Correo
Fiesta religiosa en Calbuco
A la Parroquia San Miguel Arcángel de Calbuco le debemos la preservacion, rescate y difusión de las más antiquísimas tradiciones que forman parte de nuestra más preclara identidad y patrimonio cultural, tanto material como inmaterial. Es así como las fiestas de los Indios Caciques y la de las Luminarias, fiestas patronales que se mantienen incólumes por mas de tres siglos, son signos inequívocos de una identidad religiosa, cultural y social única en el sur de Chile y en el país.
Todas ellas acompañadas y protegidas por las bandas de pasacalles con bombos, acordeones y guitarras, cuyos sonidos y compases se pierden en los albores del tiempo. Música sacra y santa que conmueve los corazones.
Los salvaguardias que pregonan de generación en generación son los fiscales, sotafiscales, patrones y patronas que con sus batidos de banderas rinden homenaje a sus santos patrones que guardan y veneran celosamente en los altares de las muchas capillas emplazadas en todas las comunidades católicas, tanto en el mundo rural continental como isleño en nuestra condición geográfica de archipiélago de 14 islas.
Traigo a colación esta introducción para señalar que este sábado 2 de diciembre se realizará la Fiesta de los Pasacalles, donde la gran innovación será que cada comunidad se hará presente no sólo con sus bandas, sino que además estas serán acompañadas por sus imágenes, las que serán representadas por una imagen viva, teniendo como protagonista a niños que tendrán la hermosa misión y tarea de vestir a imagen y semejanza de sus santos.
Creo que esta acción viene a reconfirmar no sólo la fe, sino la trascendencia de que la parroquia se compromete a seguir manteniendo y proyectando nuestro patrimonio. No es menor que los sacerdotes estén acompañados por nuestros fiscales, cofradía declarada como Tesoro Vivo de la Humanidad. Felicitaciones.
Eduardo Nievas Muñoz
Trenes: mal ejemplo
El Presidente Gabriel Boric le dice a los camioneros: "Vamos a actuar con toda la firmeza que la ley nos otorga y, por cierto, reafirma la importancia del proyecto que estamos desarrollando de trenes para Chile".
Mal momento eligió el Presidente para amenazar con trenes. En estos días, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está lidiando con los sindicatos ferroviarios porque en ese país, muy dependiente de sus ferrocarriles, podría haber un paro de trenes desastroso para la economía que se iniciaría tan pronto como el próximo lunes 5 de diciembre.
José Luis Hernández
Cotización adicional
Dos gobiernos han visto fracasar su reforma previsional por el destino de la cotización adicional "a cargo del empleador", a pesar que todos saben que esa cotización es fruto del esfuerzo y trabajo de las personas, y que sin trabajo no existe dicha cotización. El Gobierno justifica que es necesario que el empleador también cotice, pero lo cierto es que como la cotización no es a cargo del trabajador, entonces da la posibilidad que sea gestionada por un tercero, en este caso el Estado, sin propiedad ni heredabilidad.
Hoy quienes defienden la capitalización individual deben enfocarse en que la cotización adicional debe ser a cargo del trabajador, como lo ha sido por más de 40 años, y que ha imposibilitado que el Estado o los políticos de turno hagan mal uso de ese dinero. Por último, la cotización a cargo del trabajador asegura que el dinero es invertido en un activo financiero real, que junto con la rentabilidad en el tiempo, mejorará la pensión por mayor ahorro acumulado.
Eduardo Jerez Sanhueza
Ley de Cuidados Paliativos
La Ley de Presupuesto 2023 considera recursos que permitirán el financiamiento y la implementación de la Ley de Cuidados Paliativos, la cual busca que todas las personas tengan derecho al "buen morir". Leyes como esta ponen de relevancia la necesidad de garantizar el acceso a todas las personas que requieran cuidados paliativos y sus familias.
Es urgente que como sociedad tomemos conciencia de la necesidad de avanzar en medidas que nos permitan mejor la calidad de vida de las personas que padecen una enfermedad terminal. Entendiendo que la enfermedad restringe la participación en aquello que es importante de hacer, como entorno podemos apoyar con oportunidades y adaptaciones para que las personas desempeñen sus roles significativos y vivan hasta el último día de la mejor manera posible.
Natalia Núñez Cifuentes, académica de la Universidad de los Andes
Deserción escolar
La deserción escolar va en aumento en nuestro país, así lo señalan las cifras del Ministerio de Educación, donde 50.529 niños, niñas y adolescentes no se matriculan para continuar sus estudios. La pandemia y el distanciamiento dejaron consecuencias en todos los ámbitos, pero pareciera ser que en educación su impacto ha sido más complejo.
Tras la escuela online, la vuelta a la presencialidad nos daba esperanzas de poder mejorar los procesos de aprendizaje-enseñanza y la contención emocional que tantas personas necesitaban, pero la expresión de violencia que hemos vivido ha impactado la continuidad de estos mismos procesos. A la fecha, un gran número de estudiantes aún no asisten con regularidad de forma presencial a sus escuelas, viéndose interferido el desarrollo de distintas habilidades y competencias.
En este marco, el cierre de escuelas durante la pandemia ha agudizado la problemática, quedando sin centros educacionales, debiendo cambiar de establecimiento y alterando la logística familiar en torno a la educación de sus hijos e hijas. Lo anterior no hace sino profundizar las brechas educativas, especialmente en los grupos sociales con mayor vulnerabilidad, lo que se traduce en una mayor desigualdad en el acceso a una educación de calidad.
Si bien la deserción escolar es preocupante, la alta inasistencia también lo es, ya que puede ser un precursor a la salida del sistema educacional. Esto trae una serie de consecuencias cognitivas, sociales, pero también psicológicas, siendo compleja la reinserción posterior. La escuela debiese ser un espacio seguro, un factor protector para las infancias, siendo además un derecho ratificado en la Convención de los Derechos del Niño en 1990.
Por tanto, la deserción del sistema educacional es un factor de riesgo ante una serie de problemáticas, donde se pierden redes de apoyo y cuidados, y se le considera una vulneración de derecho.
Francisca Cifuentes, académica de la Universidad de Las Américas