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fuera a construir nada más. Mal ahí por las autoridades de la época, que no llevaron esa intención a un documento legal que no permitiera el 'olvido' del cual hoy goza el paso del tiempo", asegura el concejal Marcelo Salazar.

Añade que "por otro lado, hay que recordar que en el actual lugar de la plaza había una casa que tenía un árbol que no debía ser talado y que finalmente igual 'alguien desconocido' lo hizo y de eso nunca más se supo , lo que en su tiempo también fue una gran polémica, sumado a lo invasivo del proyecto y de lo invasivo de la fachada, que recordemos hoy ocupa el límite centímetro a centímetro con la vereda de la calle San Francisco".

Por su parte Sebastián Bruna, presidente Colegio de Arquitectos Llanquihue, a título exclusivamente personal, y no gremial, aseguró que "son dos cosas acá las que están en juego: todo proyecto o desarrollo que se hace de una ciudad en cierto modo para lograrlo, también debe mitigar o entregar en un retorno a la ciudad, entonces el compromiso del desarrollo de este mall, que en su inicio ya fue gestado con harta polémica, fue el de entregar un espacio público en compensación (la plaza), en mitigación a la ciudad. ¿Por qué es tan importante el espacio público? Las ciudades se definen, siendo uno de los parámetros que se ocupa para medir la calidad de vida en los centros urbanos, la cantidad de actividades que yo puedo hacer gratuitamente en ella. Entonces es súper importante que las ciudades desarrollen en su espacio y no en la dirección contraria que se pierda, entonces por ese lado es tan importante que el mall en su proyecto privatice y puede construir mucho metro cuadrado para un destino comercial, compense eso con espacio público de calidad, lo cual es esta plaza".

"Lo polémico que veo yo en este proyecto es que básicamente es que a través de reinterpretaciones o de recursos administrativos, digamos legales, pretenden subdividir el terreno, generar otro rol, por lo tanto otro desarrollo, lo que permitiría, tengo entendido, una ocupación 100% de esta plaza, lo que, primero, viene a construir y a deshacer un compromiso del proyecto original y segundo, nuevamente va en la dirección contraria que se están privatizando en lugar de recuperar espacios públicos. Entonces es complejo, ese es el gran centro de esta polémica", agrega el arquitecto.

Una propuesta que, eso sí, aún está en estado inicial, al menos según asegura Pasmar, empresa dueña del mall.

Así lo indica Juan Carlos Erices, gerente de Administración y Finanzas de la empresa.

"Se ingresó un proyecto de ampliación del centro comercial, de acuerdo a la normativa vigente, pero no existe algo zanjado respecto de los detalles de la iniciativa, ni plazos para materializarla. Llegado el momento, pretendemos dialogar y llegar a acuerdos con las autoridades, tal como lo hicimos en 2013. Por todo esto, cuando corresponda, solicitaremos una reunión con las autoridades de Puerto Varas para aclarar dudas, escuchar sus aprehensiones y llegar a consensos", dijo.

Desde la Dirección de Obras Municipales, en tanto, explican que son organismo técnico y que ellos deben remitirse a "revisar que se cumplan las normas aplicables al proyecto de ampliación u obra como nuevo edificio, lo cual está recién en los procesos de trámites. No tenemos facultades para frenar la construcción arbitrariamente ni llegar a acuerdos al margen de las normas urbanísticas. Como municipio, nos atenemos a la normativa ante todo y frente a todo".

Finalmente el concejal Salazar termina con un llamado a los dueños del proyecto: "Familia dueña del mall, dejen a las generaciones futuras de Puerto Varas un legado como un trozo de áreas verdes, ya que cuando ustedes mueran no se van a poder llevar nada a la tumba y nosotros nos vamos a tener que quedar con su mole de cemento por años. Así que dejen un legado de altruismo y conservación histórica de lo que algún día fue el centro de Puerto Varas, tal y como ha sido soñado por miles de puertovarinos".

2013 fue el año en que la empresa propuso la plazoleta como un punto de "integración con el espacio urbano".

6.500 metros cuadrados de ampliación es lo que solicitó el mall de Pasmar para crecer en la ciudad de las rosas.

2 subterráneos y tres niveles superiores es lo que intenta construir la empresa en el espacio de la actual plazoleta.