.

El calentamiento global avanza más rápido de lo que se esperaba. Un informe de evaluación del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, de Naciones Unidas, indicó que alrededor de 2030, diez años antes de lo estimado, se alcanzará el umbral de más de 1,5 grados C, con riesgo de desastres para la humanidad, ya sacudida por altas temperaturas e inundaciones. Los expertos responsabilizan al ser humano por estas alteraciones y advierten que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

Estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono. Los investigadores de ONU dicen que el camino a seguir es conocido: impulsar la transición hacia una economía que ponga fin al uso del carbón y las energías fósiles antes que destruyan el planeta.

La ONU ha advertido que algunos efectos del aumento de los gases invernadero y calentamiento global ya son irreversibles, pues el deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga aumentando por siglos. Como nunca, el planeta está sometido a cambios de origen antropogénico; vale decir, causados por la humanidad misma y no por situaciones naturales, como podrían ser las explosiones de volcanes, o caída de meteoritos. Ya está bastante socializado que el daño causado a la Tierra es mayúsculo: aguas y territorios contaminados, más enormes emisiones de gases de efecto invernadero, que tienen al hábitat en un cambio con insospechadas consecuencias.

Chile es un país pequeño e influye poco en esta realidad, pero está haciendo lo suyo, en especial en el sector energético. En un plan por etapas se están cerrando las plantas generadoras termoeléctricas a carbón, junto con desarrollar energías renovables no convencionales, como solares y eólicas.

Si bien el 7 de mayo son las elecciones de consejeros constitucionales, la tarea de escribir una nueva Constitución comenzó hace rato con el texto que está redactando un grupo de personas que, bajo la denominación de "expertos", fueron designados por los partidos políticos que acordaron la nueva arremetida constituyente, a pesar del aplastante resultado obtenido por el Rechazo en el plebiscito de salida.

Hay que reconocer, en todo caso, que un proceso "tutelado" como el que se desarrolla actualmente no parece mala idea, a la luz de lo ocurrido en la bochornosa experiencia anterior.

Una cuestión fundamental, aunque muchas veces relegada a un segundo plano frente al modelamiento del sistema político y la consagración de derechos, consiste en definir cuáles son los órganos autónomos que debiera considerar la nueva Carta. Esto es, aquellos que puedan, gracias precisamente a esa autonomía, cumplir sus funciones con independencia de los tres poderes clásicos de Locke y Montesquieu; ello, en el ineludible desafío de construir un diseño político institucional de pesos y contrapesos, que haga posible el equilibrio de poder en el marco de un Estado Democrático de Derecho.

La respuesta dependerá de la posición conceptual que se tenga sobre lo que es una Constitución Política, determinante a la hora de definir sus contenidos y bordes, de si se adhiere a una tesis minimalista o maximalista y, finalmente, de la naturaleza y funciones del órgano de que se trate.

De la hiper constitucionalización del proyecto votado el año pasado, que incluía alrededor de 20 nuevos órganos constitucionalmente autónomos -además de 499 artículos y más de 100 derechos-, debiera transitarse en esta oportunidad a un texto acotado, que sólo incorpore en esa categoría a los órganos cuyas funciones y el propio diseño institucional realmente lo justifiquen, siguiendo o acercándose a la idea de Constitución mínima, que regule sólo lo esencial; es decir, aquellos aspectos básicos y fundamentales que debe contener el nuevo pacto social, entregando al legislador todo lo demás, como la creación de nuevos organismos públicos.

En este sentido, el Banco Central, la Contraloría General de la República, el Servicio Electoral, el Tribunal Calificador de Elecciones, el Ministerio Público y el Tribunal Constitucional son órganos que necesariamente deben mantener su estatus de autonomía constitucional, la que se encuentra justificada desde todas las perspectivas, sin perjuicio del legítimo debate que debe existir, en el caso del último de los nombrados, acerca de su sobrevivencia.

80 años | 2 de abril de 1943

Falta de clavos perjudica a constructores

Graves consecuencias está acarreando la escasez de clavos. Hemos recibido un sinnúmero de quejas de contratistas y constructores de obras que desde hace un tiempo se ha producido en el comercio local una falta de clavos. Se ha elevado protestas al Comisariato General, que este elemento para la construcción se ha agotado.

50 años | 2 de abril de 1973

Vecinos de Costa Tenglo instalan agua potable

Vecinos de Costa Tenglo, en el camino a Chinquihue, realizaron obras para la instalación de agua potable, dirigidos por el presidente del Comité de Adelanto, Constantino Kochifas: "Golpeamos todas las puertas, pero ninguna se abrió para ayudarnos a instalar el agua", dijo. Su financiamiento, entre otros, fue a través de curantos.

10 años | 2 de abril de 2013

EFE anuncia el cierre del cruce La Vara

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