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algún tipo de problema. Sin duda hay que estarlo analizando en profundidad y hacer una acción muy integrada con el sostenedor, así como con la Seremi de Educación, Gobierno Regional y también el Seremi de Salud, porque tenemos que tener certeza si el agua está en condiciones de ser bebida por los estudiantes", añadió el gobernador regional.
Proyectos
Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) se encuentran trabajando y financiando proyectos que buscan solucionar, en el mediano plazo, la escasez de agua potable en las escuelas rurales de la región.
En este sentido, el programa "Agua para aprender", de Fundación Amulén, busca dar acceso al vital elemento a las escuelas de las regiones de la Araucanía y Los Lagos, por ser las más afectadas.
Se trata de una iniciativa que se encuentra en la etapa de visitas a terreno para evaluar las mejores soluciones de infraestructura para desarrollar en el corto plazo.
"Tenemos casos de escuelas de Puerto Varas, Puerto Octay, Ancud, Quemchi y San Juan de la Costa, que hemos seleccionado, pero igualmente seguimos en la búsqueda de los casos más críticos, en los cuales donde no existe una solución en el corto plazo o donde ahora no se está entregando un suministro correcto. Estamos buscando escuelas, ya tenemos algunas identificadas, pero también hacemos la invitación, si es que en alguna comuna necesitan ayuda, para que nos contecten y así generar un proyecto de acceso al agua potable", informó Antonia Rivera.
Además, expuso que el camión aljibe regularmente suministra agua potable a comunidades ubicadas en diversos sectores rurales de la provincia.
No obstante, se trata de una medida de emergencia que cada vez se está haciendo más cotidiana, ya sea por el actuar del hombre en la naturaleza, cambio climático o falta de infraestructura y recursos.
Las dificultades de acceso a los sectores más apartados también complica a las comunidades en la obtención de un sistema de agua potable de calidad. En este punto, la Escuela Fronteriza de Llanada Grande, ubicada en Cochamó, es un ejemplo de dichas dificultades y una de las escuelas más necesitadas de la provincia.
Al respecto, Silverio Morales, alcalde de dicha comuna, comentó que "contamos con un sistema de Agua Potable Rural (APR), pero en Llanada Grande todavía no tenemos un proyecto en formación para la Escuela Fronteriza. Ahí, en Paso el León se construyó una escuela nueva, se ha mejorado, pero tampoco está con resolución sanitaria".
El edil agregó que "es relevante realizar acciones para enfrentar la crisis hídrica y para mejorar el acceso al agua potable, ya que en esta zona la situación ha estado de mal en peor. Cada vez se nota más la falta de agua en el diario vivir de las personas y sin agua no se puede hacer nada, ya que lo es todo. Es vida. Por lo general, la gente vincula la falta de agua a otros temas; pero también afecta la educación y el funcionamiento de las escuelas, por lo que es fundamental tomar cartas en el asunto".
En este sentido, Morales plantea que es un imperativo asegurar la fuente del recurso y la calidad del agua para evitar enfermedades en los niños y adolescentes.
Además, remarca que las escuelas rurales cumplen un rol transversal en las comunidades, ya que no solo son un centro de formación, sino que también un punto de encuentro comunitario y de alimentación para los estudiantes.
Sin embargo, los establecimientos que no cumplen con el abastecimiento formal de agua, no pueden asegurar educación de calidad.
De manera integral
Patricio Vallespín, en tanto, recalcó que el caso que sucede "en el límite con Argentina, en el Paso del León, que tampoco tiene la infraestructura para operar adecuadamente, es emblemático. Quizá no es el que más se repite, porque ahí uno puede entender lo difícil que es; pero cuando hay otras comunas con más recursos para enfrentar esas temáticas, hay que abordarlo de manera integral y, por cierto, con la autoridad sanitaria". El acceso al agua potable afecta la calidad de los estudios porque las escuelas se ven obligadas a suspender las clases por falta o mala calidad del vital recurso.
De hecho, el 54% de las escuelas presenta interrupciones en el suministro, porque se han quedado sin agua en algún momento, mientras que el 32% presenta particularidades negativas en el agua como lo son el color, olor y sabor.
Más alarmante aún es que el 38% de las escuelas rurales no utilice agua potable en la manipulación de alimentos que entrega diariamente a niños y adolescentes.
32 por ciento del abastecimiento presenta problemas de olor, color o sabor, según estudio.
3.363 escuelas ubicadas en 11 regiones del país, fueron observadas por la investigación.
48 por ciento de los directores de escuelas rurales no sabe si el suministro de agua cuenta o no con resolución sanitaria.