Correo
Chiloé Región
Con relación a la campaña "Chiloé Región", me permito expresar discrepancia con tal anhelo, al menos en la forma en que ahí se expresa. Comparto la visión de que una mayor autonomía regional podría abrir las posibilidades para lograr una vida mejor, pero esto no es automático. El caso de nuestros vecinos valdivianos es muy ilustrativo, su principal ganancia fue un aumento de cargos públicos, algo es algo, pero es muy modesto con relación a las ilusiones que tenían.
A mi entender, el criterio para medir cuan autónomos y descentralizados somos, incluye nuestra capacidad para financiar proyectos y programas propios, sin depender de que en Santiago entiendan o no nuestras prioridades, y esto implica una capacidad de generar riqueza en una escala que un territorio demasiado pequeño simplemente no puede lograr -a menos que se haga paraíso fiscal o similar-, por lo que prefiero imaginar a Castro como la capital política y administrativa de una macro región austral, integrada por las actuales Los Lagos, Aysén y Magallanes, y con vocación de potencia alimentaria; cosa que, tal como se vienen los tiempos, va a ser de grandísima importancia.
¿Por qué Castro y no Puerto Montt, siendo esta última la ciudad más grande y activa de todo el archipiélago? Por dos motivos, el primero es que Puerto Montt no necesita ser capital para ser próspera, su éxito se debe al uso que su gente le ha dado a su estratégica ubicación geográfica, y el segundo motivo, para mí más importante, es que Castro es la capital de Chiloé, y esta macro región que imagino, corresponde exactamente al ámbito que el pueblo chilote ha históricamente habitado dentro de las fronteras de Chile.
Es decir que esta región austral podría ser homogénea y coherente no sólo en lo económico, sino también en lo social, ya que contaríamos con una historia común para dar sostén a una identidad regional integrada e integradora, y este es otro de los criterios para evaluar una real autonomía.
Renato Alvarado Vidal
Borde costero y la Armada
Con gran interés he leído lo publicado con relación a la limpieza de playas y fondos de mar en el canal Tenglo y adyacentes. Me parece una gran iniciativa de parte de la Armada que este plan se esté llevando a cabo según establece la ley y los reglamentos vigentes. Es una acción que en la práctica involucra a las comunidades costeras, industria de ribera, como son los pescadores artesanales, astilleros y en general a la población, que podrá disfrutar de un borde costero más limpio y descontaminado.
Por lo que he podido verificar, la gran mayoría del borde costero se encuentra concesionado a particulares, es decir, casi todos los cascos abandonados están hoy en lugares donde los particulares no pueden ejecutar sus proyectos, por cuanto en cuyas playas se encuentra un casco o restos de una nave que la ley no les permite remover, destruir o reducir.
Gracias a la persistencia y decisión de la Armada es que se ha logrado, mediante acciones legales, proseguir con la enajenación y destrucción de estos restos de naves, prosiguiendo con el plan de descontaminación de playas iniciado por esta autoridad a principios de año. Con relación a los costos involucrados, por lo que he podido saber la Autoridad Marítima sólo ha incurrido en aquellos gastos de publicación en diarios que por cierto obliga la ley.
Los costos de desarme, desguace y limpieza han sido costeado por particulares que se dedican a la actividad de desarme de elementos de acero para después revender (fierreros), lo que tranquiliza ante la afirmación que con fondos fiscales se estaría beneficiando a particulares. No es así.
Es de esperar que esta potente e importante iniciativa de nuestra Armada no se vea afectada por comentarios poco fundamentados y sin sustento. Invito a seguir este emprendimiento que ayudará a nuestra comunidad.
Iván Bustamante
Aniversario de la PDI
Hoy 19 de junio, la PDI celebra su octogésimo noveno aniversario institucional. Desde su independencia como institución, su labor se enfoca en la investigación de delitos, para lo cual tiene unidades especializadas en casi todas las ciudades del país. Además de ello, representa al país en Interpol, organización que agrupa a la casi totalidad de países del mundo.
Desde su génesis, la investigación de delitos se ha hecho de una forma científica, profesional y técnica, por lo mismo forma a sus detectives en un período de ocho semestres académicos, y su escuela está debidamente acreditada como plantel de estudios superiores y acreditada en la Comisión Nacional de Acreditación. Por otra parte, sus peritos son profesionales de una diversidad de áreas y formados luego en la propia PDI, conforme a cada especialidad.
Hoy, junto a Bomberos, son las instituciones más creíbles y confiables del país, lo que se acredita por la encuesta Cadem. Su trabajo profesional es reconocido por las más importantes autoridades del país, pero el principal reconocimiento es el que le entrega a diario la propia ciudadanía.
La profesión de investigador policial o detective es altamente compleja. Primero que todo, destaca la indefensión por leyes que no los protegen, y segundo es la carencia grave de facultades, y que aparte de perjudicar el trabajo profesional, afecta mucho más a la propia ciudadanía. Creo que es necesario que todo el sistema judicial ponga el foco primero en las víctimas, y que éstas dejen de ser los grandes olvidados de la justicia.
En una ocasión tan especial, quisiera saludar a su director general, alto mando, oficiales y a todo su personal, reconociendo que su labor es esencial para el Chile de hoy y por cierto el de mañana.
Alberto Contreras Silva
Plebiscito de salida
Tras leer la propuesta constituyente, puedo decir que el 4 de septiembre el plebiscito de salida se resume en: libre mercado vs. estatismo, o capitalismo vs. socialismo, o trabajo vs. cesantía, o prosperidad vs. pobreza, o esclavitud vs. libertad. Recuerda, comunismo es socialismo llevado a la práctica.
Lionel Álvarez Westermayer
Prohibición de las armas
La prohibición total de la tenencia de armas por civiles está siendo promovida por los partidos y movimientos que amparan la insurrección armada y la violencia revolucionaria. Si a tal prohibición se le suman las absurdamente restrictivas reglas de uso de la fuerza para los carabineros -quienes no se atreven a usar sus armas de fuego ni siquiera en defensa propia, como ocurrió recientemente con el carabinero David Florido Cisterna-, los ciudadanos están indefensos ante delincuentes comunes, guerrilleros urbanos o rurales y terroristas.
Adolfo Paúl Latorre