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en la casa también. Pero las mujeres somos así, muy fuertes. Con muchas pilas", comentó.
Ha sido un proceso permanente de adaptación, partiendo de los cambios que van mostrando las distintas generaciones. "Los niños de hoy no son los de antes, no hay duda, pero soy una agradecida de que en nuestra escuela hemos podido mantener un nivel de exigencia de disciplina, las familias en sus casas. Y hay una cosa muy bonita intergeneracional, además, entre las más chiquititas que están siempre mirando a las más grandes, las admiran, y las grandes conversan con ellas, quieren ayudarlas y se sienten felices de apoyar a las pequeñas".
También ha tenido el empuje de sus cercanos, sus hijos, nietos, para adaptarse a la tecnología, desde las cosas básicas, como el uso del teléfono celular, un computador.
"Siempre me están empujando a atreverme con la tecnología. 'No tengas miedo de apretar las teclas', pero si me da miedo que se va a borrar todo… No, atrévete, atrévete y bueno ya puedo hacer bastantes cosas", afirma.
Desde Santiago
Y qué decir de la tecnología en las puestas en escena, desde aquellos tiempos en que los telones llegaban desde Santiago, porque se los conseguía en el Teatro Municipal u otros y que requerían un enorme esfuerzo logístico en el que siempre contó con el apoyo de su marido, Luis Villavicencio.
Pero ahora hay que mirar imágenes, usar fotos, proyecciones, videos, "la modernidad", resume.
Y por eso no se cansa de agradecer la paciencia infinita de personas jóvenes, "como los técnicos del Teatro del Lago en esta gala, por ejemplo, ayudándome a resolver cada pequeño o gran detalle. Estoy infinitamente agradecida de eso, porque para una persona de mi edad a veces no es fácil", remarcó.
Cuenta que en este proceso de adaptación pasó una de las mayores vergüenzas de su vida, "cuando partió la pandemia nos quedamos de brazos cruzados, no sabíamos qué íbamos a hacer. Los colegios ya estaban funcionando on line y las chicas y los apoderados empezaron a preguntar si nosotros lo haríamos. Me costó mucho tomar la decisión, pero no había mucha alternativa".
"Y fue una experiencia increíble. Estaba feliz de la vida haciendo las clases. Me venía a acompañar una de las alumnas grandes como asistente. Trabajaba toda la sala a clase, técnica y un poco de coreografía y al final de semestre, cuando ya pudimos volver presencial, invitamos a los padres para que vieran lo que hacían sus hijas. Hicimos la clase y cuando terminó se acerca una mamá y me dice que siempre veían el producto terminado, la gala, las presentaciones en el teatro, 'pero ahora hemos visto como usted hace la clase en la sala, sabemos cómo enseña y lo que pasa en esas cuatro paredes…'. Ahí me quise morir, no me imaginé nunca que detrás de las niñas en las casas estaban los papás, las mamás mirando a sus hijas… y a miiiiiii en la pantalla. Yo feliz con mis niñitas… Nunca me di cuenta que estaban mirando más personas, sólo veía a las niñas en la pantalla, las corregía".
Valoración de adultos mayores
"Yo creo que hay de todo. Hay mucha gente que respeta a los adultos mayores, pero creo que efectivamente en nuestro país todavía nos falta mucho eso. En otros países, incluso acá te diría que me encantó que en Villarrica hay una cosa muy bonita de reconocimiento, hay letreros invitando a respetar a los adultos mayores, tenemos prioridad en muchos lugares, sitios preferenciales, asientos… Es una cultura. Pero no es así en todas partes. No sé si será porque somos un país tan joven si nos comparamos con Europa, por ejemplo, donde han pasado de todo. O en Asia, donde somos respetados, muy respetados los adultos mayores…".
Respecto de la discriminación laboral que afecta a los adultos mayores, la maestra apunta a que hay gente mayor que tiene energía y tiene fuerza y otra que sencillamente no. "Hay personas trabajando a los 70, 80 años y otros que esperan la edad para jubilar. Yo creo que es algo muy personal, cada uno lo vive de distinta manera, aunque, en general, creo que las personas mayores quieren seguir activas y sentirse útiles, no ser un mueble más de su casa. Seguir activos, en movimiento es lo que mantiene joven el espíritu. Salir a caminar, juntarse con amistades, hacer labores benéficas, aportar a la sociedad… pero tú tienes que darte ese ánimo para hacerlo. También hay que considerar que no todos tenemos la misma salud, lo que es una suerte y de eso depende todo".
Y puede influir la genética, también, "mi mamá estuvo siempre apoyando a mi actividad artística y profesional. Vivió 102 años y mi padre se fue a los 80. Entonces, los genes pueden ser también", quizá.
"Pero no tengo ninguna duda, la actividad física mantiene y la danza alimenta el espíritu y luego vez la vida de distinta manera", lo que de una u otra manera contribuye a ir sumando años sin que pesen demasiado, desliza, "porque no se puede negar que se va sintiendo".
Una afirmación que parece refrendar el nutrido grupo de maestras de danza que llegaron a la gala en Frutillar, "evidentemente, todas tienen mi edad o parecido y se mantienen muy bien, activas, trabajando y eso es muy bonito". Unas con menos años y otras con más, pero 'todas muy activas'", afirmó.
"Una persona puede bailar a cualquier edad, por cierto, obvio, pero sabes tú que una cosa es sentir la música, bailar, pero en un escenario te tienes que dar cuenta cuando llega el momento en que hay que parar. Es bonito bailar, expresarse, pero tampoco… No es bonito ver a una anciana moviéndose apenas. Yo creo que este fue mi tope. Ahora ya con seis décadas de trayectoria… Yo creo que es un tope bonito. Eso no quiere decir que voy a dejar de bailar, ni de hacer clases, o de trabajar, pero en un escenario creo que fue el tope".
" Un plus de energía que me llega por todos lados, entonces sigo trabajando y de repente se me olvida que tengo casa, que tengo marido y llego hasta las tantas… y ahí me acuerdo que tengo que seguir funcionando en la casa también.
120 niñas y jóvenes acudían a su academia antes de la llegada de la pandemia en 2020.
30 años fue el tiempo en que se desarrolló como profesora del Instituto Alemán de Puerto Montt.
5 de noviembre es el día en que tendrá lugar la gala, a partir de las 18 horas, en el Teatro Diego Rivera.