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Estudio asocia plantar árboles con una reducción de la mortalidad

RESULTADOS. Se detectó que a mayor edad de las especies, existe más impacto en la salud de la población. Los efectos son más importantes en hombres y mayores de 65 años.
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Agencias

La cercanía de las poblaciones a áreas verdes como plazas y parques, es algo que se considera en los estudios sobre calidad de vida de las comunas y regiones, pero ahora cobra especial relevancia, pues un estudio demostró una asociación entre plantar árboles en la ciudad y la reducción de la mortalidad no accidental entre la población.

En pocas palabras: los lugares con mayor presencia de árboles bajaron en 20% las muertes naturales.

El estudio, publicado en la revista Environment International, surgió a partir de la experiencia de una campaña de plantación en la localidad de Portland (Estados Unidos) y fue codirigido por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación "la Caixa", y el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Los autores aprovecharon un experimento natural que tuvo lugar en la ciudad de Portland entre 1990 y 2019 cuando la campaña Friends of Trees plantó 49.246 árboles en las calles y registró dónde y cuándo los plantaron.

El equipo analizó el número de árboles plantados en un área censal, donde viven aproximadamente 4.000 personas, en los 5, 10 o 15 años precedentes, y asociaron esa información con la mortalidad por causas cardiovasculares, respiratorias o no accidentales en esa misma zona, a partir de datos de la Autoridad Sanitaria de Oregón.

Los resultados muestran que en los barrios en los que se habían plantado más árboles, las tasas de mortalidad (muertes por cada 100.000 personas) eran menores.

La asociación era significativa para la mortalidad no accidental (disminución del 20 %) y la cardiovascular (6 %), sobre todo para los hombres y las personas mayores de 65 años.

Además, la asociación era más fuerte a medida que los árboles envejecían y crecían: la reducción en la tasa de mortalidad asociada a árboles plantados entre 11 y 15 años antes (30 %) doblaba la observada con árboles plantados entre uno y cinco años antes (15 %).

Esto significa que los árboles más viejos están asociados a una mayor disminución de la mortalidad y que conservar los árboles maduros puede ser especialmente importante para la salud pública.

Este estudio no aporta evidencia directa sobre los mecanismos por los cuales los árboles mejoran la salud, es decir, los investigadores no llegaron a saber por qué se produce este fenómeno, pero conocer que los árboles grandes impactan más en la salud que los pequeños es revelador, pues, según los expertos, son mejores para absorber contaminación del aire, moderar temperaturas y reducir el ruido, que son factores relacionados con un mayor riesgo de mortalidad.

"Observamos el efecto tanto en los barrios verdes como en los menos verdes, lo que sugiere que plantar árboles en las calles beneficia a ambos", afirmó el primer autor del estudio, Geoffrey H. Donovan.

Este análisis también tuvo en cuenta otros factores que pueden influir en la mortalidad, como los ingresos, la educación y la composición racial de los barrios.

Según las estimaciones de los autores, "los beneficios de plantar árboles superan con creces el coste": plantar y mantener un árbol urbano en cada una de las 140 zonas censales de Portland costaría entre 3.000 ($2,8 millones) y 13.000 dólares ($ 12 millones), mientras que generaría unos 14,2 millones de dólares anuales en vidas salvadas (más de $13 mil millones).

¿Cuál es la realidad en Chile? Este año, en el contexto del Día Internacional del Árbol, la Corporación Ciudades dio a conocer un estudio donde comparaban la cobertura vegetal de las principales ciudades del país, en el entendido de que la naturaleza aporta beneficios climáticos y también a la vida diaria.

La capital regional que tuvo los mejores resultados fue Valdivia, con 52% de la ciudad con presencia de naturaleza. Fue seguida por Puerto Montt (46,7%), el Gran Valparaíso (41,4%), Coyhaique (40,8%) y el Gran Concepción (37,9%).

La que obtuvo peores resultados fue Iquique, con 2,1%, seguido por Antofagasta con 4,3%, Arica con 6,3%, Copiapó (13,2%) y luego hay un salto hasta La Serena-Coquimbo, que arrojó 19,3%.

Claro que dentro de las regiones existen diferencias importantes. Por ejemplo, en la Región Metropolitana, las comunas de Lo Barnechea, Vitacura y La Reina, superan los indices incluso de Valdivia, pero también tiene otras con bajísimos niveles.

Para desarrollar más espacios verdes en zonas más secas, la entidad recomendó preferir especies nativas y de poca necesidad hídrica.

20% bajaron las muertes naturales en los barrios donde la campaña Friends of Trees plantó más especies.

6% disminuyeron los decesos por causa de enfermedades cardiovasculares en los sectores que tenían más árboles.

Identifican proteína que impediría que la inmunoterapia contra el cáncer funcione en ciertos pacientes

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Un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y otras instituciones médicas suizas han descubierto la proteína que impide que la inmunoterapia funcione en algunos tipos de cáncer en ciertos pacientes.

Los investigadores identificaron que la proteína FMRP, causante también de enfermedades cognitivas en otros pacientes, podría estar detrás de la resistencia de las células cancerosas a los tratamientos por inmunoterapia contra el cáncer.

Los experimentos realizados en ratones mostraron cómo la actividad de la proteína FMRP en los entornos tumorales impide la acción del sistema inmune (base de la inmunoterapia) para combatir distintos tipos de cáncer.

Los investigadores comprobaron su hipótesis en ratones modificados genéticamente para que la proteína FMRP no se manifestase.

El experimento en los roedores demostró que la presencia o no de esta proteína puede indicar a los médicos el pronóstico más o menos grave de cada cáncer y ayudarles a descartar la inmunoterapia como un tratamiento útil de la enfermedad en cada caso.

El líder de los investigadores, Douglas Hanahan, declaró sentirse "sorprendido" por el descubrimiento de estas propiedades de la proteína FMRP.

El cáncer es la principal causa de muerte en el mundo con casi diez millones de defunciones cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los tipos de cáncer más comunes son los de mama, pulmón, colon y recto y próstata.

La inmunoterapia es un tratamiento de vanguardia contra el cáncer que consiste en dirigir el sistema inmunitario de los pacientes contra sus propios tumores.

A este descubrimiento se sumó otro en la misma línea esta semana, pues otra investigación española determinó por primera vez que el estudio conjunto de cuatro biomarcadores puede predecir si un paciente de cáncer de recto responderá bien o peor al tratamiento habitual, lo que permitirá decidir terapias más personalizadas e intensas en estos últimos casos.

Los biomarcadores son parámetros clínicos o bioquímicos que permiten hacer predicciones sobre el diagnóstico y la evolución de una enfermedad, lo que ayuda a los médicos a clasificar a los pacientes y diseñar tratamientos más personalizados.

El tratamiento de este tipo de cáncer, en la actualidad, se inicia con unas sesiones de quimioterapia y radioterapia, se deja descansar al paciente unas semanas y se aborda la cirugía, a la que sigue de nuevo la quimioterapia. "Es una fórmula de tratamiento que sirve para garantizar una mayor supervivencia de los pacientes que sufren esta enfermedad, pero no todos terminan curados del cáncer rectal", dijo el investigador Alfredo Martínez.

4 son los tipos