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Virus hanta
La nota publicada el viernes en El Llanquihue sobre la prevención que debemos realizar ante eventuales contagios de hanta tras un caso fatal en la isla de Chiloé es muy relevante, por cuanto no debemos olvidar que el ratón colilarga -reservorio de este virus- se encuentra presente en nuestra región.
Al no existir tratamientos específicos o vacuna para prevenir la enfermedad, debemos adoptar medidas preventivas para no atraer roedores, ya sea manteniendo la higiene de nuestras viviendas, escuelas y parques e incluso ventilando los lugares que han permanecido cerrados, ya que el hanta se puede contraer cuando inhalamos excretas contaminadas con el virus. Los esfuerzos para combatir la enfermedad provocada por el hantavirus son destacables, sobre todo porque nacen desde nuestro propio territorio al más alto nivel.
En Puerto Montt, desde la Universidad San Sebastián estamos trabajando colaborativamente con entidades nacionales e internacionales, avanzando en un tratamiento contra el virus. Sin embargo, aunque hemos tenido positivos progresos, la investigación en salud y medicina requiere de tiempo para un desarrollo seguro para la comunidad, al igual que recursos y voluntades en distintos niveles.
Por ahora, el llamado es a seguir cuidándonos e incentivar a que quienes tomen decisiones desde el actual gobierno, puedan gestionar mayor apoyo a la investigación en hanta, ya que parece ser que por ser una enfermedad que afecta principalmente a la ruralidad, no merece la atención ni los recursos que reciben otras áreas de la salud.
María Inés Barría, científica e investigadora de la Universidad San Sebastián, sede De la Patagonia
Acuerdo por la salud
El diálogo siempre ha sido la herramienta más útil para resolver los grandes problemas que afrontan los países. Chile no ha sido la excepción, así lo demuestra la política de los acuerdos que se implementó en el pasado y que permitió avanzar en una exitosa transición democrática.
En el área económica, este gobierno está implementando una fórmula similar, incorporando y haciendo partícipe al sector privado de los proyectos de ley eje de su programa. Así, las pequeñas y medianas empresas están jugando un rol clave en el debate de la iniciativa que reduce la jornada laboral a 40 horas, la reforma de pensiones, la ley de pago a 30 días y la futura reforma laboral, entre otras.
Liderando este espíritu de buscar acuerdos han estado los ministros del Trabajo y Economía, quienes han sostenido reuniones permanentes con distintos sectores para escuchar sus posturas y así consensuar posiciones frente a los grandes desafíos que enfrenta nuestro país. En este contexto, llama la atención que aún no veamos el mismo ánimo en el Ministerio de Salud (Minsal), que debe abordar problemas graves como las listas de espera, la falta de infraestructura y especialistas, entre otros.
Los proveedores del sector público estamos comprometidos con entregar una atención de salud segura y de calidad, por eso creemos fundamental que el Minsal se sume a esta "política de los acuerdos" y establezca a la brevedad mesas de diálogo con el sector privado -no sólo con los funcionarios- para avanzar juntos en las soluciones.
Eduardo del Solar, director ejecutivo de la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud
Reforma previsional I
Según el proyecto previsional, en las inversiones habría alguna libertad de elegir, pero en el manejo de los 11,5 millones de cuentas, no, ya que ese manejo tendría que ser únicamente estatal. Hay un concepto del ministro de Hacienda que dice, hablando de las cuentas previsionales, no de las inversiones, lo siguiente: lo lógico es que un sistema social sea administrado por el Estado.
Si la administración del Estado comparada con la de varios privados en competencia funcionara exactamente igual, podría ser. Pero hay un choque brutal entre ese concepto y la realidad.
El primer impacto es el conocido: "si está bueno, no lo arregle". Las AFP han demostrado que funcionan bien manejando 11,5 millones de cuentas en competencia entre ellas: entregaron en completo orden y rápidamente los cuatro retiros, etc. No se ha perdido un peso. No tienen o tienen muy poca grasa funcionaria, no pasan en paros, etc.
El segundo es que las entidades estatales tienden a crecer sin límite (los gobiernos sí tienen un millón de amigos). El tercero es que el Estado no es un buen gestor de cuentas y trámites, eso va contra su normal lentitud, en especial cuando es monopolio.
De mi experiencia personal: hacer una transferencia desde un banco estatal es mucho más complejo que desde diversos bancos privados. Mi experiencia, de nuevo, me confirma lo que una persona dice refiriéndose al banco estatal: "ese banco siempre está caído".
El ministro de Hacienda debiera hacer una buena encuesta de calidad de servicio y comparar para no condenarnos a depender en el futuro sistema previsional de un monopolio estatal con un servicio deficiente y paros eternos (ejemplo emblemático: el Registro Civil).
José Luis Hernández
Reforma previsional II
El Gobierno defiende que el 6% extra de cotización, que proviene del empleo formal, vaya a un fondo común llamado Seguro Social, aludiendo a que de esta forma Chile se acercará al 83% de los países de la OCDE con solidaridad contributiva.
Si vamos a compararnos con la OCDE, entreguemos la foto completa. En estos países, 1 de cada 2 personas en edad de trabajar tiene empleo formal (cotiza). En Chile es sólo 2 de cada 5. ¿Qué propone el Gobierno para parecernos más a estos países en ese ámbito?
Elisa Cabezón, economista de la Red Pivotes
Lecciones del Mundial
Después de ver correr a los japoneses enfrentando a los "paquetes" alemanes tuve los siguientes pensamientos: Los alemanes se conectan muy bien, pero no tienen velocidad para enfrentar un equipo joven, alimentado con pescados y algas.
Los equipos africanos son sorprendentes. Gigantes en estatura y se mueven con gran agilidad. Lo mejor que he visto hasta ahora es el desempeño de todos los arqueros. Los estadios y organización de Qatar parecen ser muy eficientes.
¿Alguien recuerda el Mundial en México? Cantinflas y Chapulín se reirían. Sorpresas las habrán. Y muchas. Demos gracias a Dios que Chile no está jugando.
Gustavo Astorquiza