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Locatarios pierden la fe tras el Viernes Santo: venta de mariscos no repuntan

CRISIS. Caso de afectados por marea roja, de mariscos de Aysén, dejaron por el suelo las proyecciones de ferias y mercados. Culpan a la mala información entregada por autoridades.
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María Consuelo Ulloa

Salvo Angelmó, tal vez el más icónico de los centros de distribución de productos del mar en Puerto Montt, la venta de mariscos en Semana Santa se ha transformado en una tragedia para los locatarios.

Durante la semana las proyecciones eran malas, sin embargo los vendedores guardaban la esperanza de que en Viernes Santo comenzara a producirse un milagro, pero este no llegó ayer y al parecer ya no será y las pérdidas por no venta de mariscos será la peor de los últimos seis años.

¿La razón? dicen los afectados que todo deriva del temor por las noticias de la familia calbucana afectada, hace más de 10 días, con marea roja; situación que terminó con un niño de 3 años fallecido.

El problema es que, pese a que los mariscos no eran de la zona, sino de Aysén, algunas autoridades -entre ellos el core Rodrigo Wainraihgt- comentaron que el problema provenía justamente de Calbuco. La critica hacia el efecto de las redes sociales. Tras todo ello, las ventas a nivel local de los mariscos bajaron drásticamente hasta llegar a ayer, donde la tónica siguió igual. "Esto ya no cambió. Las autoridades de repente no saben como funcionan las personas que trabajan con pescados y mariscos que tienen que encargar sus productos una semana antes. Una semana antes ir a comprar carnada, amanecerse trabajando, llevándole los productos a los botes donde ellos trabajan y van a buscar los productos. Y qué es lo que pasa, que esta gente ya se vio desolada por la baja de un 90% de las ventas", comenta Rosa Soto, representante del Pueblito Melipulli.

Asegura que el daño ya está hecho y no puede repararse. "Ahora ya las autoridades se mandaron la embarrada, esto ya no tiene vuelta atrás, ya está la Semana Santa. Fue para nosotros. Esto es una cadena, si nosotros no vendemos merluza no le compramos al de atrás, si no vienen a consumir un curanto, no compramos a nuestro proveedores. Si nosotros no vendemos, no vende el caballero que vende el queso. Acá cada mercado fue afectado por esta mala información de la marea roja, que muchas autoridades sin corroborar la información llegaron y subieron a las redes sociales. Ahora ya es tarde. Como lo he dicho en la reunión con la delegada presidencial (Giovanna Moreira), ahora ya no importa que un seremi salga a comer mariscos, si ya la embarrá está hecha, la mala información se difundió y quiénes pagamos los platos rotos, nosotros".

Coincidente con ella es Angélica Jordán, del Mercado Presidente Ibáñez, quien expresa que "esto nos ha afectado todos estos días, nos perjudicó, esta mala información que se dijo vino a perjudicar bastante, va a ser como en el año 2016 que también hubo tema de marea roja y nos perjudicó mucho. El prejuicio ya está hecho".

Coincide en este punto Soto, quien añade que ese mismo 2016 llegaron hasta tomarse la ex Intendencia por la crítica situación que derivó de la designación de "zona de catástrofe" en la región por marea roja justo días antes de Semana Santa.

"La gente al final piensa que una merluza o un salmón tiene marea roja, ya sea pescado o marisco . El mercado ahora está vacío, otras veces tres o cuatro días antes esto estaba lleno. Esto es como en 2016 con mala información que dijeron de la marea roja", complementó.

Jordán agrega que "la gente esperaba en esta temporada recuperar un poco después de la pandemia, pero lamentablemente hubo muchas pérdidas. La semana pasada se botó mucho y el lunes probablemente también tendrá que hacerse. La pérdida es de cerca de un 80%. En pandemia la gente igual concurrió a comprar y se vendió, este año la perdida es considerable".

Solo un poco mejor

"Para nosotros siempre es mejor el día viernes, porque vendemos comida. El sábado y el domingo igual pero es un poco mas lento, pero sí anda un poco de gente", explica por su parte Rosa González, presidenta de los locatarios del Mercado Angelmó.

A la vez es un poco más optimista que sus colegas. "Yo sé que esto va a pasar y la gente va a volver a comer y a confiar, porque al final de cuentas somos personas responsables. Los mariscos vienen de lugares que son monitoreados y vienen con toda la fiscalización que corresponde. Hoy no anduvo tanta gente como se esperaba. Pero igual mejor que los otros días", acotó.

Refrenda que la baja en ventas de la semana anduvo entre el 90 y el 100% y que ayer probablemente estuvo cercano a un 50%. Sobre la comparación con el 2016, González cree que ahora fue aún peor, ya que "la gente ahora hubo días en que vendió muy poco, y la venta de mariscos es nula. Nosotros en las cocinerías igual tuvimos que botar mariscos. Es mucho peor, hay personas que cerraron sus locales, ni siquiera abrieron".

Por último ayer Rosa Soto insistió con una idea que ya lleva rato dando vuelta entre los locatarios. "¿Qué pedimos? Que el gobierno se haga cargo responsable y queremos inyección de recursos para toda nuestra gente, así están todos los mercados, ferias y la gente recolectora de orilla o que trabaja con pescados. Esta mala información fue nefasta para los mercados establecidos que pensaban salvarse".

2016 fue la anterior crisis de venta de mariscos en Semana Santa, esa vez -dicen- aunque sí había marea roja, vendieron más.

90% de baja en las ventas acusan para este año. En Angelmó ayer fueron más optimistas y consideran que mejoró el movimiento.