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Rol del Estado y de privados
Aún existen economistas, políticos o ciudadanos que creen a estas alturas que el Estado debería realizar la mayor parte de las actividades económicas del país, convirtiéndose este en el principal (y a veces único) productor.
Desde la retrospectiva histórica esta tesis no ha funcionado prolijamente: sucedió con el azúcar cuando se crea Iansa en el año 1953, al querer el Estado controlar la actividad agroindustrial; sucedió también con LAN en la década del 30 al pretender que el sector público impulse la actividad en el área del transporte aéreo de pasajeros; y el cobre es otro claro ejemplo, cuando fue activado el proceso de estatizar dicho metal en la década de los 60 y 70, para que sólo el Estado realizase la explotación de este. Pero nuevamente fue necesaria la ayuda de los privados para resurgir dicha actividad productiva.
Ahora no es una sorpresa que el litio esté bajo este mismo escenario debido a que es el mineral del futuro de turno, y es un material bastante rentable por sus innumerables usos tecnológicos e industriales. En dicho contexto, hubo voces de cierto lado de la política chilena que querían negar cualquier tipo de licitación a los privados con la intención que estos no fuesen partícipes del proceso de explotación del litio, pero nuevamente la historia se repite: la ministra de Minería, durante estos días, expresó la necesidad de ayuda de los privados para la extracción del litio planteando la expresión "no lo podemos hacer solos".
Con dicho comentario queda en demostrada la necesidad de la protección a la propiedad privada y el fomento que el Estado debe impulsar para que estos sean partícipes de las diversas actividades económicas, ya que de los privados nace la creación, innovación, las nuevas tecnologías, etc.
En otras palabras, mejora nuestra calidad de vida directa e indirectamente, y es por ello que cierta parte de la política chilena debe cambiar la receta del quehacer estatal.
Felipe Jara S.
Crecimiento económico
Tras las cifras dadas a conocer por el Banco Central en torno al crecimiento de la economía chilena en 2022 hubo distintas reacciones desde todos los sectores. Lo cierto es que ese 2,4%, menor a lo esperado no nos debería sorprender si consideramos que en 2021 la mayor actividad estuvo gatillada por los retiros previsionales y que el contexto político y social, marcado por la incertidumbre, ahuyentó múltiples proyectos de inversión.
Más allá del análisis de lo ocurrido, las proyecciones apuntan a que la recuperación del comercio exterior, sumado al nuevo proceso constitucional que devolverá certezas a quienes quieren hacer negocios en Chile, deberían permitir que durante el segundo semestre nos despidamos de las variaciones negativas que observamos desde septiembre pasado.
Sin embargo, no podemos esperar esto como simples espectadores. A nivel de políticas públicas, la reforma tributaria debe ser reformulada para que sea promotora del ahorro y de la inversión, al mismo tiempo que las modificaciones al sistema previsional deberían velar por aumentar el ahorro nacional, manteniendo la libertad de los trabajadores para tener sus ahorros individuales sin temor a perderlos.
La crisis es mundial, es cierto, pero como país debemos tomar medidas inmediatas si queremos retomar el ansiado camino del crecimiento.
Tomás Flores, académico de la Universidad Bernardo O'Higgins y ex subsecretario de Economía
Hidrógeno verde
El hidrógeno verde es una fuente de energía que promete avanzar en la descarbonización de distintos sectores. En la actualidad se utiliza principalmente en aplicaciones industriales y de transporte, pero su uso podría expandirse a medida que se reduzcan los costos de producción y aumente la disponibilidad de energía renovable.
Según un nuevo informe del Consejo del Hidrógeno, se espera que la producción alcance los 530 millones de toneladas para el año 2050, lo que equivaldría al 18% de la demanda total de energía en todo el mundo. Estadísticas actualizadas de la Agencia Internacional de Energía Renovables sitúan la producción al año 2050 en 614 millones de toneladas, de las cuales Chile aportaría 200 millones de toneladas explotando sólo entre un 10 y 15% de su potencial renovable.
Con ello, el país podría generar un tercio de la producción mundial, equivalente a la contribución del cobre chileno a la industria minera mundial. Estamos hablando de un ingreso anual del orden del 10% del PIB. ¿El nuevo sueldo de Chile?
Lorenzo Reyes Bozo, académico de la Universidad Autónoma de Chile
Bosques y salud
Una vez más Naciones Unidas nos convocó a la reflexión en el Día Internacional de los Bosques (21 de marzo pasado). Bajo el lema Bosques y Salud, nos recordó la necesidad de intensificar los esfuerzos para proteger nuestros espacios naturales. La destrucción forestal que observamos recientemente, con miles de hectáreas devastadas por incendios en buena parte de la zona centro sur del país, debe llamarnos nuevamente a revisar la forma en que nuestra sociedad valora los servicios ambientales de los bosques.
La provisión de agua dulce, productos comestibles, plantas medicinales, recursos forestales, hábitat para la diversidad de fauna nativa, el control de inundaciones y del microclima; constituyen una función invaluable de estas áreas. A ellas debemos agregar el ecoturismo y la oportunidad de ofrecernos un espacio propicio para la recuperación física y mental.
Los denominados baños de naturaleza son un buen ejemplo, hoy el Estado los está impulsando a través de la Conaf. La necesidad de fortalecer nuestra capacidad de manejo del territorio, en el marco de una planificación ecológica y de un nuevo ordenamiento territorial para las zonas rurales, resulta evidente. Pero también es prioritario ampliar las posibilidades de acceso para que nuestros niños, niñas y adolescentes, puedan disfrutar de las bondades de estas áreas naturales y sus beneficios para la salud.
Así, tendremos mejores expectativas para el futuro.
Humberto Rivas, académico de la Universidad San Sebastián
Igualdad ante la ley
Siempre se habla acerca de la igualdad ante la ley, sin embargo, es un mito, pues en la práctica no es así.
La ciudadanía siempre se ha preguntado: ¿por qué hay leyes especiales para el actuar del personal de las Fuerzas Armadas, parlamentarios y otros?
La nueva Constitución que está en proceso tendría que abordar y considerar esa inquietud ciudadana y "emparejar la cancha".
Jorge Valenzuela Araya