Correo
"Ciudad fallida"
Con desesperanza veo el estado en que se encuentra Puerto Montt, donde cada día se puede estar peor. ¿Qué le pasó a una ciudad que tenía todo el potencial de ser la "perla del sur" por su privilegiada ubicación geográfica?
Puerto Montt es una ciudad fallida por múltiples causas, que a mi juicio empieza por la falta de cultura de sus habitantes, que sin ningún sentido de comunidad y de arraigo, destruyen y rayan todo a su paso. ¿Han visto como está Pelluco? Recién remodelada, se encuentra rayada, llena de basura y con sus áreas verdes destruidas. Ni hablar de las tomas en la ex línea férrea, donde cada día hay más edificaciones sin que ninguna autoridad haga algo.
En segundo lugar, sus autoridades públicas. Es insólito que cada administración municipal sea peor que la anterior. No existe un proyecto de ciudad a largo plazo, al contrario, se vive de la politiquería barata y asistencialismo con fines electorales. Sino como se entiende que nadie en el municipio, a lo largo de los años, pensara que era pésima idea permitir construir moles de cemento a primera línea de la bahía, o que sería mejor eliminar áreas verdes por explanadas de cemento con piletas millonarias e inútiles.
Para qué decir de proyectos de armonización de fachadas o eliminar esa carpa al lado del Mall Costanera para que sea un área verde.
No se les ocurre. No nos olvidemos de los gobiernos que con su centralismo olvidan que hay otras regiones aparte de la Metropolitana. Cómo es posible que no se aproveche la isla Tenglo.
En tercer lugar, los grandes empresarios locales. Su ambición los ha llevado a adquirir un sinfín de propiedades sólo con el propósito de especulación inmobiliaria. Por doquier y en especial en el centro se observan puntos negros de edificios destruidos y sitios baldíos sin ningún proyecto que aporte a la ciudad. Emblemáticos son el ex Hotel Colina, lo que queda de la línea férrea adquirido por la familia Mosa y la ex disco Cocodrilo, entre otras.
Las universidades no han tomado un rol protagónico en la ciudad, sino que simplemente se limitan a dictar clases y titular profesiones, netamente con un fin lucrativo. Es penoso ver por ejemplo cómo está el ex edificio del Colegio San Francisco Javier, ahora en manos de la Universidad de Los Lagos. Deberían las universidades repensar su papel en la región. Vean el ejemplo de la Universidad de Concepción, que es un orgullo para su ciudad y el país.
Finalmente, la industria del salmón. Son unos de los motores económicos del país y sus centros gerenciales en general están en Puerto Montt. Pero aparte del empleo que generan, ¿qué externalidades positivas generan a la ciudad? ¿Dónde está la responsabilidad social empresarial? ¿Se darán cuenta sus gerentes que quizás por ese motivo no son queridos por la comunidad, a pesar de sí dar empleo?
Puerto Montt aún está a tiempo de enmendar el rumbo, pero si seguimos actuando en la indiferencia y negligencia, estamos perdidos.
Inés Urra Sagredo
Frecuencia de microbuses
Al parecer a los señores empresarios de microbuses y colectivos nadie les avisó que a partir de marzo ya no estamos en modo pandemia: los estudiantes volvieron a clases, no hay teletrabajo, todo normal, excepto la frecuencia de colectivos y micros, que es un asco aún mayor. Tienen una frecuencia digna de hace un par de siglos en que el transporte era con carretas tiradas por bueyes.
No es posible que haya gente que tenga que esperar casi una hora para bajar al centro o moverse hacia el sector alto, ¿qué pasa con quienes tienen hora en el hospital?, ¿en serio creen que hay gente que puede pagar desde cinco mil pesos a un taxi o aplicación en la mañana?
Si las autoridades no lo saben, desde el sector Bosquemar/Mirasol sólo va al hospital una micro, con la frecuencia del cometa Halley. De hecho, es más probable que el cometa Halley pase de nuevo antes que una micro de ese recorrido, que para variar después de las 18 horas desaparece.
Urge que las autoridades fiscalicen o bien implementen alguna solución, porque no es grato estar una hora mojándose viendo como pasan las escasas micros completamente llenas, porque los empresarios priorizan el transporte de las empresas.
Cristian Díaz Hernández
Homenaje a Olga Leiva
Hoy (el martes) es día de fiesta, como reza una conocida canción, es el Día de la Mujer, y como las flores de la pérgola y los jardines, las hay grandes y pequeñas, blancas, rosadas, morenas; lavanderas ya no quedan, hilanderas quedan pocas, madres, hermanas, sobrinas y tías, secretarias, empleadas y jefas, todas son presencia digna y necesaria, pero también hay y hubo artistas, bailarinas y cantoras, folclor y canto "elegante". En este último tramo, enviamos todos nuestros respetos, con cariño y mucho amor, a las cantantes del prestigioso Coro Puerto Montt.
Ha volado a integrar el coro celestial una grande, una pionera, la más fiel diríamos nosotros, la primera en abrazarnos, diciéndonos, "pasa hijo, bienvenido", sonriéndonos al entrar al altar de la armonía musical. Era ella Olguita Leiva Flores, de fina cordialidad y elegancia en su bailar cuando el coro decidía festejar. Con Lautaro Miranda Bórquez y su blanca cabellera viajaron de sur a norte con su canto de la paz, Fauré, Rabito, Héctor Pérez (Luchetti), tía Coca y tantas más que con sus voces nos hicieron vibrar.
En el Día de la Mujer, te despedimos agradecidos, Olga Leiva Flores. La historia de Puerto Montt y su coro quedará en libros y diarios, y fundidos a fuego en nuestro corazon y memoria. Q.E.P.D. descanses, "Olguita".
Guido y Genaro Retamal, ex integrantes del Coro Puerto Montt
Piñera y la PGU
El saliente Presidente Sebastián Piñera asumió su segundo mandato con un importante respaldo en las elecciones y una agenda previsional sólida que se fue diluyendo con el paso del tiempo, pues nunca tuvo el apoyo necesario en el Congreso Nacional para ir avanzando en una reforma previsional importante, por lo que sus propuestas de campaña quedaron en nada.
Pero el nulo avance en pensiones en el pilar contributivo fue compensando con creces y de manera hábil con las mejoras al pilar solidario, al sacar adelante la Pensión Garantizada Universal (PGU), el hito más relevante de la última década en materia previsional.
El balance previsional es positivo, pues la PGU rompe la focalización hacia el 60% de los pensionados, extendiéndose al 90% de nuestros adultos mayores, dando cobertura a la clase media de nuestro país, lo cual a su vez refuerza la capitalización individual como un complemento a un primer piso de pensión proveniente desde el Estado, dificultando cualquier reforma estructural que quiera hacer el próximo gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Eduardo Jerez Sanhueza