Correo
Puerto Montt del año 2050
A modo de respuesta personal a las preguntas planteadas sobre "Soñemos el Puerto Montt de 2050", hago llegar algunas ideas.
El Puerto Montt soñado: una ciudad con servicios de uso cotidiano de tal calidad que se transformen en atractivos turísticos, al estilo de la locomoción colectiva de Venecia. Nuestra ciudad tiene una orografía que invita a desarrollar un abanico de líneas de teleférico que pueda llevar locomoción puntual y segura a los barrios más apartados, así como crecer con la extensión urbana.
El tramo entre la última terraza y la cota 0 sería escénicamente muy atractivo. También lo sería el trayecto costero si las micros de la línea 4, Chinquihue-Pelluco, fuesen de dos pisos.
Sigamos soñando. Una ciudad que en invierno no se ahoga en humo porque electrificó su matriz energética. Puerto Montt lo logró gracias a haber formado una sociedad similar a la que en el norte ya desde hace varios años explota la energía geotérmica para consumo de las mineras. La Corporación de Desarrollo de Puerto Montt gestionó la creación de un Instituto de Investigación en Geotermia que el año 2050 es vanguardia mundial.
En el 2050 Puerto Montt cuenta con presupuesto muy generoso que le permite brindar muy buena calidad de vida y servicios a su población. Los sistemas educativos y de salud son del más alto nivel. Los museos de esta ciudad, su activa producción artística, así como su barrio universitario, son atractivos que trascienden las fronteras del país. La principal fuente de financiamiento la brinda el gran puerto internacional construido en la punta de Panitao, altamente eficiente y robotizado, que hace de terminal a un tren de carga de alta velocidad que comunica directamente con Buenos Aires.
Esto también fue gestionado por la Corporación de Desarrollo y como nuestra municipalidad es parte de la corporación, así nos aseguramos de que a la hora de las ganancias, la comunidad reciba lo suyo.
Bueno, está claro que si queremos construir ese futuro tenemos que comenzar por la Corporación de Desarrollo. También habría que cruzar los dedos para que no haya Tercera Guerra Mundial, porque ahí se iría todo a las pailas.
Renato Alvarado Vidal
138 años de El Llanquihue I
Me es muy grato poder dirigirme a usted para expresarle mis felicitaciones por un nuevo aniversario de El Llanquihue, nuestro matutino y de todos los puertomontinos, desde el año 1885.
El Llanquihue es compañía e información diarias en el quehacer de nuestros vecinos, siendo su registro una ventana a la historia y a los esfuerzos de todas las personas que han ayudado a conformar nuestra raigambre y que, a través de sus páginas, nos ayudan a comprender los objetivos comunes y el futuro que deseamos edificar.
Siempre es grato saludar a quien cumple años y lo hago con especial afecto a un medio que durante 138 años acompaña la vida cotidiana de nuestros vecinos. Cada redactor ha sido y es un historiador de lo cotidiano, y como tales han tenido y tienen una enorme responsabilidad en la formación de un ideario de nuestra identidad.
Felicito a todos y cada uno de los miembros del equipo de este matutino y espero que cada día siga alimentando la vida de Puerto Montt. Un gran abrazo para todos.
Gervoy Paredes, alcalde de Puerto Montt
138 años de El Llanquihue II
Saludo a El Llanquihue con motivo del aniversario N°138 del cuarto diario más antiguo del país.
En este nuevo año de vida, valoro la trascendente contribución del medio de comunicación que dirige a la construcción de una sociedad informada y al registro histórico del acontecer noticioso de la ciudad y las provincias que conforman la Región de Los Lagos.
En el marco de esta significativa conmemoración, hago extensivas las felicitaciones a todos los profesionales, funcionarios y colaboradores que son parte del centenario medio de comunicación.
Jaime Meza Sáez, presidente de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt
138 años de El Llanquihue III
Un afectuoso saludo a El Llanquihue, que contra viento y marea se ha erigido como factor de desarrollo en Puerto Montt y la región.
Pedro Silva
Ausencia de la Canciller
A raíz de la ausencia de la Canciller en el más grave desastre no sísmico de nuestra historia ( no digo desastre "natural", porque las evidencias dicen otra cosa), que afecta a varias regiones del país y en que hemos necesitado requerir el apoyo de otros países, llama la atención la falta de responsabilidad, compromiso político y ético con su función, y por qué no decirlo, su falta de vergüenza y patriotismo.
Lo anterior me recuerda cuando en la madrugada del 24 de mayo de 1875 se desató un violento temporal en la bahía de Valparaíso. La corbeta Esmeralda se encontraba amarrada con cadenas a su boya, pero el vapor Valdivia, que se encontraba próximo, garreó y colisionó a la corbeta, cortándole sus cadenas, rompiéndole el bauprés y echándole abajo el palo trinquete, quedando ésta al garete. Todo esto transcurría mientras su comandante, el capitán Luis Lynch, y su segundo comandante, el capitán Arturo Prat, que se encontraba con licencia médica, sin mediar órdenes superiores, lograban llegar a bordo en botes a remo poniendo sus vidas en riesgo al subir a bordo. Incluso Prat se lanzó al agua para ser izado con una cuerda.
La presencia a bordo de sus jefes para dirigir la maniobra finalmente logró salvar el buque que tanta gloria le dio a Chile cuatro años más tarde. Seguro que si nuestras actuales autoridades conocieran estos ejemplos de responsabilidad y compromiso heroico, sus conductas y ejemplo a la comunidad nacional serían muy distintas.
Reinaldo Reinike Espinoza
"Elefantes blancos"
El Sernac y el Ministerio de Bienes Nacionales son dos instituciones (elefantes blancos) que pesan menos que un cucurucho de cabritas. Ambas tiene buenas intenciones, pero poca efectividad. El Sernac está invadido de denuncias en contra del retail y, por su parte, Bienes Naciones de la ciudadanía y turistas ante la imposibilidad de acceder a lugares de uso público o toma de terrenos. Sin embargo, no se observa un reacción de la autoridad.
La ciudadanía se siente desamparada ante estos delitos encubiertos que se han transformado en hechos prácticamente normales.
Jorge Valenzuela Araya