La historia del APR Lagunitas-Cardonal: partieron 75 familias y hoy son 2.400
Un grupo de vecinos decidió, hace 28 años, trabajar de manera conjunta para acceder al agua potable en el sector rural de Puerto Montt. Así, tras un trabajo que mezcló recursos propios y aportes estatales, pasaron de 3 kilómetros de red en 1994 a 140 kilómetros en la actualidad.
En el sector rural, donde las empresas sanitarias no llegan a todos los rincones, la gestión del agua potable recae bajo la administración de las organizaciones de Agua Potable Rural (APR). Constituidas mayoritariamente por comités y cooperativas, los propios vecinos llevan a cabo la misión de abastecimiento a partir de las inversiones públicas, privadas y/o híbridas con un carácter comunitario, lo que les permite administrar, operar y mantener el servicio de agua potable entre los miembros de la comunidad.
Este justamente es el caso del Comité de APR Lagunitas-Cardonal que nació en 1994. En ese tiempo contaba con un pozo y 3 kilómetros de red para abastecer a 75 viviendas ubicadas en la ruta a El Tepual, entre el límite urbano y el sector Cooperativa en Puerto Montt.
Hoy, casi tres décadas después han dado un salto cuantitativo y cualitativo, según reconoce el presidente del comité y uno de los fundadores, Gustavo Almonacid. En la actualidad abastecen a más 2.400 viviendas y empresas que se han instalado en la zona y multiplicaron de manera exponencial la red de tuberías, llegando en la actualidad a 140 kilómetros. "La cantidad de gente que llega cada año a vivir a esta zona es muy grande", advierte.
Esto fue justamente lo que los instó a trabajar para construir una tercera planta APR, esta vez en Lo Vásquez. "La primera la inauguramos en 1994 en el sector Lagunitas con recursos del Gobierno Regional. En ese tiempo solo nos abastecíamos de los pozos profundos de manera individual y esta planta generó un gran cambio. Y luego, la segunda planta, ubicada en Cardonal, fue inaugurada el 2019, con inversión público-privada", recuerda.
PUNTOS DE VISTA
Bernarda Cárcamo, presidenta del Comité de Trabajo Los Alerces, explica que en el pasado habían tenido problemas con el agua, principalmente la falta de presión, que he hacía más notoria en los fines de semana. "Ahora vamos a estar mejor. Hemos puesto harto de nuestra parte para poder solucionar estos tropezones que se dan cuando se es rural", señala.
Germán Hernández, presidente del Comité de Trabajo Villa Lo Vásquez, que agrupa a casi una treintena de hogares, plantea que en el caso de ellos los problemas por la baja presión del agua se acentuaban más, debido a que viven en un sector alto. Pero esas molestias ya no las tendrán más. "Creo que esta planta nos va a ayudar no solo a nosotros, sino que a toda la comunidad en general", asegura Hernández.
A su juicio, "esto nos reafirma como comunidad, de que siempre hay que ir trabajando y mejorando cada día las cosas, y en este caso el elemento vital, que es el agua para toda la gente".
El alcalde Gervoy Paredes, presente también en la inauguración, calificó como "un tremendo avance" la puesta en marcha de la planta y destacó la labor realizada por el comité. "Este trabajo que hacen los dirigentes de una APR es muy distinto al que hace una junta de vecinos y también es gratuito [...] Es un esfuerzo importante que ellos entregan por darle agua a la comunidad. Así que bienvenido sea esto y un ejemplo también. Ojalá sea copiado también por otros APR", destacó el jefe comunal.
La ceremonia de inauguración también contó con la participación del diácono de la Parroquia San Pablo de Mirasol, Daniel Coñoecar, quien bendijo las instalaciones; y la agrupación Antu Küyen, que realizó una exhibición de cueca. La actividad concluyó con un almuerzo para los vecinos, realizado en el Centro de Eventos Doña Ignacia.