Correo
Toma de Pelluco y subsidios
Llevamos casi dos semanas con lluvias intensas, viento y fríos que calan los huesos. Hemos visto con tristeza cómo en Puerto Montt y otras comunas de la región los deslizamientos de tierras, en terrenos de tomas ilegales, han dejado a decenas de familias damnificadas y en una condición de mayor de precariedad a la que ya vivían.
El miércoles vimos en El Llanquihue a la delegada presidencial entregar un ultimátum de 24 horas para desalojar a una veintena de familias de los terrenos de EFE, en la ladera Pelluco, y el anuncio de apoyos con subsidios de arriendo transitorios. Pero la precarización de las condiciones de vida y el casi imposible acceso a la vivienda tiene dos verdades antiguas.
No se resuelve ni rápido ni con subsidios, que no podrán aplicarse. Hace tres períodos de gobierno, al menos, que el Ministerio de Vivienda conoce que el déficit habitacional estructural en Chile oscila entre las 350 y 400 mil viviendas y que hoy, según palabras del ministro Carlos Montes, es aún mayor. Por ello, el llamado del Gobierno y del Presidente Gabriel Boric para modificar la política habitacional es el adecuado. Para ello es necesario cambiar el eje de la propiedad por el de la vida digna, regular el mercado del suelo y el de los arriendos.
La lógica del "voucher" (subsidio) que hemos tenido los últimos 30 años debe ser superado. El mercado avanza mucho más rápido que los valores de los subsidios, y esto los afecta en su aplicación y eficiencia como instrumento, sobre todo cuando la plusvalía de las obras estatales las capitaliza sólo los privados, que venden más caros terrenos para construir viviendas o indexan las fluctuaciones del mercado a los cánones de arriendos.
Finalmente, sólo tenemos papeles, que son imposibles de aplicar y que terminan frustrando aún más a las familias que requieren de apoyo estatal para acceder a una mejor calidad de vida. Por ello el modelo de arriendos a precio justo, donde el Estado mejora calidad de vida sin perder propiedad, es un escenario que debe explorarse a escala nacional. Y que además permite contraer la especulación en esta área del mercado inmobiliario.
También debemos avanzar respecto de la regulación del mercado de suelos, asegurándonos que el Estado no pague la plusvalía de sus propias obras, financiadas con impuestos generales y que sólo benefician a unos pocos. El desafío es gigante y complejo, pero todas y todos debemos aportar para dejar de ver postales como las de los últimos días y avanzar hacia entregar dignidad a cientos de miles de familias que hoy viven en la incertidumbre permanente, sobre todo en el crudo sur del que somos parte.
Giovanni Riffo Fica
Desalojo de toma de Pelluco
No es hora de aplaudir el desalojo de la toma de Pelluco. El Gobierno sólo hizo lo que debía hacer hace mucho tiempo.
Pedro Ramírez
Soterramiento de cables
Durante la semana que está terminando hemos quedado sorprendidos por el escaso avance que ha experimentado el proyecto de mejoramiento de la calle Antonio Varas, que es la cara comercial tradicional de Puerto Montt.
La falta de una ordenanza de soterramiento de cables es uno de los grandes problemas existentes en Antonio Varas y el proyecto de remodelación de la principal arteria comercial de la ciudad, y ello es uno de los factores limitantes en el avance. Ni la Dirección de Obras Municipales (DOM) ni ninguna otra autoridad tienen las herramientas para poder obligar a las empresas de comunicación a que soterren sus cables para entregar sus servicios.
Cuando se soterraron los cables del paseo de calle Talca, fue el mismo problema y para evitar ello en el futuro, desde la DOM se sugirió que se genere una ordenanza de soterramiento. Pasaron los años y no se hizo nada desde la municipalidad para contar con esta instancia de supervisión y regulación.
Si hubiese estado la ordenanza, no habría provocado estos problemas, ni el aumento de plazo de construcción de calle Antonio Varas, que conlleva más recursos que se tendrán que solicitar al Gobierno Regional, pero principalmente significa un gran perjuicio económico que afectará a los comerciantes de esta artería y que están muy complicados porque las obras ya no van a terminar en diciembre, sino que se van a extender.
Como presidente de la Comisión de Infraestructura del Core, hago un llamado a la autoridad comunal para crear una ordenanza de soterramiento de cables para que en el futuro, si se vuelven a ejecutar otras obras de desarrollo y mejoramiento, no nos encontremos con estos mismos problemas, porque hay que aprender de los errores. Pedir además a la autoridad respectiva que se legisle sobre esta materia, para entregar las facultades al Gobierno Regional, direcciones de Obras Municipales (DOM) o el (Ministerio de Vivienda y Urbanismo, para que obliguen a las compañías de corrientes débiles a soterrar los cables.
Rodrigo Wainraihgt, presidente de la Comisión de Infraestructura del Consejo Regional
Los 30 años
No fueron los 30 pesos el detonante del estallido social ni los supuestos 30 años de abusos, tampoco lo fue la lucha por la obtención de la "dignidad"; sino el presidente de turno y todo lo que él representaba.
Hoy los combustibles y alimentos tienen alzas grotescas cada semana, pero el lugar lo ocupa otro, uno que comulga con sus ideas y que hasta el momento parece representarles, conclusión que podemos obtener dada la pasividad de la movilización social en unos momentos críticos para el país y la calidad de vida de quienes le habitamos. Al parecer todo quedó en consignas de una tierra mejor, pero la realidad del país entona otra canción: la de la inflación, violencia, ánimos separatistas y un proceso constituyente que lejos queda de valores como la unidad nacional, primacía de la persona humana o el dialogo cívico, que tan lejos nos llevaron.
En fin, no fue ni la primera ni la última excusa que se inventaron la que motivó a quienes jugaron a ser revolucionarios, sólo era el gobernante de turno, el modelo institucional y económico que representaba. Es decir, una visión legítima de país que muchos compartimos y que nos llevó a la mejor versión de Chile.
Matías Padilla
Revancha en la Convención
La polarización que vive hoy el país, entre dos bandos que aprueban o rechazan la propuesta constitucional, es obra y gracia de convencionales que extrañamente se creyeron el cuento de que habían recibido carta blanca para refundar el país.
Tanto odio y tanta revancha que hubo en la Convención. Hoy se pagan esos costos.
Esteban Meza