El programa de vacunación ha permitido que se regrese paulatinamente a una situación de mayor normalidad en el país. Asimismo, el 11 de octubre se inició la inmunización con la vacuna bivalente, que contiene la cepa original y ómicron, partiendo con el personal de los servicios de salud y pacientes inmunocomprometidos y los mayores de 80 años, disminuyendo de esta forma el riesgo de enfermedad grave y muerte en la población de más riesgo. Entre los inmunodeprimidos se considera a los pacientes de diálisis, con trasplante de corazón, pulmones, riñón, hígado y páncreas; quienes hayan recibido trasplante de médula ósea; pacientes en tratamiento por cáncer y con enfermedades autoinmunes que reciben tratamientos biológicos.

Como parte de este proceso de mayor normalización, desde el 1 de octubre en curso entró en vigencia la liberación del uso de la mascarilla en los espacios abiertos. No obstante, en locales cerrados y especialmente en los centros de salud, sigue siendo indispensable. Coincidencia o no, ha sido evidente que a partir de esa liberación parcial de las restricciones, y la mayor movilidad, comenzaron a subir las cifras de contagios en el país. En consecuencia, todo indica que están equivocados quienes estiman que la pandemia ya pasó y optan por no respetar las medidas de prevención. Es cierto que dejar de usar la mascarilla en espacios abiertos permite a las personas caminar y realizar actividades deportivas o recreativas en mejores condiciones. Ayuda, además, a una mejor comunicación verbal y a observar los rostros de los interlocutores.

Desde septiembre, con la llegada del buen tiempo, ha aumentado la movilidad de las personas y se incrementaron los viajes, en los cuales muchas veces no se acata la distancia física, todo lo cual implica que haya más transmisión y diseminación de la enfermedad. Hay quienes sostienen que tal vez se adelantó demasiado la liberación de la mascarilla, lo que contribuyó a creer que la pandemia se había retirado. Esto está demostrando toda la complejidad del covid, pese a que han pasado dos años y medio. Por ello es que se requiere necesariamente que la ciudadanía acate las medidas preventivas que en forma reiterada se dan a conocer.

En turismo se manejan algunos conceptos que han pasado a ser manejados como verdades sin serlo. En Chile se habla de "temporadas". Hay una temporada baja que va desde abril a noviembre donde el turismo prácticamente no existe, salvo algunos fines de semana largos que se están haciendo cada año más populares. Se piensa que esos pequeños feriados ayudan el turismo sin pensar en que cualquier industria, para desarrollarse, debe funcionar todo el año y no esporádicamente.

También tenemos la temporada alta, en que todo el mundo sale a veranear (no a vacacionar, que se podría hacer todo el año). Los organismos oficiales y los municipios se preocupan de hacerle una inútil publicidad sin darse cuenta de que nuestra temporada alta se llama así porque la gente llena todos los lugares turísticos sin necesidad que le digan. Cuando me preguntan -¿Y cómo piensas que estará esta temporada?- Digo, invariablemente -Vamos a estar llenos de turistas, la temporada alta se cuida solita.

Hay que romper este paradigma y convencer a todo el mundo, y principalmente a los que toman decisiones, que el término es "vacacionar", que se puede hacer todo el año y que hay que promocionarlo para que todos los prestadores de servicios turísticos ganen plata todo el año, no sólo los fines de semana largos y durante el verano. Ahí sí que se requiere promoción, en marzo, en invierno. Sin embargo, se hace al aproximarse el verano.

Otro paradigma para destruir es hacer actividades en temporada baja en la misma ciudad para "fomentar el turismo". Puede ser gastronómico, de artesanía, no importa. Se puede hacer en Angelmó, en el Mercado, en la plaza o en algún restaurant. Muy bien, bienvenido, pero los asistentes serán la gente de Puerto Montt y de alrededores, pero no los turistas que aún no llegan. Mejor digamos que queremos fomentar lo local, que es muy bueno, y para ello se justifica un evento. Pero no digamos que vamos a fomentar el turismo.

El turismo se fomenta donde está el "mercado objetivo", o sea, en Santiago, Buenos Aires o, por último, Miami, pero no en Puerto Montt. Y esto es válido para muchos eventos que fomentan falsamente el turismo porque no somos capaces de mostrarlo fuera de los límites comunales.

Desgraciadamente la historia nos señala que, cuando hemos hecho promoción fuera de nuestras fronteras, el gasto no se traduce en mayor cantidad de pasajeros llegados. Debe ser porque las decisiones se toman entre cuatro paredes y ni siquiera se han leído el Plan de Marketing Turístico hecho con recursos municipales en 2021.

Jorge Tramón Guarda, director

de la Fundación Paralelo 41

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Compañía Medel-Vilela triunfa en Puerto Montt

Ante una numerosa concurrencia se presentó en el Teatro Victoria de Puerto Montt la compañía Medel-Vilela, que encabezan la estrella de la canción, Dorita Medel, y el notable guitarrista Paco Vilela, quienes fueron ovacionados por los asistentes en cada uno de los números que presentaron durante el espectáculo.

20 años | 4 de noviembre de 2002

Baja capacitación afecta a los jóvenes de la región

Hasta el triple pueden llegar los márgenes de cesantía o de desempleo entre los más jóvenes, principalmente entre quienes intentan ingresar al mercado laboral, producto de la baja capacitación y la deserción escolar, factores principales de un fenómeno que perjudica a 7 de cada 100 personas aptas para trabajar en la región.

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El hallazgo de cinco mil libros de la enseñanza básica y media almacenados en una escuela de Puerto Montt motivó a la Dirección de Educación Municipal (Daem) y al Departamento Provincial de Educación iniciar una investigación para tratar de establecer cómo se generó esta situación con textos que datan desde 2003 a 2008.