Correo
Seguridad alimentaria
En mi paso por la hermosa Región de Los Lagos, en el marco de mi participación en el XXIX Congreso Latinoamericano de la Papa, realizado en Puerto Varas -donde este cultivo es de muchísima relevancia-, tuve la oportunidad de compartir con diversos expertos internacionales del agro, lo que me permitió fortalecer algunos de los principios que como Asociación de Productores de Semillas (Anpros) venimos defendiendo desde hace un tiempo.
Me refiero principalmente al concepto de la seguridad alimentaria, pues es un hecho que el cambio climático está generando impactos negativos, que el agua escasea en prácticamente todo el territorio nacional y que estamos expuestos a nuevas amenazas fitosanitarias que pueden afectar en cualquier momento a nuestros cultivos, entre muchos otros factores.
En nuestro gremio nos gusta afirmar que "sin semillas no hay alimentos", y es por eso que nuestra invitación es a mantenernos alerta y a ser proactivos para involucrar a todos los actores de nuestra sociedad, especialmente a los tomadores de decisiones, para que entiendan que el proceso de producir alimentos es una cadena compleja y que debemos proteger entre todos.
Como asociación estamos apoyando activamente múltiples iniciativas, como la conformación de la Coalición Agroalimentaria de Chile, donde junto a otras seis entidades estamos empeñados en concientizar y visibilizar a todos nuestros compatriotas que los alimentos vienen del campo, con mucho trabajo, y se necesita un esfuerzo mancomunado del empresariado, la sociedad civil y la clase política para garantizar nuestra seguridad alimentaria. En esta línea de trabajo hemos desarrollado diversas acciones con 60 diputados de todas las tendencias políticas -la bancada del campo-, quienes han entendido que las decisiones de política pública en el ámbito de la seguridad alimentaria deben definirse considerando elementos técnicos y la opinión de quienes nos dedicamos a poner los alimentos en la mesa de cada familia, para así poder seguir aportando al desarrollo sostenible de nuestro país.
Mario Schindler, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Semillas
Hipocresía en la política
Permítame expresar mi profunda frustración y rabia ante la hipocresía que veo en la política nacional. En estos tiempos de campaña, todos se presentan como los buenos, ¿pero dónde estaban estas personas cuando el país estaba en llamas durante el estallido delictivo? ¿Dónde estaban cuando se avalaba la violencia y se enaltecía la figura del "matapaco"?
Me molesta ver cómo los políticos se visten con la bandera del patriotismo y la justicia, pero al mismo tiempo promueven el odio a las instituciones de seguridad y orden público. No puedo evitar sentir una impotencia tremenda al ver las condolencias del Partido Comunista y otros políticos que durante años apoyaron la violencia y la anarquía. Me enoja ver cómo estos mismos políticos votan en contra de la Ley Naíl, avalan los indultos de este gobierno y usan prendas y objetos que simbolizan la violencia y la insurrección.
¿Cómo podemos confiar en ellos para liderar un país próspero y seguro? Espero que los chilenos tengan memoria y no olviden la hipocresía de estos políticos. No podemos permitir que se presenten como los salvadores de Chile, cuando fueron ellos mismos quienes contribuyeron a la inestabilidad y la violencia en nuestro país.
Francisco E. Oyarzo Fuentealba
Amnistía Internacional
Mientras tengamos gente como Rodrigo Bustos, en la dirección ejecutiva de Amnistía Internacional Chile y otro de de los cuestionados derechos humanos, defensores indirectos de delincuentes, terroristas y otros, no hay nada que hacer respecto de parar lo que sucede con la delincuencia y terroristas en nuestro país.
Carlos Olivares Covarrubias
Amenazas a ecosistemas
La imagen de un grupo de aves en las playas de Isla Riesco construyendo sus nidos con trozos de plástico constituye un símbolo de la crisis que vive la biodiversidad en el planeta. El exceso de desechos, las emisiones y el cambio climático amenazan con la extinción de las especies, lo que nos llama a movilizarnos por líneas de acción mirando hacia el propio futuro de la humanidad.
El trabajo público-privado en torno a la educación ambiental es clave para la conservación de ecosistemas estratégicos para la mitigación del cambio climático, a través de diferentes especies como los flamencos en el norte o las ballenas en las costas de la Patagonia, zonas en que organizaciones como Fundación Meri siguen trabajando con diversos proyectos colaborativos con abordaje territorial.
Al mismo tiempo, los compromisos en materia ambiental de Chile -como tratado de plástico de un sólo uso- se tornan relevantes, los que deben incluir planes concretos para el manejo de áreas protegidas y tareas de largo plazo, como la concientización en todos los niveles para tener una naturaleza libre de plásticos y de las amenazas humanas.
Sonia Español Jiménez, directora ejecutiva de la Fundación Meri
Cantidad de odontológos
El responder a un cuestionamiento tan paradojal que implica que exista una sobrepoblación de odontólogos actual en el país que alcanza cerca de los 32.000 profesionales y que, por otro lado, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, Chile tenga uno de los peores indicadores de salud oral en Latinoamérica, no es fácil de realizar. Esto, a mi juicio, responde fundamentalmente a la nula regulación sobre la creación de carreras de Odontología y sus procesos de acreditación (que dan cuenta de la calidad de la formación), que recién fueron de carácter obligatorio para esta disciplina a partir de 2018.
Considerando este crecimiento disciplinar desmesurado, los problemas de cobertura de salud oral en el país debiesen estar resueltos. Sin embargo, y a pesar de los criterios de la OCDE, que señalan que debiese existir un odontólogo por cada 1.810 habitantes, en Chile contamos con un profesional por cada 650, lo que sólo ha resultado en una disminución del 25% en la tasa de empleabilidad del odontólogo al primer año de recibido, con la consecuente disminución del ingreso promedio al primer año de cerca del 40%.
Entonces, ¿cómo se explica que las enfermedades orales más prevalentes sigan en alza en nuestra población? Ciertamente, esto implica un problema que incluye políticas públicas, recursos, descentralización y aumento de la cobertura.
David Rodríguez Chaparro, académico de la Universidad Autónoma