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Suspensión de parcelaciones
El 12 de julio, el Ministerio de Agricultura (Minagri) ordenó al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) suspender la certificación de la subdivisión de predios rústicos que pudieran significar una amenaza a los sistemas agroproductivos, al ecosistema y al equilibrio socioecológico de las localidades en las que están emplazados. Dispuso que si durante la evaluación de una solicitud de certificación de subdivisión de predios rústicos, el SAG advirtiera de situaciones que pudieran dar cuenta que el proyecto pudiera importar un eventual cambio de destino de los lotes, o una eventual violación de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, deberá suspender la tramitación y requerir una serie de informes técnicos y otros antecedentes a autoridades administrativas, teniendo como consecuencia que la solicitud de certificación se suspenderá.
Esto presenta varios vicios, todos los cuales podrían significar una ilegalidad, siendo probable que la Contraloría General de la República los denuncie al controlar la legalidad de este acto administrativo. Los principales problemas son los siguientes: primero, el ministerio afirma que "parte de la industria y los desarrolladores inmobiliarios han ajustado sus proyectos para vulnerar el espíritu de la ley (…) al lotear terrenos rurales simulando que continúan teniendo fines agrícolas, ganaderos o forestales, aunque en realidad sus usos finales son de tipo habitacional".
Difícilmente alguien podría estar en contra de que aquellas personas que han vulnerado la legislación sean sancionadas. Pero lo cuestionable es la herramienta usada por la autoridad. En lugar de sancionar a quienes hayan infringido la ley, la autoridad ha decidido establecer un sistema de sospecha: si ella cree que usted podría infringir la ley en el futuro, su solicitud de certificación de subdivisión se suspenderá. No se requiere que la autoridad cuente con evidencia de que usted infringirá la ley, y mucho menos que la haya infringido.
Así, la autoridad opera sobre la base de la sospecha y no de los hechos. Personas inocentes verán sus solicitudes de certificación suspendidas, debido a que algún burócrata podría sospechar sobre sus futuras intenciones. Los funcionarios de la administración necesitarán conocer el futuro.
Segundo, la decisión del Minagri merece ser calificada como ilegal y arbitraria, pues no señala la forma ni los antecedentes necesarios para que el SAG funde su decisión de suspender la solicitud de certificación de subdivisión. ¿Cómo podría el SAG advertir que la subdivisión podría importar un eventual cambio de destino? Nuevamente, el funcionario público requerirá conocer el futuro.
Todo esto genera un evidente riesgo para la seguridad jurídica, pues todas las personas estarán expuestas a que sus solicitudes sean suspendidas de manera indefinida, siempre que el funcionario a cargo pudiera advertir que en el futuro, la subdivisión pudiera importar un cambio de destino de los lotes.
Felipe Pereira, abogado
Trenes o tranvías para la zona
El clamor de que vuelva el tren se escucha fuerte en Puerto Varas y Puerto Montt. Me parece que se busca con soluciones del pasado entregar mejor conectividad, con menos autos, con espacios para disfrutar un ritmo a escala humana, menos tiempo de desplazamiento, ciudades más cómodas, finalmente, una vida con menos complicaciones.
Dudo que la vuelta al tren nos ayude en esto, más bien pienso que se puede convertir en un problema, como ya ha pasado, de miles de millones de pesos perdidos por un bajo uso y sin una verdadera solución a los problemas que se pretende abordar. ¿Por qué las personas de Puerto Varas, Alerce, La Vara, Puerto Montt y paradas intermedias irían a las estaciones para tomar el tren si tienen que caminar muchas veces bajo la lluvia, o usar otros medios para llegar a la estación?
Se debe pensar en una solución acorde a lo que las personas requieren. Necesitamos medios de transporte que estén cerca de las casas y los lugares de destino. Esto lo intentan los colectivos y las micros, pero aún es insuficiente para los desafíos por venir.
Entonces, ¿por qué no pensar en tranvías que utilicen la red de trenes como principal camino, pero que se internen en las ciudades, que tengan más paradas intermedias y que compartan o reemplacen el espacio con los actuales medios como micros y colectivos? En este sentido, los tranvías movidos por energía eléctrica pueden ser una solución más eficiente y moderna. El tranvía transporta pasajeros haciendo recorridos urbanos, con paradas separadas entre 300 y 2.500 metros. Los trenes transportan más cosas, como mercancías y también pasajeros, a distancias mucho más largas. Los tranvías tienen paradas cada pocos metros.
De esa diferencia fundamental entre trenes y tranvías se derivan otras: los tranvías son más ligeros (para acelerar y frenar mejor), más cortos (para no estorbar el tráfico urbano), no pasan de 60 o 90 kilómetros por hora, etc. Los trenes son muchos más largos y pesados, siempre están compuestos de locomotoras y vagones, etc. Naturalmente, hay intermedios, como los "trenes de cercanía" o los "trenes ligeros" que dentro de la urbe se comportan como tranvías.
El tranvía funciona con rieles de hierro. Sin embargo, estos carriles están incrustados en la carretera normal. También están en el mismo nivel que el camino. ¿No será mejor poner foco en esto que tener trenes que sólo unen espacios entre estaciones? Propongo dejar de pensar linealmente este tema y buscar soluciones para la problemática general, buscando soluciones integrales.
Jorge Guzmán Dávila
Estadísticas previsionales
Según las estadísticas de la Superintendencia de Pensiones, de los casi 11.500.000 afiliados al sistema previsional, sólo 5.950.000 cotizan mensualmente, es decir, casi un 50% de las personas no ahorra para su vejez. Las cifras son alarmantes. Este es el problema de las pensiones, en donde la gente no cotiza durante su vida activa, encontrándose con una baja pensión para cuando las oportunidades laborales y de salud no son las óptimas.
Hoy ni los trabajadores independientes, ni trabajadores informales, tienen la vocación ni el incentivo de cotizar, pues ven las cotizaciones como un gasto y no como un mecanismo de seguridad social en distintos eventos adversos. Sería interesante ver por parte del Gobierno, políticas que incentiven la cotización, que la simplifiquen, y que la gente pudiera ver beneficios tangibles por dicho esfuerzo, de manera que cada vez veamos un mayor número de cotizantes, de manera de ir subiendo el actual 50% de personas que ahorran.
Eduardo Jerez Sanhueza
Boric y la prensa
Ver a Gabriel Boric azuzando a una vecina contra un periodista dice mucho de cuánto el Presidente respeta de verdad a la prensa.
Pedro Ramírez