Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos
ENTREVISTA. Cristina Ortega, maestra de danza:

"Seguir activos, en movimiento, es lo que mantiene joven el espíritu"

E-mail Compartir

Redacción

Una exclamación de asombro y un aplauso cerrado recorrió la sala Tronador del Teatro del Lago cuando, entre el grupo de exalumnas de la Escuela de Ballet de Cristina Ortega, que bailaba a los sones de Gracias a la Vida, apareció sobre el escenario, como una más del elenco, la maestra de danza, Ema Cristina Ortega Fierro.

Recién cambiando de folio, la maestra de a lo menos tres generaciones de puertomontinas, se emociona al recordar esa emotiva jornada con que celebró, sobre las tablas del teatro de Frutillar, sus seis décadas de trayectoria. "Fue mágico, súper mágico", remarca.

Pero fiel a su espíritu inquieto, aún no bajaba del escenario de Frutillar cuando ya tenía la cabeza en la preparación de lo que serán las próximas funciones. La más cercana, el sábado 5 de noviembre en el Teatro Diego Rivera de Puerto Montt, a partir de las 18 horas, donde se presentará con parte del programa de Frutillar, pero en una función abierta a la comunidad y con entrada liberada.

Hija Ilustre

"Tengo mucho que agradecerle a la ciudad, me han reconocido como Hija Ilustre, pese a que nací en Osorno", remarcó, aunque gran parte de su vida profesional la ha desarrollado en la capital regional, donde fue profesora del Instituto Alemán de Puerto Montt por más de 30 años.

Ahí jubiló, recuerda, pero eso no la detuvo para continuar con su escuela de ballet, que partió muy pequeñita, "en el living de la casa, con cuatro alumnas" y desde entonces, con un largo camino recorrido, suma ya varios cientos de niñas y jóvenes que se han formado y siguiendo las normas de enseñanza de la Royal Academy of Dancing, para la formación clásica, que es la madre de todas las batallas, el origen y la base para todos los estilos, enfatizó.

Mayoritariamente niñas, aunque "en una época también hubo varones", cuenta, pero en general han sido mujeres y varias de ellas se han dedicado profesionalmente a la danza en sus vidas de adultas, aclaró. Octubre es el mes del adulto mayor y coincidentemente ha sido un período lleno de actividades para esta hiper kinética maestra de danza que piensa seguir trabajando mientras sea feliz.

"Trabajar contenta, feliz porque estás haciendo lo que te gusta, recibiendo a diario la energía que te regalan los niños, porque te hacen moverte, te hacen reír, correr… saltar. Es una energía que te va nutriendo el espíritu", afirma para explicar de dónde saca la energía desbordante que le exige dirigir una escuela de ballet que antes de la pandemia llegó a tener más de 120 niñas y jóvenes en distintos niveles de aprendizaje, montando dos funciones por año y participando además de otras actividades.

"Sigo trabajando"

"Un plus de energía que me llega por todos lados, entonces sigo trabajando y de repente se me olvida que tengo casa, que tengo marido y llego hasta las tantas… y ahí me acuerdo que tengo que seguir funcionando

"Hay mucha gente que respeta a los adultos mayores, pero creo que efectivamente en nuestro país todavía nos falta mucho eso"